El autor de ‘Lola de España’ falleció a los 86 años

Ignacio Román, maestro de la copla española

  • La Voz
El compositor malagueño, gran maestro de la copla, ha fallecido en Madrid a los 86 años, informa la Sociedad General de Autores y Editores. Román fue autor de temas como el famoso Lola de España, creado para Lola Flores. Autor de numerosos éxitos de copla, cantados por grandes estrellas (la citada artista Lola Flores, El Fary o María del Monte, entre otros) y musicados por reconocidos compositores españoles y por él mismo, Ignacio Román (Málaga, 1925) era miembro de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) desde 1946, donde tenía registradas 1.624 composiciones. El músico hizo de la copla su forma de vida, un género musical que -en sus propias palabras- definía como "una memoria musical popular que sabe actualizarse sin perder sus señas de identidad, cuenta con extraordinarios intérpretes, y tiene un público incondicional en nuestra piel de toro". Autor y compositor de un gran número de canciones grabadas por grandes artistas de la canción en español, Ignacio Román fue en su juventud actor y autor teatral. En 1946 fundó el Teatro Radiofónico. Dos años después estrenó su primer espectáculo musical, al que seguirían otros muchos. Como productor y realizador tiene una amplia discografía con sellos como Zafiro, Polydor o Marfer. Consejero de la SGAE en tres legislaturas, ha sido también presidente de la Mutualidad de Autores y Editores durante más de diez años. Premio de la Música en 1998 al Mejor Autor de la Canción Española, recibió en 1996 el Premio Ondas por la antología La verdad del cante. Cuenta con una glorieta en su honor en su Málaga natal. En octubre de 2006, el propio autor acudió a la sede de la SGAE en Madrid para presentar Crónicas de la copla, un libro editado por la Fundación Autor. Sus primeros recuerdos se mecen en las calles del malagueño barrio de Capuchinos, huelen a flores y suenan a copla. Estrellita Castro o Imperio Argentina se descubrieron ante él cuando aún era un crío y España se desvivía entre revueltas políticas que acabaron en guerra. "En los campos de mi Andalucía / los campanilleros, por la madrugá / me despiertan con sus campanillas / y con sus guitarras me hacen llorar". Así comienza Román su capítulo Coplas para una guerra civil, escuchando la voz "dulce e inolvidable" de la Niña de la Puebla. De semejante manera viaja por su infancia y su juventud, el fin de la contienda y la posterior represión.