Una persona entrañable que tuvo su paraíso en Almerimar

Juanjo Moreno

Vujadin Boskov- entrenador

  • La Voz
Vujadin Boskov, entrenador del Real Madrid, Real Zaragoza y Sporting de Gijón, entre otros muchos equipos, y seleccionador nacional de Yugoslavia, nos dejó este pasado fin de semana que ha sido realmente trágico para el deporte y para el fútbol. Para muchos, la muerte de Boskov pasará inadvertida, sobre todo para las nuevas generaciones, pero este tipo con facha de duro, aunque entrañable y afable en su interior, también dejará huella en muchas personas, entre las que me incluyo. El que fuera entrenador del Real Madrid entre finales de la década de los 70 y comienzos de la de los 80, tenía una gran vinculación con Almería, de manera especial con Almerimar. En la urbanización ejidense Vujadin Boskov disponía de dos chalets unidos; una mansión llamada “Villa Merengue” en la que residía con su familia durante sus vacaciones y también en las etapas de su trayectoria como entrenador en las que no ejercía. Era su paraíso, como así lo catalogaba sin ningún tipo de dudas; un lugar para descansar aislado de todo y de todos. Cuando el hoy gerente del Getafe, Juan José Melero, amigo personal de Boskov, me comentó un día que el yugoslavo veraneaba en Almerimar, no lo pensé dos veces. Cogí al fotógrafo de La Voz de Almería –donde yo trabajaba en las décadas de los 80 y 90- y nos fuimos a la aventura. Entonces se funcionaba así; no había gabinetes de comunicación ni “citas previas”. Nos plantamos en Villa Merengue, nos identificamos y nos abrió las puertas de su casa de par en par, pero no una, sino hasta en tres ocasiones, tres veranos consecutivos porque era noticia, primero por ser el ex entrenador del Real Madrid, segundo por ganar el Calcio con la Sampdoria y el tercero… el tercero porque era Boskov y un persona encantadora. No eran entrevistas de puro trámite, no; disfrutaba hablando de fútbol, tenía un museo del Real Madrid en su casa que lo mostraba con orgullo y nos sentaba en el jardín de Villa Merengue a tomar el aperitivo, mientras uno de sus imponentes perros se paseaba por los alrededores como supervisando que todo estaba en orden… ¡Como para no estarlo, con el respeto que imponía! Vujadin Boskov dejó huella en mí por su forma de ser y cuando ayer supe lo de su muerte, lo sentí de verdad. ¡Hasta me di su teléfono y lo podía llamar para cualquier cosa!. ¡Boskov, a mí!, ¡Ahí es nada! Nunca olvidaré su típica expresión de “fútbol es fútbol”, una frase tan sencilla como cargada de contenido… Nunca olvidaré las entrevistas con un gran hombre en Villa Merengue, eran como los trofeos que pones en una vitrina, que quedan para siempre. Descanse en paz. Juanjo Moreno, director de Comunicación de la UD Almería.