Gádor llora a Paco ‘el de la Sonda’

Eugenio Jesús Gonzálvez García

Francisco Gómez Almansa

  • La Voz
Nos ha dejado Paco ‘el de la Sonda’, apodo cariñoso por el que todos los gadorenses conocíamos y apreciábamos por igual al que, hasta ahora, ha sido el Juez de Paz de la villa de Gádor. Gádor llora la irreparable pérdida de Francisco Gómez Almansa, que nos ha abandonado a los 64 años de edad dejando sumidos en el dolor y la tristeza a todo el pueblo, pero muy especialmente a su mujer, Angelita, y a sus dos hijos y nieta, que quedan huérfanos como los innumerables familiares y amigos que tuvimos el privilegio de quererle y apreciarle de todo corazón. Paco había sido camionero toda su vida, y tenía un almacén de productos de la construcción. Era una institución en la localidad. Un hombre muy querido y apreciado, que fue nombrado Juez de Paz de Gádor con el apoyo unánime de todos. También fue en 1983 el fundador de la entonces Alianza Popular en nuestra villa. Paco era un hombre tímido, bonachón y sencillo, que supo ganarse en vida el afecto y la consideración de todos los gadorenses por su carácter sincero y generoso. Paco ‘el de la Sonda’ era, ante todo, una buena persona, un hombre de bien y un buen amigo. Estos últimos días andaba algo desmejorado, pero como era un hombre incansable, cumplidor y responsable de sus obligaciones, allí estaba donde se le requería. Quizá por ello no supimos apreciar la gravedad de su estado de salud, y por eso quizá también su fallecimiento nos ha pillado de sorpresa y nos ha sentado como un jarro de agua fría. Paco tenía especial predilección por su sobrino Paquito, que hoy llora a la par que sus propios hijos, al igual que su ahijado Andrés, para el que Paco era como un padre. Aunque son muchísimas personas las que le apreciábamos y queríamos, quienes más lloran hoy su pérdida son, a buen seguro, los niños y jóvenes del pueblo, por el especial cariño que todos le profesaban. Paco, siempre te tendremos en el recuerdo, y ocuparás un lugar destacado dentro de nuestros corazones. A los que somos creyentes nos conforta saber que el Señor te ha recibido con los brazos abiertos, y que ya ocupas un lugar a la derecha del Padre, porque si algo has hecho en tu vida es ganarte la gloria.