Ni el poniente pudo con la intensa salida del Nazareno

La Plaza Circular, abarrotada a pesar de la tarde fresca y ventosa

Manuel Morales
00:02 • 30 mar. 2018

Ni el fuerte viento de poniente que llegaba del mar, muy embravecido, pudo con la intensa tensión que se ha producido en la salida del paso del Nazareno debido a la dificultad bajo los arcos del templo. Pero tras dos intentos, los costaleros, como un sólo corazón, han conseguido sacarlo con fuerza y coraje. Esta cofradía ha salido a la calle por primera vez bajo el título ‘Muy Antigua e Ilustre’ para orgullo y satisfacción de los cofrades. 



Minutos antes de la salida, el consiliario pedía silencio para que los capataces pudieran llevar a cabo sus maniobras y situarse en el centro del templo para la salida.



A la hora señalada, el diputado golpeaba en la puerta de la Iglesia para sacar a la hermandad a la calle y comenzaban los nazarenos a salir ante una gran expectación ya que la Plaza España estaba a reventar de público.



Poco después iniciaba la maniobra de salida el paso de la Santa Mujer Verónica cargado por portadoras de paso a estilo malagueño, vistiendo túnicas. 



Despacito y con paso nazareno fueron tomando la calle, agachándose un poco y luego a tierra para salvar los dos obstáculos de la salida. Anteriormente, la antigua capataz Loli Espinosa, con lágrimas de emoción, realizó una llamada.



Ya estaba en el umbral de San Antonio Jesús Nazareno para iniciar una salida que estuvo rodeada de una intensa tensión, ya que es muy dificultosa. Por la puerta del templo tuvieron que agachar y, casi de rodillas y muy despacio, salvaron la puerta. Luego llegaban los arcos de la parroquia donde, tras un buen inicio de la maniobra, al final se vino la delantera abajo y la trasera quedó más alta; pero en un segundo intento, con mucho coraje y templanza del capataz, consiguieron salir con el empuje de los corazones de los costaleros como uno solo. 



Una vez en la calle, mientras recibían un fuerte y prolongado aplauso, caía una lluvia de pétalos de flores a la vez que los costaleros respiraban y tomaban fuerzas para continuar su camino. 



Mientras las costaleras de la Virgen de La Amargura se introducían debajo para afrontar igualmente su salida -lo hicieron con la dificultad propia de la altura de la corona de la Virgen y la altura de la puerta- despacio, agachándose un poco, pero fue una salida limpia y rápida.


Pero aún tendría que llegar lo peor, el fuerte viento que se notaba por calle José Morales Abad y sus confluencias en el Paseo Marítimo, donde tanto la Verónica como el Nazareno llegaron a tambalearse. Incluso, a algunos nazarenos se les dobló el capirote, entre otras molestias.


Genial el Encuentro en Plaza Circular, en cuyos prolegómenos el coro Emilio Carrión interpretó el Miserere. Luego cantarían unas saetas Antonia López y El Niño de las Cuevas.



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