La Misa Crismal y las procesiones marcaron un gran Miércoles Santo

El Casco Histórico se convirtió en el centro de la piedad popular con las cuatro hermandades

Adolfo González Montes, obispo de la diócesis, consagrando los Santo óleos.
Adolfo González Montes, obispo de la diócesis, consagrando los Santo óleos. JA Barrios
Juan Antonio Barrios
03:13 • 29 mar. 2018

Tras el impresionante recogimiento vivido la noche del pasado Martes Santo, donde la Hermandad juvenil del Perdón, con su Vía Crucis invitó a los almerienses al recogimiento, oración y meditación, llegó el día grande en la diócesis almeriense de San Indalecio, con los cortejos procesionales de las Cofradías del Prendimiento, Calvario, Estudiantes y Macarena, que se celebraron a lo largo de la tarde-noche y como centro de la piedad popular el Casco Histórico de la ciudad.



Junto a estas impresionantes Estaciones de Penitencia, el Miércoles Santo en Almería lo abrió uno de los actos más importantes para el conjunto de la cristiandad diocesana, la Misa Crismal que presidió el obispo de la diócesis, Adolfo González Montes; y donde contó con la asistencia de todo el clero diocesano.





“La Misa Crismal es la misa que se expresa todo el misterio sacramental de la Iglesia. Hay que tener en cuenta que la bendición del óleo de los enfermos y del óleo de los catecúmenos o la consagración solemne del Santo Crisma es el punto de partida de la dispensación de los sacramentos del Bautismo, Confirmación, de la Santa Unción y naturalmente, de la Consagración, tanto del obispo como de los presbíteros. También el Santo Crisma es el medio sacramental por el que consagramos el Altar”, señaló a La Voz el obispo de la diócesis, Adolfo González Montes. 



Rememorar que esta Misa Crismal que acogió la Catedral tiene como fin el “tener la materia sacramental que después permite dispensar los sacramentos durante todo el año”, expresó el prelado. 



Durante su homilía, González Montes exhortó al clero “a que los reciba solemnemente en cada una de las iglesias de la diócesis, en la misa de la tarde del Jueves Santo, que es un momento, además, muy hermoso. Es de destacar que también se expresa la comunión en la misma realidad sacramental del orden, es decir, del ministerio pastoral, porque los presbíteros y diáconos, en torno al obispo, concelebran esta Santa Misa. Ahí se expresa que el presbiterio diocesano es uno. Es un ejercicio colegial. Tiene un sentido de comunión absolutamente singular y al mismo tiempo, los sacerdotes renuevan las promesas bautismales”, concluyó Monseñor González Montes.





Exhortación a los laicos y religiososHe exhortado a los laicos, a los religiosas y las religiosas a que no dejen de orar por los pastores, porque si no tenemos pastores....”, dijo el obispo Adolfo González.

La emoción del acto se transmitió a todos los asistentes que llenaban la Catedral y en muchos casos, llegados desde distintos puntos de la geografía provincial.


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