Trabajando por Pasión

Mª Carmen Pantoja lleva tres décadas ligada a la corporación del Lunes Santo

Mari Carmen Pantoja es hermana de Pasión desde sus inicios.
Mari Carmen Pantoja es hermana de Pasión desde sus inicios. La Voz
Lola Haro
22:15 • 25 mar. 2018

Decir el nombre de Mari Carmen Pantoja es pensar automáticamente en la Hermandad de Pasión. Su nombre y, lo que es más importante, su trabajo constante a lo largo de tres décadas está y estará permanentemente ligado a esta corporación del Lunes Santo. Mujer con carácter, fuerte y trabajadora incansable, así es como cualquier persona que la conozca la describiría. 



Sus raíces cofrades las encontramos en los años setenta, cuando por su padre y por otras vinculaciones personales tomó contacto con la Hermandad de Estudiantes. Rápidamente pasó a formar parte de su junta de gobierno. Allí es donde conoce el mundo cofrade, el trabajo que conlleva una hermandad y la responsabilidad que acarrea. 



Pasó tiempo y en los años noventa, un grupo de personas decidieron crear una nueva hermandad para la ciudad. Este idea inicial terminaría fructificando profusamente en la actual Hermandad de Pasión. Mari Carmen formó parte de este grupo fundacional y a día de hoy sigue siendo miembro de la junta de gobierno y trabajando incansable cada día por y para su cofradía. Ha sido la primera mujer en ostentar el cargo de hermana mayor en Pasión, desempañando este cargo desde el año 2010 hasta el 2016, aunque siempre ha estado plenamente integrada en la misma con independencia del cargo desempeñado, siendo lo más importante para ella el esfuerzo dedicado en cada momento que ha hecho falta a lo largo de la existencia de la corporación. Efectivamente es esa palabra, trabajo, la que Mari Carmen no deja de repetir incansable cuando es preguntada sobre su día a día. 



Por tanto, hablar de Mari Carmen es hablar con una persona que ha hecho con sus propias manos una cofradía desde su nacimiento hasta llevarla al punto en el que se encuentra en la actualidad. Poco a poco, ha ido dejando su impronta a lo largo del tiempo, pues, por ejemplo, dice que considera muy importante que las hermandades caminen con paso lento pero firme, que realicen buenas inversiones en su patrimonio para evitar tener que ir rehaciendo cosas constantemente y poder así caminar siempre de frente y con paso firme. 



Recaudar fondos Sin lugar a dudas Mari Carmen Pantoja vive por y para su hermandad. Trabaja sin descanso para recaudar fondos que les permitan seguir avanzando siguiendo la línea marcada por la corporación. Vende lotería, papeletas, arregla  túnicas y, muy pronto, la podremos encontrar ente fogones durante las cruces de mayo. 



Durante la Cuaresma, las mujeres de la hermandad pasan las tardes entre túnicas y capirotes, probándolas a todos los que quieren realizar estación de penitencia con ellos. Su primorosa entrega hace que entreguen todas y cada una de las mismas con el bajo perfectamente ajustado a la medida del demandante en el mismo momento en que acuden a llevársela. Todo es cuestión y de trabajo y de cuidar los detalles para que el Lunes Santo la hermandad luzca en la calle lo más uniformada posible. 



Y cuando llega este día, a Mari Carmen le gusta ponerse la mantilla y para estar lo más cerca posible de la imagen de María Santísima de los Desam­parados, aunque también ha vestido el hábito de nazareno en algunas ocasiones.



El entorno

Otro de los puntos que considera importantes para el buen desarrollo de una hermandad dentro de un barrio es el establecimiento de relaciones con el entorno donde se encuentre. Por ello, una de las apuestas firmes que llevan a cabo en Pasión y de la que ella es convencida defensora, es estrechar las relaciones con el barrio, realizando para ello variadas actividades con la asociación de vecinos del barrio de Oliveros. Otro de los motivos de orgullo de Mari Carmen es ver cómo la semilla que plantaron un grupo de amigos hace ya más de veinte años, ha echado fuertes raíces en el mismo, ya que en los últimos años una gran cantidad de niños y un nutrido grupos de jóvenes ha entrado con fuerza en la misma. Mari Carmen se siente satisfecha con esta nueva “hornada” que será la encargada de seguir luchando y se muestra contenta al ver como se combina la veteranía de los fundadores con la sabía nueva que llega. 


Cuando termine esta Semana Santa, Mari Carmen seguirá trabajando a diario junto al resto de sus hermanos cofrades para encarar los nuevos proyectos que tiene su hermandad. Y eso reside su mérito: no decaer en su entrega hacia lo que disfruta y en lo que cree.


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