La provincia llegó a tener hasta un total de 14 proyectos de resort

Pueblos como Los Gallardos, Los Vélez, Antas o Turre iniciaron trámites

En 2007, no había municipio almeriense con cierto lustre que no tuviese enjaretado algún proyecto de campo de golf.
En 2007, no había municipio almeriense con cierto lustre que no tuviese enjaretado algún proyecto de campo de golf. La Voz
Manuel León
19:37 • 28 feb. 2020

A finales de 2007, no había municipio almeriense con cierto lustre que no tuviese enjaretado algún proyecto de campo de golf. Alcaldes y concejales se las veían casi a diario con ávidos promotores, con más prisa que pausa, estudiaban con atención escolar los planeamientos locales para ver dónde colocar un cotizado resort. La crisis económica y financiera que vino inmediatamente después arrasó con todos esos felices proyectos ideados en la época del dinero fácil.



El frenazo fue tal que a la vuelta de unos pocos años, de los 14 proyectos que se barajaban en 2007, ninguno terminó saliendo adelante. Tan solo ahora el de Pechina parece que tiene visos de final feliz. Y a la recíproca, la provincia se dejó uno en el camino, el de Macenas Golf, cerrado desde hace años y en concurso.



Almería, no obstante, no fue una excepción: el resto de Andalucía sufrió un pinchazo similar con múltiples proyectos truncados, sobre todo en Málaga y Cádiz.



Los campos de golf tramitados en la provincia hasta finales de 2007 eran los de Gran Canyon, en Sorbas; el grupo murciano López Rejas, entre Los Gallardos y Bédar; Nuevo Cortijo Grande, en Turre, impulsado por el Grupo irlandés Colt; Ballabona Golf, en Huércal-Overa, con capital almeriense y murciano; Fadesa, en Antas, antes de que cayera en picado la inmobiliaria gallega que compró Martinsa; Ródenas -Golf, en Níjar; Las Salinas, en Roquetas de Mar, la Ensenada de San Miguel, en El Ejido; Los Vélez Golf, en un proyecto participado por el arquitecto Gonzalo Hernández Guarch; Hoya Altica y Buenavista, en el término municipal de la capital, cerca del Kilómetro 21 y Mundo Aguilón, en Pulpí, el último que ha sido construido, ya en funcionamiento, junto al clausurado de Macenas Golf, en Mojácar.



El decreto andaluz de ordenación de campos de golf que entró en vigor a comienzos de 2008 y que regula desde entonces esta actividad en la región ya frenó en parte algunas de las iniciativas, puesto que limitaba la construcción de viviendas a 500 en un mínimo de 70 hectáreas. 



El decreto garantiza el acceso público a los campos de golf siempre que se cumplan las normas federativas. Los campos, sin viviendas adosadas, deberán tener una superficie mínima de 20 hectáreas y un recorrido de al menos 9 hoyos. Podrán albergar otras instalaciones deportivas, de ocio y restauración, con una categoría mínima de cuatro estrellas y otros usos de carácter asistencial, sanitario, administrativo o cultural. En materia de medio ambiente, para el uso de agua de riego será preceptiva la autorización del organismo de cuenca.



Almería, en cualquier caso, es aún un territorio liliputiense en cuanto al número de campos de golf -nueve en la actualidad- con una superficie total de 10.000 kilómetros cuadrados. En Málaga y Cádiz se supera con creces esta cifra y también en número de jugadores federados: 22.000 en Málaga, 6.000 en Cádiz y no más de 3.000 en Almería.



Termalia Golf Pechina parece ser el proyecto mejor embocado para hacer crecer estas instalaciones deportivas. Sorbas Canyon es el otro proyecto que no ha tirado la toalla y sigue tramitando los permisos necesarios para iniciar su construcción. 



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