El inventor que más vidas ha salvado en los últimos 50 años

Wilson Greatbatch, creador del marcapasos

  • La Voz
Nacido en Buffalo (Nueva York) en 1919, Wilson Greatbatch nunca pensó en dedicarse a la sanidad. Fue un ingeniero e inventor que realizó avances en el desarrollo del primer marcapasos cardíaco implantable, aunque a menudo es reconocido como el inventor del marcapasos en general. Greatbatch falleció el 27 de septiembre en su casa de Williamsville (Nueva York).Era graduado por la Universidad Cornell y la Universidad de Búfalo.Registró más de 350 patentes y fue miembro de la National Inventors Hall of Fame y recibió el Premio Lemelson-MIT en 1996. Según relató él mismo en su libro ‘The making of the pacemaker’ (‘La construcción del marcapasos’), Greatbatch estaba trabajando en un sistema para registrar los latidos del corazón. Pero un error al elegir un componente produjo un fenómeno nuevo: una emisión rítmica de impulsos eléctricos. El genio de Greatbatch se dio cuenta de que ese patrón podía identificarse con el de un corazón. Tras recordar las charlas con algunos médicos en las que estos le explicaban que en el fondo el corazón es un motor que se alimentaba con electricidad, se puso manos a la obra hasta que consiguió el primer marcapasos implantable. Este se probó con éxito en perros en 1958. Lo patentó en 1962. Tras solucionar problemas como la estanqueidad del aparato, se enfrentó a otro que limitaba seriamente su utilización: para que el dispositivo fuera realmente útil debía tener una vida larga, a ser posible más que la del paciente al que iba a ayudar. Y eso no era posible en aquella época porque fallaba la fuente de alimentación, y es que las pilas de entonces apenas duraban dos años. En 1972 llegó con la solución: la creación de baterías de yodo y litio con una larga vida. Con ello se conseguía que el aparato funcionara sin que hubiera que reabrir al paciente para cambiarle la fuente de alimentación.