En recuerdo de Ramón el de ‘Los Sobrinos’

Pancho Rodríguez Cruz. Maitre hotel y Premio Nacional de Hostelería

José Ramón Jorge Montoya

  • La Voz
Aunque la muerte sea inevitable en toda existencia, siempre sorprende, y a pesar de conocer la rápica, corta y cruel enfermedad padecida por nuestro querido amigo José Ramón Jorge Montoya, propietario del bar ‘Los Sobrinos’, la noticia del fatal desenlace, el pasado14 de marzo, me ha causado, y creo que a todo ese puñado de amigos que tenía siempre a su lado, una muy dolorosa impresión. La pérdida de un hermano y de un gran profesional de la hostelería almeriense, y aunque fue hace pocos días, en la mar siguen de luto los ricos mariscos y pescados que él visitaba en la Lonja a las cinco de la mañana, para que en su casa disfrutaran sus clientes de lo mejor que salía del mar. La gran cocina almeriense que también elaboraban en su casa. Perteneciente a una distinguida familia, Ramón se casó con su encantadora esposa, María Mayor Paredes, una gran señora y amante de una cocina muy especial, como es la almeriense. La señora María todos los días hacía un guiso de nuestra cocina almeriense, y todo cliente podía disfrutar de ese delicatessen que nos ofrecía a diario. Este matrimonio tuvo dos hijos: la hija, que está al frente del comedor, y su hijo, que vemos a diario en la barra. Sin olvidar a Rogelio, hermano de Ramón, que lleva muchos años con esta familia. Yo le considero un gran maestro y un buen profesional, ya que todo joven que quiera aprender la hostelería, a su lado lo consigue, como es el caso de su sobrino Edu, que en el poco tiempo que lleva a su lado se le puede considerar como una buena promesa en la hostelería. No debo olvidar a su sobrino en los fogones, pues, con los muchos años que lleva junto a la señora María, ha logrado que ya se hable muy bien de él. Nuestro amigo Ramón se incorporó muy joven en la hostelería (aquí le vemos muy joven en la plancha del bar ‘Lisboa’, frente al restaurante ‘El Montañés’). Y al poco tiempo decidió montar su propio negocio, ‘Bodega Los Sobrinos’, en Pescadería. Un poco más tarde juntó cuatro perras y decidió montar el café-bar-restaurante, el excelente y emblemático establecimiento ‘Los Sobrinos’ en el centro de la redonda de Pescadería, donde creo que la señora María, junto con sus familiares, seguirán levantando esta gran torre que Ramón tamaba, y donde terminó su carrera como un gran profesional de la hostelería. Hoy esta familia está con sus corazones entristecidos. Mantienen la esperanza de la fe en el refugio de la oración, a la que yo creo que todos los que lo conocimos nos sumanos, para valorar el fallecimiento de un restaurador de talla extraordinaria, y lamentar la pérdida de su ejemplo vivo, su paradigmática conducta moral, honradez y talante, quien desde nuestra Almería, matriz de su máxima actividad, fue figura popular entre todos sus profesionales. Descanse en Paz nuestro querido amigo José Ramón Jorge, un caballero de la hostelería, y desde estas páginas de LA VOZ DE ALMERÍA me uno al dolor de toda su familia, y le agradezco todos los consejos que un día me dio.