El exconsejero de Jazztel hace en Burjulú uno de los vinos de moda en España

Ha introducido ‘Caballo Blanco’ en Zalacaín y lo ha dado a probar a Clint Eastwood

El empresario José Miguel García (en el centro) junto a Domingo Haro, su bodeguero en Cuevas.
El empresario José Miguel García (en el centro) junto a Domingo Haro, su bodeguero en Cuevas.
Manuel León
00:05 • 10 sept. 2020 / actualizado a las 07:00 • 10 sept. 2020

Hace quince años se obsesionó con hacer una bodega en el sitio más parecido a la Australia de su juventud. Allí aprendió a hacer vino con unos maestros italianos, en medio de un paisaje desértico. Y un día, comiendo con un amigo inversor, éste le dijo: “José Miguel si quieres hacer vino como si estuvieras en la luna, vete a Almería”. Y agarró su coche hasta dar con Burjulú, anejo de Cuevas del Almanzora, donde compró una finca  en el paraje de Las Cuatro Higueras, para hacer uno de los mejores vinos de España. 



Tres lustros han transcurrido desde ese viaje iniciático al Levante almeriense y ese sueño de Baco, que entonces solo fermentaba en su cabeza, lo beben hoy en el reservado del Restaurante Zalacaín de Madrid y lo ha probado Clint Eastwood. “Le envié unas botellas a través de su entorno, hablé con él y me dijo, textualmente, que le gustaría regresar alguna vez a Almería”, revela José Miguel García, este ingeniero de 58 años artífice de la Bodega Sierra Almagrera, en medio de una paramera que ahora es un vergel donde cultiva uva, naranjos, olivos y aloe vera y que riega con agua del Negratín. Han sido años de espera, de cosechas truncadas, de probaturas y circunloquios, hasta dar con el tinto ‘Caballo Blanco’ que triunfa ‘sotto voce’ sobre los mejores manteles de Madrid. 



La primera añada fue la de 2013, antes de que estuviese la bodega finalizada. “Tuvimos que hacer el vino en una cueva acondicionada donde había un caballo blanco, de ahí el nombre”. Esta bodega cuevana, motivo de orgullo en el Levante almeriense, también produce el ‘Sierra Almagrera’ un vino más afrutado para chatear, con 12 meses en barrica de roble francés, mientras ‘Caballo Blanco’ alcanza los 24 meses. El secreto de este vino pionero es también su bodeguero, Domingo Haro, natural de la zona que llega a dormir con el vino, y del maestro enólogo, Ignacio Figueroa. Sierra Almagrera cuenta con 10 hectáreas repartidas entre Cuevas con uva Monastrell, Laujar con syrah y tempranillo y Antas con garnacha. 



“No hay otro vino en el mundo como este, que fermenta en tierra de fenicios, tan cerca del mar, en un clima tan árido, pero tan protegido por Almagrera, -sentencia orgulloso José Miguel.



Un genio de las telecomunicaciones con alma campesina



Lo del celebrado vino almeriense de José Miguel García, es solo una anécdota más en su carrera de éxitos empresariales. En realidad, su trayectoria profesional ha estado jalonada de luces y de aciertos más que de tropiezos. El ingeniero García, tras regresar de su periplo australiano, donde se formó en la Universidad de Melbourne y donde ejerció como consultor, se convirtió en un hombre fuerte de las telecomunicaciones en España cuando fue designado consejero delegado de Jazztel -la compañía que cofundara en 1998 el almeriense Antonio Cantón, dueño del Hotel Catedral- y fue uno de los impulsores del despliegue de fibra óptica por todo el país. Cuando el gerente de la bodega Sierra Almagrera cogió las riendas de Jazztel, la compañía estaba hundida y después de dos años la vendió a la francesa Orange en 2016 por 3.400 millones de euros. 



Hace poco más de un año fue fichado por Euskaltel, la telefónica vasca, para desarrollar sus redes por toda España bajo la marca Virgin, que se encuentra en plena difusión comercial. El objetivo prosáico de García es conseguir 30.000 nuevos abonados este año. Su reto poético en Almería es que el mejor vino de España tenga denominación de origen ‘Made in Burjulú’.




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