El hombre que impulsó el desarrollo del CD

Norio Ohga - ex presidente de sony

  • La Voz
Norio Ohga, el hombre que amplió los campos de la compañía Sony al cine y al videojuego, y que fue considerado por todos el padre del CD, falleció el pasado 25 de abril a los 81 años de edad. Presidente del gigante japonés desde 1982 a 1995, bajo su dirección convirtió la empresa, por entonces dedicada a los productos electrónicos, en un imperio de entretenimiento con música, películas y juegos de ordenador. Sony entonces revolucionó la industria de la música con el formato CD Rom en 1982, un artilugio codesarrollado por Royal Philips Electronics que cambió para siempre el universo musical. Norio Ohga había reconocido el potencial del formato de CD de 12 centímetros desde el principio y, habiendo sido cantante de ópera en su juventud, insistió en que tuviera una duración de 75 minutos, para que pudiera caber la Novena Sinfonía de Beethoven sin interrupciones. También dirigió las negociaciones de su empresa con la CBS, que terminaron con la creación del sello discográfico CBS / Sony Records primero, y luego de Sony Music Entertainment. En 1989, justo en la cima de la burbuja económica japonesa, Sony adquirió los estudios de cine Columbia Pictures por 3.400 millones de dólares, lo que la convirtió en una completa multinacional dedicada al entretenimiento. La compra del estudio de cine, sin embargo, todavía es criticado por algunos sectores, y periódicamente aparecen rumores sobre la posibilidad de que sea vendido, mientras los analistas cuestionan si Sony llegará algún día a recibir ingresos que justifiquen el coste. Ohga se había graduado en la Universidad Nacional de Tokio en Bellas Artes y Música, e incluso hizo sus pinitos en la ópera. al contratarlo para Sony, sus nuevos jefes se dieron cuenta de que sus conocimientos en ingeniería de sonido y eléctricos beneficiarán a la empresa. Y no se equivocaron, su formación le permitió apreciar las ventajas del CD. Al retirarse, fue sucedido por Nobuyuki Idei, pero continuó como presidente honorífico hasta el año 2000, y era un alto asesor de la empresa en el momento de su muerte. También fue presidente de la Orquesta Filarmónica de Tokio.