La bodega ecológica Cortijo El Cura, el reclamo turístico de la Alpujarra

En sus visitas guiadas explican como trabajan con la agricultura ecológica

“Sánchez Vizcaíno” se envejece durante 24 meses en barrica de roble americano.
“Sánchez Vizcaíno” se envejece durante 24 meses en barrica de roble americano. La Voz
La Voz
16:03 • 15 ago. 2018

Bajo la custodia de Sierra de Gádor y saludando al frente a Sierra Nevada se encuentra la Bodega Ecológica Cortijo El Cura, símbolo de sostenibilidad de La Alpujarra Almeriense. Esta empresa, perteneciente a la Familia Sánchez Vizcaíno, se fundó en los años noventa del siglo pasado  con el objetivo de trabajar por una filosofía ecológica y apoyándose en valores tan importantes como el respecto a la naturaleza, la tradición y la cultura local. 



Su estratégica ubicación, la gama de colores mediterráneos cambiante según la estación del año en la que nos encontremos, el olor a romero que emana de su huerto o los espectaculares atardeceres contemplando un cielo con tintes rosáceos y azulados sobre las cumbres de Sierra Nevada, hacen de la finca donde se asienta esta bodega familiar, un lugar único para celebrar eventos inolvidables. Y es que una de las últimas apuestas de esta empresa es la celebración de bodas, comuniones, bautizos o fiestas de empresa. 



Otra de las nuevas iniciativas tiene que ver con el enoturismo y la formación medioambiental, ecológica y cultural, ya que actualmente se ofrecen una amplia variedad de rutas guiadas por la finca y bodega, además de visitas formativas para colegios, centros de Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional y Universidad.



La Bodega Cortijo El Cura ha pasado por  etapas a lo largo de su historia. Comenzaron reviviendo los cultivos tradicionales mediterráneos: la vid, el almendro y el olivo. Los frutos no tardaron en llegar colocando de esta forma en el mercado el primer vino clarete en 1998.  Poco a poco el vino fue dándose a conocer a través de ferias nacionales e internacionales y la oferta de productos fue ampliándose hasta llegar a nueve tipos de vino diferentes en la actualidad



A día de hoy el vino se ha comercializado en varios países europeos y ha llegado incluso al continente asiático. De cualquier forma, esta familia valora la filosofía slow por encima de todo. De ahí que intenten vender sus productos en mercados locales y ecológicos. Además, colaboran con diferentes empresas de la zona contribuyendo de este modo a una experiencia única y de calidad para el cliente, y de unión entre pequeños empresarios alpujarreños, por otro. 



La finca donde se asientan los viñedos tiene la suerte de contar con cepas con más de 50 años de antigüedad que, junto con las más nuevas, proporcionan el carácter tan específico de sus vinos. Además, como les gusta mimetizarse con el entorno, y Almería ha sido  históricamente tierra de uva de mesa, han alojado un parral aunando todas las variedades de uva de mesa tradicionales de nuestra provincia. Sirva esta iniciativa de proyecto de investigación o museo en honor a uno de los productos más típicos de la zona. 



Los vinos de El Cortijo El Cura cuentan con varias certificaciones de calidad que  los avalan. En primer lugar tienen la del Comité Andaluz de Agricultura Ecológica (CAAE) que legitima el origen y la elaboración ecológica de todos sus productos. A ella le acompañan la de Parques Naturales, Calidad Certificada y Sohiscert. Ésta última certifica sus vinos bajo el calificativo “Laujar-Alpujarra”:



La filosofía gica y slow que ha guiado los pasos de la Bodega Cortijo El Cura desde sus inicios, junto con la posibilidad de colaborar con empresas de la zona, han proporcionado a esta empresa familiar los ingredientes necesarios para posicionarse como un referente en educación y preservación medioambiental y patrimonial en la provincia de Almería. 


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