“Los adultos consumen drogas como vía de escape, buscan evadir los problemas”

La adicción al alcohol, la cocaína y el cannabis son las más comunes en Almería

En el último año, cerca de 4.000 almeriense han recibido terapia contra las adicciones.
En el último año, cerca de 4.000 almeriense han recibido terapia contra las adicciones. La Voz
Miguel Delgado Cerero
20:59 • 16 ene. 2022

Las adicciones condicionan a una persona en todos los aspectos de su vida. La condicionan en el plano del tiempo, pero también en el emocional, el familiar, el económico, el laboral y, por supuesto, socialmente. Se trata de una enfermedad crónica que sí se puede estabilizar”. Son las palabras de Ramón Bravo, director del Instituto Castelao de Almería, centro dedicado a la desintoxicación y tratamiento de adicciones.



Sólo en Almería cerca de 4.000 personas fueron tratadas por drogodependencia a lo largo del pasado año, según datos publicados recientemente por el Servicio Provincial de Drogodependencias y Adicciones de la Diputación de Almería. Se trata, sin lugar a dudas, de una pandemia silenciosa que acecha a la ciudadanía almeriense a través de un extenso abanico que va mucho más allá de las drogas. El sexo, las apuestas deportivas o el alcohol son los principales tipos de adicciones a las que se enfrentan a diario la sociedad en términos generales y, en un plano más local, la almeriense.



La dependencia, según señala Ana Mazón, de la Asociación Alba y Proyecto Hombre Almería, comienza a través de un uso recreativo. Los jóvenes, por ejemplo, la utilizan como un recurso para divertirse. El alcohol o el cannabis son las más utilizadas. Lo que ocurre en estas situaciones es que, si existen factores de riesgo, como pertenecer a una familia desestructurada, o hay problemas de estudios, o, incluso, problemas de autoestima, pueden agravar el problema con las adicciones. Por lo tanto, cuanto más tarde inicien el consumo, hay menos probabilidad de que puedan generar una adicción”.



Por eso, en la tarea de prevención que se realiza por parte del tejido asociativo contra estos hábitos no saludables, se insiste mucho en la formación de los más jóvenes para que conozcan cuales son sus principales consecuencias. Sin embargo, otra de las herramientas utilizadas para esta tarea es el fortalecimiento personal. Tener una autoestima sana, saber gestionar las emociones o aprender a tomar decisiones son factores de protección que actúan como escudo individual y alejan, a quienes lo practican, de un contexto negativo que normalmente supera a quienes, engatusados, caen en la trampa.



Sin embargo, la forma en la que los adultos se acercan a las sustancias estupefacientes es muy diferente a la demostrada por los jóvenes. “Normalmente los adultos utilizan las drogas como una vía de escape. Son personas que, en vez de afrontar los problemas, buscan evadirlos. Un claro error, porque el buen rato es momentáneo pero luego tiene una mayor repercusión en tu vida, llegando a deteriorarlo todo”, afirma Mazón.



“Cuando alguien se sobreexpone a cierto tipo de estímulos, el cerebro lo que interpreta es querer repetir constantemente la misma situación, lo que se pone en el eje del problema es el placer”, señala Bravo. Para romper con esa espiral infinita, y para iniciar un proceso de desintoxicación controlada es fundamental crear nuevos hábitos saludables. El deporte, la atención psicológica o las terapias familiares y de pareja forman parte de un proceso de reparación y fortalecimiento que beneficia a los adictos de su bien más rutinario.



Salir del agujero que secuestra la personalidad de los afectados, es el paso más difícil. Significa percatarse de que se tiene un problema a nivel personal y, además, tomar conciencia de que es necesario rodearse de las personas que solo puedan contribuir a la mejora de esa dificultad. Según señalan los expertos, existe una tendencia a pesar que se puede salir sin pedir ayuda a los profesionales. Algo que incurre en el mismo error que pensar que se puede salir de cualquier enfermedad sin un tratamiento amparado por especialistas. Sin embargo el mensaje que transmiten los centros dedicados a la drogodependencia es esperanzador, los pacientes logran estabilizarse gracias a los tratamientos y pueden rehacer una vida que deshizo con anterioridad la insensatez.





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