Un teniente de la Guardia Civil detenido en una operación con 156.000 plantas

La Comandancia de Almería arresta a 14 personas en una macrooperación contra 156.000 plantas

Comandancia de la Guardia Civil en Almería.
Comandancia de la Guardia Civil en Almería. La Voz
Javier Pajarón
14:22 • 22 oct. 2021 / actualizado a las 14:24 • 22 oct. 2021

La Unidad Orgánica de la Policía Judicial (UOPJ) de la Guardia Civil en Almería alcanza una nueva cota en la lucha contra el tráfico de marihuana en la provincia con la denominada Operación Indalo 67-Boquera.  Los agentes de la Comandancia de Almería, en colaboración con especialistas de la unidad de Asuntos Internos, han arrestado a 14 personas acusadas presuntamente de sostener una red de producción y distribución de ‘maría’ a gran escala.




Los agentes han decomisado 156.300 plantas de cáñamo de cannabis y otros 6.000 kilos de cogollos preparados para su salida al mercado clandestino, según fuentes oficiales de la Guardia Civil. Es la mayor operación contra esta sustancia realizada en España. Las aprehensiones se habrían producido en una primera fase de la investigación, mientras las últimas detenciones corresponden a la jornada del jueves. Se han practicado siete registros en domicilios, despachos profesionales y sedes sociales de empresas.



Además, el Instituto Armado ha ubicado varias plantaciones de cáñamo de marihuana en la provincia. Aún no han trascendido detalles sobre cada aprehensión, pero al menos uno de los cultivos estaba localizado en la Comarca de Níjar, en un paraje rural de invernaderos cercano a la pedanía de la Venta del Pobre.




Entre los detenidos hay un teniente destinado en la Comandancia de Almería y acusado de presuntos delitos contra la salud pública y omisión del deber de perseguir delito, según han confirmado tres fuentes consultadas por LA VOZ DE ALMERÍA.




Además, la Guardia Civil reseña en un comunicado  oficial un presunto delito de revelación de secretos, que estaría vinculado a la difusión de información confidencial sobre la labor de los agentes. En la causa, bajo secreto de sumario, existen también pinchazos telefónicos.
El teniente de la Guardia Civil fue arrestado el pasado jueves por sus propios compañeros y trasladado por motivos operativos hasta el puesto principal de El Ejido, donde pasó la noche custodiado en los calabozos.




Este viernes compareció ante la Policía Judicial y se espera que durante la mañana del sábado sea trasladado a la Ciudad de la Justicia de Almería para declarar en el Juzgado de Instrucción número Uno de la capital, en funciones de guardia. En cualquier caso, las diligencias de origen corresponden al Juzgado de Instrucción número Dos de  Almería, cuyo titular es el magistrado Manuel José Rey Bellot, en coordinación con el Instituto Armado y la Fiscalía Antidroga.

La trampa del cáñamo
La Operación Indalo 67-Boquera se concentra en la presunta producción de cáñamo industrial en explotaciones agrícolas. El cáñamo es marihuana a todos los efectos. Su producción es legal únicamente cuando proceda de semillas certificadas con un bajo THC (menos del 0,2 por ciento) y su destino sea exclusivamente industrial, es decir, para la producción de fibra (industria textil, por ejemplo) o semillas (ciertos usos alimentarios restringidos por la normativa europea).  Por tanto, manipular los cogollos es un delito contra la salud pública con independencia del porcentaje de tetrahidrocannabinol.




Las plantaciones de cáñamo localizadas por la Guardia Civil durante el último año han tratado de ocultar la producción de marihuana tras la etiqueta de “industrial”. Esta es precisamente la tesis sostenida por la investigación de la UOPJ en la Operación Indalo 67-Boquera.



La Fiscalía General del Estado (FGE) ha refleja por primera vez el problema del cáñamo en su Memoria 2021, en un apartado dedicado a la Fiscalía Especial Antidroga. Incluso anunció un nuevo aumento en las aprehensiones e “intentos de pasar plantaciones ilegales como plantas de cáñamo para uso industrial”.


“Los delegados andaluces mencionan asimismo la proliferación de plantaciones cuyos responsables declaran que están cultivando cáñamo para usos industriales, aunque no justifican ni documentan dicha declaración, pese a que dicho cultivo no está subvencionado ni parece que genere beneficios importantes”, añade.


Fuentes policiales destacan el esfuerzo realizado por la Comandancia de Almería por luchar contra el tráfico de drogas sea cual sea el origen. La detención del teniente ha generado un enorme impacto interno, aunque el agente está asistido por la presunción de inocencia y podrá ejercer su derecho a defenderse de las imputaciones.


¿Qué sucede con el cáñamo?

La producción de cáñamo industrial de marihuana ha abierto una vía para el cultivo masivo de cannabis. Los productores pueden plantar semillas certificadas, con un bajo THC, y comunicarlo a la Junta de Andalucía sin problemas legales. Esto permite hacer crecer cultivos enormes en los invernaderos. En 2020 las hectáreas comunicadas pasaron de 12 a 170, según datos de Agricultura. El problema comienza cuando florecen los cogollos y se manipulan (basta con secarlos). Esto supone un delito contra la salud pública, como ha revelado una sentencia pionera del Juzgado de lo Penal número Cuatro de Almería con un caso detectado en Los Vergeles (Níjar). El cáñamo permite a los traficantes engordar alijos y alimentar el mercado europeo.



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