Los helicópteros fantasma anuncian la entrada aérea del hachís en Almería

La entrada de hachís en helicópteros no es nueva, pero diversifica la amenaza de los narcos

Helicóptero decomisado por la Guardia Civil
Helicóptero decomisado por la Guardia Civil La Voz
Javier Pajarón
22:45 • 11 ene. 2022

Una operación internacional contra el tráfico de drogas a gran escala, coordinada entre la Guardia Civil y Europol, ha destapado el uso de pequeños helicópteros para el transporte de hachís procedente de Marruecos. La llamada Operación Copa-Sucre, anunciada este mes de enero, detectó la presencia de cuatro aeronaves vinculadas a una organización criminal y utilizadas presuntamente para mover resina de cannabis como una alternativa a los tradicionales descargas marítimas.




El caso ha tenido un enorme impacto por la capacidad logística de la banda, con ramificaciones en parte de la costa andaluza y una nave industrial con dos helicópteros en la comarca de Los Vélez. Almería servía presuntamente como una plataforma logística, un punto intermedio para mover la mercancía, según los primeros datos de la investigación.




Sin embargo, no es la primera vez que la droga sobrevuela el cielo almeriense y la aparición de helicópteros fantasmas ha  encendido las alarmas policiales en otras ocasiones.  En abril de 2015, la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil abrió una investigación para esclarecer el hallazgo de un helicóptero abandonado en la pedanía nijareña de Fernán Pérez. El aparato apareció sin carga ni tripulación en esta zona del parque natural.




Por sus características, no había comunicado su vuelo  y su destino estaba rodeado de misterio. En el interior se hallaron herramientas para la navegación y algunos objetos personales, pero ni rastro de la carga. El Juzgado de Instrucción número Uno de Almería incoó diligencias por la presunta comisión de un delito contra la salud pública, aunque sin detenidos ni droga aprehendida el caso entró en un callejón sin salida y la magistrada terminó por ordenar el archivo del procedimiento.




En el auto de archivo se apuntaba a la presunta vinculación al tráfico de drogas, aunque sin poder aportar luz sobre los implicados en el transporte y su posible destino final.




En junio de 2009, la Guardia Civil apresó un helicóptero en un cortijo del municipio de Dalías con un cargamento de 330 kilos de resina de hachís. El helicóptero partió de Sabadell (Barcelona) con la excusa de realizar una reportaje fotográfico aéreo de la zona. Un helicóptero más potente de la Guardia Civil siguió el vuelo sospechoso hasta el ‘Cortijo de la Cruz’, una zona de difícil acceso localizada en el término municipal de Dalías. Allí fueron apresados los dos presuntos traficantes e intervenida la droga.




Además, se han producido otras operaciones similares en Málaga y especialmente en el Estrecho de Gibraltar, donde las organizaciones han diversificado sus métodos para la entrada del hachís para evitar los controles policiales en el litoral. Las fuerzas de seguridad conocen el uso de helicópteros desde hace años y tratan de controlar los vuelos sospechosos. Más recientemente se han incorporado vigilancias ante la irrupción progresiva de drones, que supone un salto cualitativo en la capacidad de los narcotraficantes.




Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con la Policía francesa, presentaron el pasado mes de junio una operación contra el movimiento de hachís con drones de hasta cinco metros de envergadura. Son aparatos de gran porte, que requieren formación específica para su manejo, y son capaces de cubrir decenas de kilómetros desde un barco con droga hasta tierra.


El narcotráfico se abre camino ante los muros que imponen las autoridades y mueve su mercancía por tierra, mar y ahora también por aire. En 2020 se decomisaron casi 60 toneladas de resina de hachís en la provincia de Almería, según datos oficiales.


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