Un sacerdote de corazón determinado y alegre

María del Mar López Andrés. Canciller Secretaria General Obispado Almería

Antonio Rueda Moreno

  • La Voz
Nació el 3 de febrero de 1939 en Fines, villa de la que procedía la familia materna, en el seno de una familia residente en Benitorafe (Tahal), en cuya parroquia de de San Roque fue bautizado y transcurrió su infancia. Sintió su vocación sacerdotal a temprana edad e ingresó en el Seminario Conciliar de San Indalecio, de Almería, al comienzo de la década de 1950, obteniendo posteriormente la licenciatura por la Facultad de Cartuja de Granada en 1963. Fue ordenado Diácono en la Capilla del Seminario diocesano en 1962 por el Obispo Alfonso Ródenas García y recibió del mismo Obispo el orden del Presbiterado el 21 de septiembre de 1963 en la Catedral. Después de un tiempo como Prefecto de disciplina y Profesor en el Seminario Menor, recibió en 1968 el nombramiento como Coadjutor de Vélez Rubio y Encargado de las parroquias de sus pedanías. Nombrado, además, Confesor Ordinario de las Religiosas claretianas y Formador en el antiguo Colegio “Cristo Rey” de Vélez Rubio, permaneció en esta villa hasta que en 1971 fue nombrado párroco de Santa María de Albox y, posteriormente, la encomienda de atender también las parroquias de Arboleas y Zurgena. Al tiempo, desempeñó tareas docentes como profesor del Instituto de Albox y recibió el nombramiento de capellán del Santuario de Nuestra Señora la Virgen de los Desamparados y del Buen Retiro. Como tal, le correspondería coordinar 17 años más tarde, en 1988, los actos de la Coronación canónica de la venerada imagen de Nuestra Señora del Saliente. Pasó en 1989 a ser párroco de Tabernas, Turrillas y Uleila del Campo. En 1990 el Obispo diocesano le nombró Subdelegado e Inspector de la Enseñanza Religiosa en la diócesis, al tiempo que le encomendó las Parroquias de Gérgal y Olula de Castro. A continuación, durante diez años, de 1991 a 2001, fue Párroco de Viator, y de Santa María de Huércal de Almería. Desde 1993 hasta 2003 por nombramiento episcopal, ha ejercido la representación del Ordinario respecto a la Enseñanza Religiosa, tiempo durante el cual, desempeñó también la misión como Delegado Episcopal en el Colegio diocesano “San Ildefonso” de Almería (1995-2004) y Profesor del Instituto Teológico “San Indalecio” de la ciudad, en 1997. Capellán del Hospital Virgen del Mar de la ciudad durante los mismos años y, por último, desde febrero de 2001, ha sido el párroco de la parroquia de San Antonio de Padua de la ciudad, hasta que, llegado el año 2009, por su quebrantada salud, solicitó el relevo en este servicio pastoral. Siendo párroco de San Antonio perteneció a los órganos consultivos que asisten al Prelado: al Consejo Presbiteral durante un trienio, y como miembro del Colegio de Consultores durante el mismo periodo. Persona de carácter afable, siempre determinado y animoso en su celo sacerdotal, ha residido los últimos años en la Casa Sacerdotal San Juan de Ávila, sin dejar de mostrar su natural alegría y de colaborar en el ministerio pastoral ocasional y asiduamente, según le permitieran sus ingresos hospitalarios en los últimos meses de su vida. Descansó en el Señor el día 14 de febrero de 2012 en el mismo Hospital en el que fuera capellán. Tras la celebración de las exequias, los restos mortales de D. Antonio, por deseo suyo, aguardarán la resurrección gloriosa en el cementerio de Benitorafe, donde nació a la fe por el Bautismo.