Carta para una madre a un año de su marcha

Remedios Fernández

  • La Voz
Querida madre, hoy hace un año que te marchaste, dejándome con tu último aliento sobre mi mejilla, y yo abrazándote y besándote, como tú hiciste cuando me diste la vida. Era justo, era el momento en que Dios decidió que dejases de sufrir... Madre, no te olvido ni un solo día de mi vida, pero sé que desde el Cielo, junto a papá y tus hijos Juanito y Ana María, y tus abuelos, me estáis ayudando, como hiciste toda tu vida. He tenido la enorme suerte de tener una infancia y adolescencia muy feliz. Papá y tú conseguisteis lo que otros niños no tienen: cariño, educación. Me educastéis, me formastéis para el futuro, me ayudastéis a criar a mis hijos para lo que ahora es mi presente. La foto que he decidido publicar es muy significativa. En los festejos de San Francisco, patrón de nuestro barrio, La Loma, de Albox, cada año elogian a alguna persona mayor como ‘Lomera del año’. No importaba la situación socio-cultural de la misma, y ese año tuviste el honor de ser elegida. Fuimos juntos al estudio de fotografía Fábrega, grandes amigos, y sobre todo su madre Francisca, tan buena que te visitaba y acompañaba en los momentos tristes, así como agradezco al Hogar del Pensionista... Cuántos bailes disfrutastéis gracias a toda su ‘pandilla’... Tras haberte hecho varias fotos, te dije: “Mami, mírame”. Y esa fue la que salió en el programa de festejos. Con esa sonrisa dirigida a mí, tus elegantes manos, tu bondad reflejada hacia tus vecinos que tanto te han querido. Eras una albojense y orgullosa de ser ‘lomera’. Para mí es una suerte haber disfrutado de tantas cosas hermosas a tu lado. Porque tú hasta a los momentos tristes sabías darles el vuelco a la alegría. Gracias por seguir cuidándonos. Te quiero, mami.