La tradición de la jibia en salsa y un tabernero valen el primer premio

Una jornada apoteósica. Un día de esos que justifica la celebración del Concurso de Gastronomía año tras año (y ya van 24). La ristra de fogones que se desplegaron en el Paseo se convirtieron en el eje fundamental de la mañana de ayer, aglutinando a decenas y decenas de curiosos (más de un ciento si mirásemos el acumulado de todo el día) que quisieron seguir la gran final de este certamen que ya se ha convertido en uno de los más esperados de cada Feria.

Para hacer honor a la verdad, gran parte del mérito de ese éxito de público congregándose tras los límites del escenario tenía mucho que ver con la presencia de  un miembro del jurado tan mediático como cargado de carisma. Y ese no era otro que el cocinero del programa ‘Cómetelo’ de Canal Sur, Enrique Sánchez, que también presenta otro de los espacios estrella de la cadena autonómica andaluza, ‘La Báscula’. 

El popular chef se afanó en contentar a una buena parte de sus fans, firmando libros y haciéndose fotos con los seguidores de su programa, que tuvieron la oportunidad de departir durante unos minutos con él.

Un jurado popular

La presencia del televisivo maestro de los fogones tuvo mucho más que una vertiente popular. Y es que, Enrique Sánchez, aparte de defender con uñas y dientes la candidatura de Almería como capital gastronómica en 2019 con conocimiento y buen tino, supo interpretar el espíritu de un certamen de este estilo. Representó como nadie la filosofía que el Concurso de Gastronomía ha de llevar por bandera con una de sus intervenciones en la que afirmaba que “comer es tan sencillo como divertirse”.

Y vaya que si se divirtió. A pesar de las carencias organizativas que se mostraron evidentes en la falta de participantes y las estrecheces del recinto acotado, el certamen gozó de un nivel que merece la pena destacarse tanto por el entusiasmo de los participantes como por la calidad de sus ejecuciones.

En esta jornada definitiva, los aspirantes debían de elaborar un plato libre y una tapa complementaria. La única premisa recomendable, que no imprescindible, era el uso de productos de la tierra. Un parámetro que, por lo general, se ha seguido durante todo el concurso. 

Una gastronomía almeriense que se dejó notar en el guisillo de cordero y los boladillos de bacalao de Carmen García; la jibia en salsa y el tabernero de Rebeca Ruiz; los fideos con costilla y el gazpacho de José Manuel Vargas; el conejo al ajillo y las alpargatas de Carmen Sánchez; y, en menor medida, en el bacalao confitado con gelatina de tomate y el canelón de mango con langostino de Lidia Guirado; y la hamburguesa crocanti junto al puré de patatas con pollo salteado de David Acosta.

El gran premio final fue a parar, por segundo año consecutivo, a manos de Rebeca Ruiz, que se ha convertido, en apenas dos años, en toda una leyenda de este concurso. A la ganadora la acompañaron el podio Lidia Guirado (la más joven) y Carmen Sánchez, toda una veterana.

Para hoy, otro gran evento gastronómico de mano de los MiniChefs, que tendrán su espacio para demostrar que la buena mano no está reñida con la juventud.