Yves Rocher y Chanel salen de compras en Níjar

La empresa gala Sophim produce en Almería ingredientes para grandes  fabricantes de cosméticos

Raúl heredia, director general de Sophim Iberia, junto a clientes japoneses, en Níjar.
Raúl heredia, director general de Sophim Iberia, junto a clientes japoneses, en Níjar.
Manuel León
23:35 • 01 jul. 2016

Quién diría que uno de los ingredientes indispensables de la crema facial que utiliza Doña Sofía, la reina emérita, o la primera dama americana Michele Obama o los actores más coquetos de Hollywood, se fabrica en un páramo de Níjar.




Es decir, que un pueblo almeriense, legendario por el torno y los telares, es el primer productor mundial de escualeno, un antioxidante vegetal presente en el aceite de oliva y uno de los mejores aliados de los productos cosméticos que fabrican marcas glamurosas como Yves Rocher, Chanel o Deliplus, la marca blanca de Mercadona.




La historia de esta paradoja industrial principia cuando en julio de 2014, el grupo francés de elaboración de ingredientes naturales para maquillajes y afeites, Sophim, con sede en Peyruis, adquirió las instalaciones de la planta de biodiésel de Níjar, en el paraje nijareño de Los Pilarejos, realizando una inversión superior a cuatro millones de euros.




Shopim Iberia, dirigida por Raúl Heredia, exdirectivo de Cajamar, cuenta con 18 trabajadores en la planta que genera un tráfico de más de 1.200 toneladas de productos mensuales. Tras su proyecto de investigación de concentración de escualeno patentado, está realizando pruebas industriales de concentración de vitamina E de origen natural a partir de ácidos grasos, siendo la única planta de Europa con capacidad para realizar esta concentración.




La compañía produce también biodiésel, como complemento de su actividad principal orientada a cosmética, que comercializa íntegramente a operadores petrolíferos en España. Heredia explica que “la actividad que se realiza en Níjar es pionera a nivel mundial en este segmento de negocio de los ingredientes naturales para la cosmética”. Cuenta, para ello,  con el apoyo de la matriz del grupo que acaba de cumplir veinte años y que tiene redes comerciales establecidas con las principales multinacionales fabricantes de productos de belleza. Para la elaboración del cotizado escualeno, Sophim adquiere ácidos grasos en refinerías, entre otros principios activos.




Níjar es la sede del Grupo en la Península Ibérica y cuenta también con oficinas de representación en Barcelona. La primitiva planta de biodiésel de Níjar se empezó a diseñar hace ahora una década. Tras unos años, uno de los socios, la empresa pública Egmasa, decidió abandonar el proyecto y vendió el 40% de la sociedad denominada Albabío a Cajamar, que inició los trámites para buscar un socio industrial que encontró en la familia Margnat, propietarios de Sophim.




El biodiésel tuvo cierto auge en la provincia con varias plantas de producción en Níjar, Vera y Almería, pero, por ahora, no ha cumplido todas las expectativas trazadas.




La planta nijareña, que ahora es propiedad de la multinacional gala, se promovió con la idea de aprovechar los aceites usados y las grasas animales para su transformación en combustible verde, con una producción de 6.000 toneladas anuales. En 2009, Albabío, la empresa promotora, tuvo que parar actividad ante la caída de precio. 
 



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