A disposición judicial los acusados de apuñalar a un alumno del IES de La Cañada

La Policía Nacional ha puesto la mañana de este sábado a disposición judicial a los dos menores de 16 y 17 años acusados de apuñalar a un alumno de 15 años del IES Sol de Portocarrero de La Cañada el pasado jueves. La Policía ha calificado provisionalmente los hechos de tentativa de homicidio. 

Como ya ha informado este diario, los dos detenidos se colaron junto a una mujer en el instituto pasadas las 10,15 horas del jueves para dirigirse hacia las pistas deportivas, donde en ese momento se encontraba la víctima, un chico marroquí que estudia segundo de ESO.

El agredido había mediado un día antes en una pelea entre otros jóvenes por el robo de un teléfono móvil y los tres agresores acudieron al centro para recriminarle su actitud. Según testigos, uno de los agresores golpeó al alumno y el otro le apuñaló en el abdomen. La víctima cayó al suelo sangrando y tuvo que recibir los primeros auxilios por personal del instituto hasta la llegada de una ambulancia que le trasladó al Hospital Torrecárdenas, donde fue operado esa misma mañana, para pasar a planta por la tarde, donde estuvo acompañado por sus familiares.

Los dos presuntos agresores, uno de ellos ex alumno del mismo instituto de La Cañada, han quedado a disposición de la Fiscalía de Menores de Almería, que ahora habrá de resolver, dentro de las 48 horas a partir de la detención, sobre su puesta en libertad, y sobre la incoación del expediente, para a continuación ponerlos a su vez a disposición del Juez de Menores competente e instando las oportunas medidas cautelares.

Las medidas cautelares previstas legalmente pueden consistir en internamiento en centro en el régimen adecuado, libertad vigilada, prohibición de aproximarse o comunicarse con la víctima o aquellos de sus familiares u otras personas que determine el juez, o convivencia con otra persona, familia o grupo educativo, todo ello durante un plazo máximo de duración de seis meses prorrogable por otros tres. 

Seguridad

Tras este suceso, tanto padres de alumnos como los profesores del instituto han reclamado a la Junta medidas de seguridad adicionales para el centro, y sobre todo la contratación de un vigilante jurado que esté presente a diario durante toda la jornada escolar.

Sin embargo, de momento la Junta se niega en redondo a esta posibilidad, al entender que este tipo de medidas no son adecuadas para los centros educativos. Educación ha calificado lo sucedido como un hecho aislado, pese a que padres y profesores aseguran que las peleas y los conflictos son habituales en el centro y se producen casi a diario.

Profesores del instituto han informado a este diario de que los estudiantes del centro también reclaman más medidas de seguridad para impedir que personas ajenas a la comunidad educativa puedan acceder a él de una forma tan fácil como el jueves y puedan agredir a cualquier alumno. Y han asegurado que estudiantes de Bachillerato estudian emprender movilizaciones para pedir un vigilante.