A la mejor abuela

DOLORES MORA MORALES

  • La Voz
Cada noche en la oscuridad y el silencio, recuerdo a la abuela tan maravillosa que tuve. Sí, mi abuela Dolores Mora Morales, esa persona llena de dulzura, felicidad y de buenos sentimientos, pues atesoraba en su rostro tal candidez que transmitía su amor hacia nosotros con solo una sonrisa. Pocas personas pueden juntar la bondad y el saber estar en todos los momentos de su vida. Pues sí, abuela, tú fuiste una de ellas. Hoy quiero hacerte este pequeño homenaje, porque tú te lo mereces todo abuela, porque desde que me viste por primera vez me amaste con todas tus fuerzas, porque yo era tu felicidad y tu la mía cada vez que nos veíamos, y porque sé que nuestra familia siente un vacío muy grande desde que aquel 25 de febrero de 2010 subiste al cielo, para reunirte con nuestro querido abuelo Antonio. La ley de la vida dicta que ya estéis juntos para siempre, aunque desde aquí nosotros siempre estamos con vosotros. Es muy especial sentir el privilegio de haberte tenido como abuela, has sido la mejor madre de 10 hijos, la mejor abuela de 21 nietos y la mejor bisabuela de 9 biznietos. Con toda la familia que nos has dado, imagínate que hubiese sido de tantas almas sin tu cariño, sin tu comprensión, fuiste la reina de todas las madres. En el abismo, donde no hay luz, hay esperanza, y sé muy bien que algún día estarás de nuevo con todos nosotros, para poder besarnos de nuevo, sentirnos, querernos y amarnos como siempre lo hiciste, con esas ganas de dar tu vida por nosotros. Ese empeño tan grande por querer que tus frutos, que son tus hijos, fueran felices siempre, ayudándolos en todo lo posible y dándoles la nobleza y educación que tu atesorabas. Esa es la riqueza que tú nos has dado abuela, el poder ir por la vida firmes, con paso recto, con valores, con nobleza y con educación, como tú nos enseñaste. Desde mi humilde pensamiento, te recuerdo y te recordaré siempre como fuiste: jamás dejaré de quererte abuela, jamás. Aprovecho estas líneas para transmitir el sentimiento común de la familia Martínez Mora, pues todos nos sentimos vacíos, tristes y muy solos desde que tú no estás, pero al mismo tiempo estamos alegres, porque sabemos que allá donde estés, nos acompañas en el camino de la vida, estás velando por nosotros, por nuestras vidas y desde el cielo nos miras cada día y nos proteges. Por todo esto abuela y por lo que siempre te hemos querido y te seguiremos queriendo, te mandamos un muy fuerte abrazo, y un millón de besos, para la que siempre será mi abuela, mi vida, mi luz, mi camino, mi guía,mi ejemplo a seguir. De todo corazón muchísimas gracias por todo lo bueno que nos diste, te queremos y siempre estarás en nuestros corazones.