Fernández-Pacheco: “Llegó la llamada del presidente y decidí subirme al tren“

El portavoz y consejero de Sostenbilidad cree que del Algarrobico “nadie puede estar orgulloso”

El portavoz del Gobierno andaluz y consejero de Sostenibilidad posa en la delegación del Gobierno de la Junta.
El portavoz del Gobierno andaluz y consejero de Sostenibilidad posa en la delegación del Gobierno de la Junta. Juan Sánchez
Antonia Sánchez Villanueva
09:00 • 31 dic. 2022

La mayoría absoluta de Juanma Moreno en las elecciones andaluzas del pasado junio le cambió la vida al que por entonces era alcalde de la ciudad de Almería y hoy portavoz del Gobierno andaluz además de consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul. Su por entonces ya estrecha relación política y sintonía personal con el presidente andaluz -era portavoz del PP andaluz- hizo que la influencia y el peso político del almeriense Ramón Fernández-Pacheco se multiplicara por varios enteros hasta colocarse en el mismo centro del poder autonómico. 



Pero Fernández-Pacheco, que en estos meses se ha aplicado intensamente con la peliaguda materia que le ha tocado en suerte gestionar, recorre toda Andalucía de norte a sur y de este a oeste, y comparece cada semana a poner voz y cara a las decisiones del Gobierno andaluz, sigue fuertemente vinculado a Almería: "es la ciudad de mi vida". Aquí sigue su familia y aquí regresa a cada oportunidad. En esta entrevista, el consejero y portavoz habla sobre las políticas de Sostenibilidad y Medio Ambiente que ahora son su responsabilidad y sobre su nuevo papel político. 



Termina el año, es tiempo de balances. ¿Cuál es el suyo, personal y politico?



Bueno, ha sido un año de cambios drásticos en mi vida. Si alguien me dice hace un año que yo iba a estar viviendo en Sevilla, que no iba a ser alcalde, que iba a ser el portavoz de la Junta de Andalucía en un gobierno de mayoría absoluta de Juanma Moreno, probablemente me hubiera reído. En mis planes no entraba dejar la alcaldía, pero llegó la llamada del presidente, yo sé que él confía en mí, y decidí subirme al tren. Los políticos tenemos que tener claro que ningún puesto es vitalicio y yo siempre he pensado que es mejor irse a que te echen y eso es lo que he hecho, irme cuando he entendido que me tenía que ir y dejar a una magnífica alcaldesa. Por cierto, que lo está haciendo muy bien. 



En la última entrevista que tuvimos, repetía que Sevilla no estaba en sus planes. ¿Qué le dijo el presidente para que donde dije digo, digo Diego? 



Pues mira, yo tengo una relación muy estrecha con el presidente desde hace ya mucho tiempo. El día que tomé posesión como alcalde en noviembre de 2015, en primera fila estaba Juanma Moreno, que por aquel entonces era líder de la oposición en Andalucía. Con él he sido el portavoz del PP andaluz, he sido secretario general del PP, tengo una relación muy estrecha y de mucho respeto en lo profesional. Él me llamó, me dijo que yo formaba parte de su proyecto para Andalucía y como confío mucho en él, le dije que sí. No me dijo nada en especial, salvo cuento contigo, y dije “cojo las maletas y voy para allá”. 



Con esa mayoría absoluta, ¿se corre el riesgo de vivir en el Consejo de Gobierno demasiada euforia? 



Evidentemente se corre el riesgo. Es muy fácil pensar que la mayoría absoluta es una patente de corso. Pero el presidente es especialmente incisivo en recordarnos todos los días que nosotros lo que tenemos es la confianza prestada de muchísimos andaluces. Quien piense que los 58 diputados son fruto del votante tradicional del PP, se engaña a sí mismo. Hay muchas personas que probablemente nunca habían pensado en votar al PP que decidieron prestarle la confianza a Juanma Moreno, en primer lugar, y al PP de Andalucía, en segundo lugar. Y esa confianza no se puede defraudar. Por eso no paramos de negociar, de pactar. La intención del gobierno es la de seguir pegado al suelo. 


¿Ese perfil es el que también conviene al PP a nivel estatal? 

Si tuviera que destacar una virtud de Juanma, es que sabe leer muy bien a la sociedad para la que gobierna. Eso le hace tener discurso propio, alejado del dogma del partido a pie juntillas, y eso es lo que le da credibilidad. Creo que el 19 de junio pasó exactamente eso. La gente votó a Juanma Moreno como una persona que trasciende a los partidos y eso es algo muy bonito, pero también una gran responsabilidad para él y para los que le acompañamos en este viaje. 


¿En Génova se debería escuchar más a un perfil así? 

Bueno, creo que nunca se ha escuchado tanto a Juanma como ahora. Él tiene una sintonía total y absoluta con Alberto Núñez Feijóo. La voz de Juanma está muy presente en el discurso nacional. 


¿Más sintonía que con la presidenta madrileña?

Bueno, no lo sé. Yo creo que el PP ha sido grande cuando ha sido capaz de representar todas las sensibilidades a la derecha del PSOE. Ahí es cuando es el PP de la mayoría absoluta. El PP no es más que la confluencia de muchos partidos pequeños que deciden unirse en un gran proyecto de centro derecha. A mí me dan bastante miedo los partidos que solo tienen una voz. Ese juego democrático tiene que existir en el debate interno, en el PP no todo el mundo piensa igual y eso es muy bueno. 


¿La Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul es un bombón o un cáliz amargo? 

Es una consejería muy bonita y muy importante. Toda la actividad del hombre tiene una incidencia sobre el territorio, sobre la biodiversidad y, por tanto, todas pasan en algún momento por la Consejería. Nosotros informamos absolutamente todo. Soy consciente de que estoy en una consejería en la que muchas veces hay que decir que no. Otras muchas hay que decir un pero y otras hay que lanzar proyectos importantes. Estoy aprendiendo mucho. Yo no era la persona que más sabía de Medio Ambiente de Andalucía, pero tengo la intención de rodearme de los que más saben y de trabajar mucho para garantizar el futuro. 


Muchas veces los informes de Medio Ambiente paralizan proyectos, ¿su agenda de prioridades cambia algo en ese aspecto? 

Nuestra hoja de ruta no pasa por flexibilizar los niveles de conservación en absoluto. La Consejería tiene como prioridad absoluta la conservación del medio ambiente y todo lo que vaya en contra tendrá enfrente a esta Consejería. Pero cuando hablamos de sostenibilidad hablamos de que el desarrollo económico no confronte con la conservación. Ahí está el equilibrio. El objetivo no es que lo que ahora es ‘no’ se convierta en un ‘sí’, el objetivo es decirlo más rápido, y para eso hay que cambiar la estructura, probablemente habrá que cambiar normativa. Y en eso estamos, porque eso da seguridad, y es una manera de apoyar la inversión. 


¿Qué marrones tiene la Consejería en Andalucía?

Andalucía es la comunidad autónoma con más terreno protegido de España, la que más hectáreas de reserva de la biosfera tiene, la que más parques naturales, la única que tiene tres parques nacionales. Es maravilloso, no es un problema es una gran riqueza. En ese nivel de protección existen controversias y todas vamos a intentar solventarlas. Estos días se está hablando mucho de Doñana... 


¿Es su principal problema? 

Uno de los principales, porque Doñana es Patrimonio de la Humanidad. Es una joya medioambiental que no es ajena al cambio climático, que lo está pasando mal. Por eso siempre hemos defendido que lo razonable era dejar de tirarnos Doñana a la cara y empezar a trabajar juntos. Ayer (por el miércoles) dimos un paso bueno. Problema va a haber siempre, porque el conflicto entre el desarrollo económico y la conservación va a existir y esta consejería estará en encontrar el equilibrio. 




¿Y en Almería?

En Almería hemos tenido el episodio de las Salinas de Cabo de Gata, que sucedió antes de que yo llegara a la Consejería, pero que hemos gestionado desde que entré yo. Creo que hemos sido absolutamente diligentes para darle solución. Sobre ese tema se ha hecho mucha demagogia buscando un rédito político que yo ni entiendo ni comparto. Estoy seguro de que en las primeras primeras semanas de 2023, si la empresa cumple, tendremos el problema solucionado. Y luego tenemos el sempiterno tema del Algarrobico. Como creo que nadie se puede sentir orgulloso de la historia del Algarrobico, lo que va tocando es que le demos una solución definitiva. Ahora la Justicia ha dicho que es el Ayuntamiento de Carboneras el que tiene que mover ficha. A día de hoy no tenemos noticia de que haya hecho nada. 


¿Se le ha pedido? 

Se lo ha dicho la justicia. 


¿La Junta no le ha instado? 

Bueno, yo no he hablado con el alcalde, yo he dicho hasta la saciedad que en el momento que a la Junta le toque, cumplirá en la línea que nos diga la justicia. Nosotros no estamos para decidir si El Albarrobico se tira entero, o una parte, estamos para cumplir con la ley y la justicia. Y aquí se han hecho las cosas muy mal desde hace mucho tiempo. Nadie se merece este despropósito. En cuanto nos toque mover ficha, intentaremos restaurar aquel entorno de la mejor manera. 


En su opinión, ¿se demolerá algún día El Algarrobico? 

No lo sé. Yo creo que todos estamos de acuerdo en que nunca debió construirse. Una vez que está construido, entran en juego algunos problemas, por ejemplo, ¿tienen los andaluces con sus impuestos que hacerse cargo de una demolición tan cara? Pero es que realmente la empresa parece que no actuó de mala fe y eso parece que está demostrado también. Es un tema complicado, mi opinión es que hay que buscar una solución definitiva e intentar restaurar todo lo que se pueda, esa mole no debe seguir así. 


¿Siente que hay presiones sobre sobre Cabo de Gata? 

La verdad es que no. Todos tenemos claro que Cabo de Gata es la joya de la corona. Yo siempre digo que me parece el paraíso en la tierra, precisamente porque ha sabido esquivar la presión durante los años en los que el litoral español se masificó de hormigón y de especulación. Cabo de Gata tiene que seguir siendo el paraíso en la tierra, mientras yo sea consejero eso lo tengo claro. ¿Eso quiere decir que no se puede hacer nada? Evidentemente, no. Lo que pasa es que esa mano del hombre no puede arramblar con los valores del parque. Ahí es donde está el equilibrio. En Cabo de Gata se ha hecho bien. Nuestra idea es seguir por esa línea. 


¿En qué estado de conservación se encuentra ahora mismo? 

El parque tiene algunos retos que tenemos que abordar. Por ejemplo, el poblado minero de Rodalquilar, quizá se le podía dar un uso mejor del que actualmente tiene. Tenemos proyectos de vanguardia ilusión, como un proyecto de compensación de emisiones de dióxido de carbono a través de las praderas de Posidonia. A mí me gustaría que se convirtiera en un emblema de lo que se tiene que hacer en la lucha contra el cambio climático. Tenemos que intentar seguir aportando futuro sin cargarnos lo que es Cabo de Gata porque el día en el que dejara de tener ese carácter salvaje, sería una playa más. 


Han aprobado la Ley de Economía Circular. ¿Qué beneficios va a aportar?

Tradicionalmente, la producción ha consistido en extraer materias primas, transformarlas, y, una vez usadas, se convierten en un residuo que es un problema. La economía circular intenta cambiar esa línea por un círculo en el que los residuos se convierten en un subproducto que se introduce en la economía. Con eso conseguimos dejar de extraer materias primas, abaratamos la producción, y abrimos la oportunidad a sectores emergentes. En Almería, la recogida de plástico para darle una segunda vida es economía circular. Lo que hace Cosentino con el polvo de sílice, también. Queremos acompañar a esas empresas y animar a otras muchas al cambio de modelo. 


¿Va a haber todavía que explicarlo mucho en otros sectores productivos? 

Bueno, claro, por eso hace falta una ley. La ley no busca sancionar a aquellos que no hacen economía circular, sino incentivar y premiar a aquellos que sí lo hacen. Por ejemplo, a través de la contratación de obra pública. El ser sostenible está de moda, afortunadamente. Vamos a crear un registro público a través del cual las empresas van a poder inscribir sus procesos de producción circular. 


La Consejería tiene otro apellido, Economía Azul. De Almería siempre se ha dicho que vive de espaldas al mar. ¿Que puede aportar esa economía azul? 

Almería es economía azul. Fíjate si es así, que, siendo yo alcalde, lanzamos el primer plan estratégico de la ciudad, creamos ocho vectores y uno era el de economía azul. Es un concepto del que la Unión Europea lleva hablando ya algunos años y que va a ser fundamental para aquel que quiera ser competitivo. No es solo la pesca, es el turismo de cruceros, la industria naviera, la desalación, la acuicultura, la investigación con microalgas. Queremos hacer un diagnóstico para relanzar el futuro en clave de sostenibilidad. 




Si la sostenibilidad está de moda, ¿puede ser pasajera?

No, no, está de moda porque precisamente no podemos concebir otra manera de plantear el presente y el futuro. No ser sostenible ya sabemos a dónde nos lleva, las consecuencias la estamos pagando todos los días. Ayer estuve en Granada, había 18 grados, el puerto de la Ragua ha decidido que este año no hay esquí porque no hay nieve, el alga asiática ha sido un problema de primera magnitud, la sequía es evidente. Hay que ser sostenibles, no queda otra. 


Ya pocos, pero sigue habiendo negacionistas. ¿Qué evidencias ha tenido del cambio climático como consejero?

La falta de precipitaciones es ciencia, no es opinión. La subida de las temperaturas es ciencia, no es opinión. Y eso tiene unas consecuencias muy graves para el medio ambiente, pero también para la economía, porque si no nieva en la Ragua, la Alpujarra lo nota, si no hay agua, la agricultura y el turismo se resienten. El agua para Andalucía es como el gas para Alemania. Yo doy por superado el debate, no entiendo quién pueda decir que no existe. Tenemos que luchar contra el cambio climático. Es un problema global que requiere de muchas acciones locales. Y requiere de acciones para paliar sus consecuencias. Ahí es donde entran, por ejemplo, la infraestructuras hídricas que la Junta está poniendo en marcha. 


¿Cuáles de las muchas cintas que se van a cortar en los próximos meses va a lamentar no cortar como alcalde? 

No lamento ninguna, de verdad, porque de todo lo bueno que le pase a Almería, yo siempre me voy a alegrar, es la ciudad de mi vida. Y, en segundo lugar, porque las va a cortar una persona que ha sido mi mano derecha y en la que confío al 100%, María Vázquez. Me da mucha alegría ver que hace unos unos meses se inauguró el edificio Alma. Del mismo modo que me va a dar una alegría tremenda el día que termine la obra de la Plaza Vieja, y cuando vea que esa inversión millonaria en la Alcazaba termina y que se inaugure el cable inglés. Me dio mucha alegría ver que se inauguraba el Museo del Realismo del antiguo Hospital Provincial. Ya digo, pena y añoranza ninguna, alegría. 


En la carta a los Reyes Magos ¿qué va a poner en lo personal y como consejero? 

A nivel personal y profesional, poco, por no decir nada, la vida se ha portado muy bien y estoy muy agradecido a las personas que lo han hecho posible, empezando por Juanma Moreno. A nivel personal pediré por todas las personas que quiero. Y si pudiera pedir un deseo, que lloviera, sin danas, pero que lloviera. 


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