Ponen a la venta el kiosco de los tés del Paseo

Un empresario inmobiliario amplía la gama a rosquillas, aceite y chocolates como último recurso

Yiyo Martínez,  empresario inmobiliario hermano del concesionario, ayer en el kiosco.
Yiyo Martínez, empresario inmobiliario hermano del concesionario, ayer en el kiosco. La Voz
Manuel León
07:00 • 24 ene. 2020

Acaba de salir a la venta, mediante traspaso, ese kiosco estratégico del Paseo junto al que transitan a diario miles de almerienses rumbo a algún comercio, a alguna cafetería cercana o a alguna oficina habilitada en alguno de esos espigados edificios hijos del desarrollismo  del centro de la ciudad. 



El kiosco de los tés, que ha venido regentando el empresario Javier Martínez desde hace casi veinte años, cambiará de manos, aunque antes tiene una última oportunidad de seguir vinculado a la familia: Yiyo Martínez, hermano del actual concesionario y técnico inmobiliario de profesión con oficina en calle Zaragoza, va a intentar ponerlo de nuevo en rentabilidad ampliando la gama de productos a la venta. En la estafeta, donde solo había hasta ahora innumerables variedades de tés, infusiones y adormideras oriundas de todos los continentes, han florecido manufacturas locales como las rosquillas de Alhama, garrafas de Aceite de Lubrín, chocolate de Berja, botellines de cerveza El Cabo o licores caseros y pronto puede ser que vermú almeriense. “Vender solo té parece que no es un buen negocio y vamos a intentar reflotar este comercio ampliando artículos como último recurso antes de traspasarlo”, argumenta Yiyo.



Javier Martínez se quedó con la concesión administrativa de este templete, que linda con la popular cafetería Parrilla Pasaje, hace unas dos décadas, cuanto tomó el relevo de un empresario argentino que vendía prensa y revistas.  Antes aún, fue el kiosco de La Editora Nacional, que regentaba el padre de Marco Rubio, expresidente de la Plaza de Toros, quien tomó el relevo de Antonio Segura. Era ese tiempo en el que la vida del Paseo de Almería fluía a través de esos octógonos plantados como garitas en la acera, en los que se vendían los periódicos de Madrid, los tebeos bélicos o los cromos infantiles o donde se pegaban anuncios decimonónicos por palabras como ‘se vende mula torda, precio a convenir’ o “se ofrece ama de cría’.






Estos primeros templetes, en total casi una docena, fueron diseñados a partir de 1891 por el arquitecto municipal Trinidad Cuartara. El decano es el de Plaza, en cuarta generación.



 

Lugar de paso de miles de personas
El kiosco de los tés está situado en el Paseo Medio, en ese cruce ce caminos con Rueda López, antigua calle de la Vega. Lindando con el tenderete, bajo ficus podados como bonetes, están la sillas y las mesas de la terraza del Parrilla Pasaje que abriera en 1974 Juan Sánchez Pérez, ‘el rey del Sherigan’, tomando el relevo del Bar Pasaje, de Luis León, lindando con la que fue la consulta del doctor Manuel Martínez del Pino. Donde está ahora la óptica y la farmacia colindante, estuvo a principios del siglo XX, el bar El Porvenir, rodeado de palmeras. 





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