La Junta busca profesores para la escuela de pastores que intenta recuperar el oficio

Es una de las profesiones más antiguas de la historia y cada vez quedan menos

Los pastores atraviesan por un momento crítico
Los pastores atraviesan por un momento crítico
Antonio Fernández
01:00 • 13 abr. 2017

La Escuela de Pastores echa de nuevo a andar; es un intento de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de evitar la desaparición de uno de los oficios más antiguos, pero que atraviesa momentos difíciles debido a factores climáticos y económicos.




Si hace dos años la Escuela se organizó en la comarca almeriense de Los Vélez, este año se ha ido a Santiago-Pontones, en la provincia de Jaén. La Junta ha anunciado, no obstante, la puesta en marcha de una serie de cursos, con veinte plazas disponibles, para convertir en profesores a pastores profesionales que ejercen su actividad en Andalucía.




Los objetivos
Los objetivos de esta actividad son varios, entre ellos el de buscar fórmulas que mejores la rentabilidad de una actividad difícil por su exigencia. Pero además se trata de evitar la desaparición de razas autóctonas en peligro de extinción, y de promocionar una actividad que incide en la conservación de los espacios naturales, ya que la ganadería extensiva realiza una importante labor en el mantenimiento del paisaje y de las tareas de cortafuegos, ayudando a la prevención de los temidos incendios forestales.




Para los pastores estos son tiempos difíciles porque la industria cárnica o lechera no paga lo suficiente como para permitir que las rentas se mantengan en un nivel adecuado para el mentenimiento de la actividad, y porque los últimos años han sido especialmente duros en el campo a causa de una sequía que ha obligado a los pastores a comprar alimento para el ganado e incluso agua para poder darles de beber.




Pocos y mayores
Así las cosas en la provincia de Almería sobreviven aún unas pocas decenas de pastores de los de antes, los que trasladan en los meses de calor a sus rebaños a las sierras más altas en busca de agua y pastos. Antonio Segura, pastor de Velefique, afincado en Castro de Filabres, afirma que cada año es más difícil “porque no llueve en condiciones; aquí cuando empieza a llover es fiesta, es alegría y la promesa de un año lleno de prosperidad”.




Relevo generacional
Andrés Fajardo, de Vélez Blanco, o Juan Andrés Serrano, de María, han sido profesores de la Escuela de Pastores en varias ediciones. Confían en que con esta iniciativa los jóvenes puedan acercarse a una actividad dura, “pero bonita” y dar el relevo a los mayores. Serrano aseguraba a este periódico que, ciertamente, se trata de un trabajo muy duro. Hay pocos jóvenes con interés en hacerse pastores y si se mantiene es gracias a los inmigrantes






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