La crisis del coronovaris está costando 3.000 por ciudadano, según un economista

Alejandro Esteller, catedrático de Economía, considera que las medidas “se tenían que hacer”

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Imagen de archivo. Europa Press
Cadena SER
21:28 • 31 may. 2020

Los impuestos será el foco de debate después de salir de la crisis sanitaria del coronavirus. España superó en 2018 la media fiscal de la OCDE por poco. El país alcanzó casi el 35,5% del PIB, lo que supone casi cinco puntos por debajo de la media comunitaria. Cuando se salga de esta pandemia, el gobierno apostará por equiparar en materia fiscal a España con los países del entorno, según informa la Cadena SER.



Asimismo, el catedrático de Economía de la Universidad de Barcelona, Alejando Esteller, estima que ha costado unos 3.000 euros por cada ciudadano, y que las medidas llevadas a cabo "era algo que se tenía que hacer" durante el estado de alarma.



Esteller, cree que el sistema fiscal español está "desapuntalado" porque dejamos pendiente las "facturas fiscales" desde 2014 (el año en el que volvimos a la senda de crecimiento económico). Dicho de otra manera: en época de expansión ingresábamos menos de lo que gastábamos. Y ahí reside el mayor problema: si llega una nueva recesión el déficit será aún mayor y la deuda crecerá exponencialmente. Hace falta recaudar más, pero, ¿es posible igualarnos con nuestros socios europeos en presión fiscal subiendo los impuestos sólo a las rentas más altas? Esteller sostiene que no.



Aunque concide en el diagnóstico de que "lo principal ha de ser la recaudación", el economista defiende que "solo con subir los impuestos a las clases altas no podemos solventar la debilidad de nuestro sistema fiscal". Es decir, para Esteller –a excepción de las rentas más bajas– la subida de impuestos "tiene que afectar a todas las capas sociales".



Esto implica que rentas medias, altas y muy altas van a tener que soportar una mayor presión fiscal. De hecho, se atreve con una cifra: tendría que subirse los impuestos a los que ganan más de 25.000 euros de salario íntegro anual. "España es lo que es que es. El 50% de la población española declara por debajo de ese importe", explica.



El fraude fiscal



Nueve de cada diez españoles cree que hay bastante o mucho fraude fiscal en nuestro país. Y, aunque el profesor reconoce que siempre existe el riesgo de que la economía sumergida y la evasión y el fraude fiscal crezcan durante una crisis, asegura que las estimaciones no son suficientes.



"No hay estadísticas oficiales de fraude fiscal. La anécdota del recibo del pintor o la del taller mecánico la elevamos a hechos consumados, como si ocurriera igual en las grandes cifras, y eso no lo podemos saber. Me gustaría que el gobierno diera cifras oficiales para salir de cuentas y que no hubiera dudas", reclama el economista.


Ni siquiera solventar un hipotético fraudre fiscal del 22% sería la salvación. "Para poder solucionar los siete puntos de presión fiscal que cita el Gobierno para acercarnos a la media europea, habría que reducir a cero el fraude fiscal y eso es imposible", sentencia.


3.000 euros por persona

"Lo que se ha hecho hasta ahora (ERTEs, incrementar el gasto sanitario, avales públicos...) era algo que se tenía que hacer. Es el momento de que el déficit y la deuda pública hagan su efecto. Nos hemos endaudado, no podíamos hacer otra cosa. Eso no nos debe preocupar, siempre que ha habido un shock ha pasado. La cuestión es cuándo pagaremos esta factura y por ahora no es urgente". En esta línea optimista, el experto apunta tres aspectos: los tipos de interés son bajos, la prima de riesgo no se ha disparado y la Comisión Europea parece que nos está apoyando.


Esteller ha hecho una estimación de cuánto dinero hemos perdido cada ciudadano con la crisis del coronavirus: 3.000 euros por persona. Asegura que en realidad el cáculo es muy simple: ver cuánto ha aumentado el déficit público, que se tiene que financiar con deuda. Así, el pasivo de cada español habría aumentado en 3.000€ y, por ejemplo, una famlia con cuatro miembros, sería 12.000 euros más pobre.


"El lado positivo es que hemos puesto en valor el sector público y esos 12.000 euros han servido para dotarnos ante la pandemia de una estructura para recuperar a las personas, a los pequeños negocios, etc.", afirma.


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