El hierro de Alquife cambia Almería por Málaga tras casi 30 años sin actividad

La resucitada empresa de Minas de Alquife en la zona del Marquesado granadino ha exportado ya desde el Puerto de Málaga 30.000 toneladas de mineral de hierro cuyo análisis ha dado resultados positivos de cara a su comercialización en las principales acerías europeas.

El mineral llegaba el pasado verano a Croacia para su análisis y la empresa de la familia hispano alemana Fauteck-Puche tiene programados ya otros envíos con una producción de 90.000 toneladas.

Las labores mineras en esta comarca granadina están ya a pleno rendimiento. Las voladuras en el Marquesado de Granada comenzaban desde mediados de noviembre en el marco del plan de labores de 2020, que le había permitido avanzar en el inicio de la fase de explotación del mineral de hierro del yacimiento.

En cuanto al plan de labores de 2021 presentado a la Junta, se manejó inicialmente una previsión de extracción de 1,7 millones de toneladas, incluyendo alrededor de 1,5 millones de estéril de mina, entre aluvión y caliza, y unas 200.000 de mineral, con vistas a un aumento de esta cantidad el año que viene.

El Puerto de Almería fue tradicionalmente el destino de este mineral antes de ser embarcado rumbo a Europa. De hecho históricamente, el hierro granadino fue uno de los revulsivos para la construcción del ferrocarril Linares-Almería a finales del siglo XIX y también lo que posibilitó la construcción del Cable Inglés a principios del siglo pasado, así como el Cable Francés. Las quejas ciudadanas en Almería fueron continuas por el temido polvo rojo del mineral en los días en los que soplaba el viento.

De lecho, el  Ayuntamiento de la capital se opuso a que esta actividad resurgiera si no se  hacía a través de una conexión soterrada del tren hasta el Puerto, algo en lo que trabaja la Autoridad Portuaria. 

El Ayuntamiento de Carboneras también se opuso en pleno a la descarga de mineral de Alquife por no se compatible con la actividad turística. La explotación sobre 546 hectáreas ha supuesto la vuelta a la actividad después de casi 30 años en que se cerraron las tolvas.