Maestro de empresarios

José Cano García, Presidente de ASEMPAL

Eduardo López Gay

  • La Voz
Inteligente, generoso, prudente, con gran espíritu de entrega, extraordinariamente responsable y un ejemplo como empresario y dirigente empresarial, así era la esencia de Don Eduardo López Gay, maestro de empresarios. En ASEMPAL y en el mundo empresarial andaluz nos sentimos consternados por su fallecimiento, pero muy orgullosos también de haber tenido primero, como tesorero de ASEMPAL de enero de 1977 a febrero de 1978, y luego como presidente de la Confederación desde febrero de 1978 hasta noviembre de 1981, a un empresario que hizo de su vida un compromiso incondicional con su familia, la empresa y el desarrollo de esta tierra. Eduardo López Gay consolidó los cimientos de funcionamiento de ASEMPAL como Confederación Empresarial, y realizó una impagable labor a nivel nacional y andaluz. Coordinó el grupo de presidentes de organizaciones empresariales provinciales que propiciaron la integración de la CEPYME de Rodríguez Sahagún en la CEOE de Ferrer Salat, y durante su mandato Almería fue el escenario de la reunión preconstituyente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, CEA, el 28 de marzo de 1979. Su biografía revela un carácter tremendamente emprendedor, con experiencias vitales tan diversas como ser mecanógrafo en la agencia de noticias británica Reuters o, una vez terminada la guerra y reanudados sus estudios, trabajar en la empresa familiar que fundó su abuelo, José López Guillen, allá por 1880, y que después Eduardo lideraría durante más de 50 años, convirtiéndola en uno de los principales grupos andaluces de logística integral y materiales de construcción. En 2008, con motivo de la concesión del Premio a la Trayectoria Empresarial de ASEMPAL, recibió una muestra del cariño y respeto de todos los empresarios, y los que allí estuvimos pudimos compartir junto a su mujer y sus hijos (vaya para ellos nuestro abrazo y condolencia fraterna) su categoría humana, su vitalidad y su optimismo. El espíritu de unidad, independencia, cooperación y defensa de la libertad de empresa que Eduardo López Gay ejemplifica, debe ser, en estos momentos de niebla en la situación económica, nuestra mayor fuerza para seguir trabajando al servicio de las empresas. Con Eduardo se nos ha ido un caballero y un maestro.