“Lo sentí mucho”

Yo me despedí de él en vida. El ostracismo, debido a la avanzada edad que cuelga en mi espalda, me tiene apartado del mundanal ruido. No me enteré de la triste noticia del fallecimiento de D. Bartolomé Marín hasta este viernes 29 de Octubre, en que nuestro periódico "La Voz de Almería" llena unas páginas con la unánime expresión de doloroso sentimiento que su muerte ha producido en ese amplio sector de la Cultura y el Arte almeriense, en cuyo ámbito tuvo su ardua y generosa trayectoria como también el de aquellos a quienes alcanzó la espiritualidad de su dilatada y profunda labor sacerdotal. Y digo que me despedí en vida, cuando hace tan sólo unos días le visité en su casa en donde aproveché para confesarme con él, argumentándole tal deseo por estar pendiente de una operación quirúrgica que a mi edad conlleva algo más de peligro que cuando se es joven. Le vi algo decaído, aunque nunca pude pensar que su muerte estaba tan cerca. Quedamos en vernos en otra próxima ocasión, que por desgracia ha de ser en esa eternidad por él soñada, y en la que espero y deseo no faltarle.