Aguas del Almanzora, la sociedad que integra a más de 10.000 regantes de esta cuenca almeriense y que tantas penurias por falta de agua sufre en los últimos meses, se ha consolidado como uno de los principales productores de arroz de Andalucía.
La última campaña ha vendido cerca de trece millones de kilos íntegramente a la arrocera Herba integrada en el gigante Ebro Puleva. Por esta cosecha, obtenida en las marismas del Guadalquivir, ha facturado en torno a 3,6 millones de euros.
La historia de esta presencia almeriense en tierras arroceras sevillanas arranca en 2006 cuando Aguas del Almanzora protagonizó la primera compra de derechos de agua de regadío en Andalucía para abrevar 24.000 hectáreas de cultivo en el Levante y Norte de la provincia de hortalizas bajo plástico, al aire libre y cítricos. Cuentan desde entonces con 1.500 hectáreas de tierras en el Guadalquivir bajo lo que le proporciona unos derechos de 15 hectómetros de agua, aunque con la sequía no ha podido trasvasar este agua hasta la cuenca del Almanzora.
En los años hidrológicos en los que hay excedente en las marisma sevillana para el arrozal, los regantes almerienses pueden disponer de caudal para regar en el Almanzora a través del Trasvase del Negratín.
España es el primer productor de arroz de la Unión Europea, Andalucía es la primera Comunidad y Sevilla la primera provincia española.
Aguas del Almanzora tiene posibilidad de contar también con un máximo de 50 hectómetros cúbicos de agua de la cuenca del Guadalquivir, a través del Negratin una parte destinada a abastecimiento, cuyo Trasvase acaba de reiniciarse después de siete meses interrumpido por la sequía.
La compra de los arrozales sevillanos por parte de Aguas del Almanzora fue realizada a la familia Hernández Barrera, fundadora de la arrocera Herba y socio de Ebro Puleva, por algo más de 40 millones de euros con el respaldo financiero de Cajamar y Unicaja. La superficie de los agricultores almerienses, 1.500 hectáreas, representa el 5% de todo el arrozal existente en las marismas sevillanas. En las marismas, el proyecto inicial de Aguas del Almanzora no era la propiedad de la tierra, sino hacerse con los derechos sobre el agua.
El caudal que llega al Almanzora, con cargo a los arrozales sevillanos, se detrae del embalse del Negratín que está conectado a través de 120 kilómetros de tubería con la zona almeriense. La operación de compra de arrozales lleva aparejado un traspaso también a los propietarios almerienses de los derechos sobre ayudas comunitarias.
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