obito - muere a los 74 años

Francoise Cachin, la primera directora de museos de Francia

  • La Voz
Françoise Cachin murió en París, a los 74 años, de una enfermedad hereditaria, degenerativa. Con ella muere, posiblemente, una concepción de la cultura como servicio público, que no en vano, por defenderla contra el proyecto del Louvre de Abu Dabi, Cachin sufrió, desde el 2000, el ostracismo en el mundo de los museos. Conservadora, primera en el concurso abierto a historiadores del arte, entre 1969 y 1978 dirige el Museo Nacional de Arte moderno, antes de participar en la fundación del Museo de Orsay, del que se convertirá en primera directora, en 1986. Su estrategia promovió donaciones que enriquecieron los fondos con telas de Bonnard, de Cézanne, de Vuillard... Y las exposiciones en las que participó, las de Manet, Gauguin, Seurat, son tan legendarias como los catálogos y su propia escritura. Primera en todo, Cachin se convertirá en 1994 en la primera mujer que dirija los museos de Francia, redactora luego de una ley de museos que asociará el Estado y las instituciones locales para que, por ejemplo, los alcaldes y otros altos funcionarios no pudieran vender sus colecciones. De casta le venía el arte: su abuelo materno fue el pintor postimpresionista Paul Signac, maestro del puntillismo, a quien rindió homenaje con la redacción del catálogo razonado y una exposición en el Grand Palais para la que anticipó su jubilación en cuatro meses a fin de que no se pudiera mezclar su alto cargo y parentesco. Su amor por Signac, a quien no llegó a conocer, lo explicaba con el calificativo de "único pintor auténticamente libertario". Así, se alzó en el 2007 contra el Louvre de Abu Dabi, con un artículo (Los museos no se venden)que le costó su puesto de consejera artística de los museos nacionales, "una medida profundamente injusta", según la Sociedad de la Historia del Arte francés, que no fue corregida por el ministro de cultura de la época. Cachin nunca temió a la polémica. Directora de los museos, impuso una política de transparencia que se tradujo en luz y taquígrafos en el caso de las obras de arte que los nazis expoliaron a coleccionistas judíos. También, ante una denuncia que tachaba de falsos la mayor parte de los Van Gogh, hizo analizar por laboratorios exteriores los cuadros del pintor de los fondos de Orsay.