El señor de los fractales

Gran matemático, defendió la intuición por encima de la geometría, y fue uno de los fundadores de la

Benoit Mandelbrot - científico

  • La Voz
La noticia ha pasado casi inadvertida en los medios de comunicación, casi de puntillas, con un tamaño casi proporcional, en una escala inversa, a la importancia que tuvo su vida y su obra para el intelecto humano y su desarrollo en el pasado siglo, y los ecos que se escucharán en los que vienen. Conocemos la mínima declaración de las vedettes de medio pelo, los dimes y diretes de los vestuarios futbolísticos y del mundo de la moda, pero no sabemos, ni interesa mucho, quién fue Benoit Mandelbrot, uno de los hombres que, de verdad, ha cambiado, y hecho progresar, el mundo en que vivimos. Y eso en la era de la globalización y el libre flujo de información. En fin. Dicho rápido y para la ‘mass media’, Mandelbrot es el hombre de los fractales. Es decir, de esas figuritas multicolores de espirales infinitas en las que, al sumergirnos en cualquier detalle hallamos la reproducción en escalas cada vez más pequeñas de esas mismas espirales. En realidad, Mandelbrot fue uno de los primeros que, allá por los años 70 del pasado siglo, supo utilizar la formidable herramienta que se estaba popularizando, el ordenador, para trazar los más conocidos ejemplos de geometría fractal: el conjunto de Mandelbrot y los conjuntos de Julia, desarrollados por Gaston Julia quien inventó las matemáticas de los fractales, que fueron desarrollados luego por Mandelbrot. Su biografía dice que nació el 20 de noviembre de 1924 en Varsovia, Polonia dentro de una familia judía culta de origen lituano. Fue introducido al mundo de las matemáticas desde pequeño gracias a sus dos tíos. Cuando su familia emigra a Francia en 1936 su tío Szolem Mandelbrot, profesor de matemáticas en el Collège de France y sucesor de Hadamardost en este puesto, toma responsabilidad de su educación. Después de realizar sus estudios en la Universidad de Lyon ingresó a la École polytechnique, a temprana edad, en 1944 bajo la dirección de Paul Lévy quien también lo influyó fuertemente. Se doctoró en matemáticas por la Universidad de París en el año 1952. Posteriormente se fue al MIT y Luego al Instituto de Estudios Avanzados de Pricenton, donde fue el último estudiante de postdoctorado a cargo de John von Neumann. Después de diversas estancias en Ginebra y París acabó trabajando en IBM Research. Fue profesor en Harvard, Yale, París y Ginebra, y desde 1958 trabajó en el Centro de Investigaciones Thomas B. Watson en Nueva York. Pero el profesor Mandelbrot, en realidad, se interesó por cuestiones que nunca antes habían preocupado a los científicos, como los patrones por los que se rigen la rugosidad o las grietas y fracturas en la naturaleza. Sostuvo que los fractales son más naturales, y por tanto mejor comprendidos intuitivamente por el hombre que los objetos basados en la geometría euclidiana, que han sido suavizados artificialmente. Gran matemático, fue uno de los fundadores de la revolución llamada ‘Teoría del Caos’. Redación