Yolanda García: “Hay que vencer la pereza y reivindicar los fogones”

Ha llevado sus ‘Gurullos con Jibia’ al encuentro gastronómico organizado por las embajadas española y portuguesa. ¿Qué aceptación tuvieron?

Les pareció un ‘bocado de autenticidad’ con mi toque personal, que ellos denominaron ‘una montanha-rusa’ de sabor.

¿Cómo los preparó?

Parto de nuestro recetario tradicional almeriense haciendo una mahonesa de halófitas -plantas silvestres del Cabo de Gata de un intenso sabor a mar-; jibia de pesca artesanal, tomates y pimientos secos al sol; pinceladas de materias primas de la tierra y el mar de nuestra provincia.

¿Le puso nerviosa representar a España en el país luso?

Es un respeto grandísimo por más que tenga ese plato ensayado. Lo realicé a fuego lento en el restaurante ‘O Fogo’ en el intercambio gastronómico compartido con Manuel Liebaut, organizado por la Asociación Cultural ‘Gerador’.

Cítenos una canción cantada en portugués.

‘Boa Sorte’, la cantan a dúo Vanessa Da Mata y Ben Harper.

Usted impulsó el proyecto ‘Gastroconciencia’. ¿En qué consiste?

Nuestros productores agrícolas, ganaderos y pesqueros artesanales hacen excelencia gastronómica. Cada acción, a la hora de cocinar y de comer afecta al medio ambiente. Transmito los valores de trabajar con conciencia y ciencia hacia la sostenibilidad.

Deslumbró en la feria internacional ‘Madrid Fusión’ con un ramo de plantas silvestres.

Dí a conocer plantas silvestres de la provincia de Almería como la cerraja, llanten, verdolaga, fumaria, nazareno, berros, bledos… Hay que escuchar a la naturaleza.

¿Cuál es el aroma de su infancia?

No era una época de móviles y de pantallas. De los paseos con mi madre y mi abuela por el campo siempre llevaba en mis bolsillos hinojos, tomillo, romero, albahaca y menta.

A los profanos también les gusta coger plantas silvestres ¿Es un riesgo?

No se debe salir al campo y coger lo primero que veas. Eso nunca. Lo natural es conectar con la naturaleza, pero es vital conocerla. La misma malva, que tiene muchas propiedades, y que es nuestra espinaca que crece así, salvaje; la rúcula silvestre; no hay duda al diferenciarlas. Hay algunas silvestres muy parecidas pero puedes morir con ellas. Es muy importante estudiar la verdad de cada planta silvestre.

Marco Aurelio dijo que “Si no conviene, no lo hagas; si no es verdad, no lo digas”. ¿Qué le inspira”

Me voy a referir a las ‘fakes news’ y a los bulos en Internet. ¡Estoy cansada! Hay que conocer la fuente de toda información porque Internet funciona por algoritmos y cualquiera tiene voz. La gente los va siguiendo y crees que es verdad todo.

¿Cómo descubrió las Halófitas?

Fue a través del Centro Científico de la Universidad de Almería. En él se encuentra ‘El Jardín de la Sal’ de la mano de Esther Giménez y Celia Pesci. Fui a investigar y ellas me mostraron todo el herbario, tengo mucho que agradecerles.

¿Qué sabores ofrece la Sierra de los Filabres?

Son sabores preciosos como los membrillos, las granadas, los caquis y los higos del reino. Prueba la ensalada de granada y luego me dices (ríe).

¿Cuándo dio el paso hacia la cocina profesional?

La cocina me ha acompañado toda la vida. Estudié psicología con beca. Mis padres no tenían dinero para pagarme la carrera. Alterné mis estudios con el trabajo en la cocina. Las chicas guapas trabajaban de camareras y las ‘feíllas’ nos quedábamos en la cocina.

Pues en la foto que ilustra esta charla está guapa.

Yo tengo una belleza particular pero no soy una estándar (ríe). Yo me quiero, me gusto y me acepto.

¿Qué virtud ve en sus padres?

Soy la menor de cuatro hermanos. Nos dieron una gran riqueza, que fue su tiempo, su amor y su dedicación.

Ha vuelto a ser jurado en la II Edición de Cocina Ecológica ‘Bio-Restauración’. Háblenos del ganador.

Es un chico joven de Almería que se llama José Miguel Pérez y es enfermero de profesión. Es doblemente artista después de haber preparado un plato de pollo de alta cocina. Sus pacientes deben de estar muy contentos por el amor que pone en las cosas.

¿Dónde estaba el día que creó la ‘Tarta de Amapolas y Algarrobas’?

Estaba en Chirivel paseando por un campo de amapolas. ¡Nunca había visto una belleza tan grande! Experimenté: la semilla de la amapola es muy buena y la combiné con la algarroba. La presenté en un seminario que impartí en el ‘Basque Culinary Center’, el templo de la formación mundial que está en San Sebastián.

¿Ha tomado muchas porciones de adversidad?

Muchas veces la adversidad la encontramos por los caminos que elegimos. Si veo que es continuada, cambio, y doy un giro. De lo negativo se aprende, pero hay que evitar permanecer en esa situación. Pensar que de eso nos fortalecemos es una puñeta.

Como psicóloga, ¿qué diría a los almerienses que se agobian al preguntarse: qué hago hoy para almorzar?

Hay que vencer la pereza y reivindicar los fogones. No es difícil cocinar el legado que hemos recibido, las posibilidades son infinitas. Si no tenemos tiempo, pues una ensalada, un pescado a la plancha o al horno en cuajadera; un cabrito de Lubrín... La buena alimentación alarga la vida.

¿Qué le inspira la pintura de Diego Velázquez 'Vieja friendo un huevo'?

Aparte de ser una obra de arte increíble, representa el hogar, la clave. Esa señora no se ve en un ambiente ostentoso, pero sí de sabor a unos buenos huevos fritos y a unas papas cortadas de verdad. En ese hogar hay salud y me inspira tertulia.