Y tú, ¿Cuánta atención prestas a tus ojos?

En el mes de la salud ocular, ÓPTICA MÉDICA recomienda revisiones para una detección precoz

Mes de la Salud Ocular.
Mes de la Salud Ocular. La Voz
Pablo Poza
07:00 • 15 oct. 2021

Con el tiempo una mala higiene ocular se ve reflejada en la aparición de ciertas patologías como la presbicia (vista cansada), miopía y astigmatismo conjuntivitis o el síndrome del ojo seco, entre las más comunes.



 



Octubre es el mes de la salud ocular, desde Óptica Médica recomiendan las revisiones oculares periódicas, sobre todo a partir de los 50 años, para detectar precozmente la enfermedad, ya que al inicio puede dar pocos síntomas.



 



¿Qué es la DMAE?



La DMAE (degeneración macular asociada a la edad) es una enfermedad degenerativa de la mácula o zona central de la retina y de mayor sensibilidad visual. Representa la primera causa de ceguera en mayores de 65 años en los países industrializados. Esta patología provoca un deterioro progresivo del epitelio pigmentario retiniano (capa que recubre la retina y que la nutre) y de las células de la mácula (donde se concentra un mayor número de conos o fotorreceptores responsables de la agudeza visual y la discriminación de colores). Como consecuencia, se produce una pérdida gradual de la visión central y de detalle.



 



La DMAE no se puede prevenir porque, en gran medida, va unida al proceso natural de envejecimiento y a la genética.

 

Existen dos tipos de DMAE, teniendo en cuenta que un mismo paciente puede pasar de uno al otro:


DMAE seca o atrófica: es la forma más prevalente (alrededor del 85% de los casos) y se caracteriza por una evolución lenta y progresiva. Se produce como resultado de la acumulación de desechos (depósitos amarillentos o drusas), lo que atrofia la zona macular. DMAE húmeda o exudativa: aunque es menos frecuente, su avance es más rápido y suele tener un peor pronóstico visual. En esta forma de DMAE crece una membrana vascular  bajo de la retina, debido a la aparición de nuevos vasos sanguíneos anómalos y muy frágiles, que sangran y pierden líquido, comprometiendo a la visión de forma severa.

 

Por otro lado, el glaucoma es una enfermedad del ojo que le roba la visión de manera gradual. Por lo general no presenta síntomas y puede resultar en la pérdida de la visión de manera repentina. Sin el tratamiento apropiado, el glaucoma puede llevar a la ceguera. La buena noticia es que con exámenes oftalmológicos periódicos, la detección temprana y el tratamiento puede preservarse la vista.

 

El ojo seco es una enfermedad multifactorial, compleja y crónica que afecta a la superficie ocular y que produce molestias, problemas visuales y, en algunos casos, lesiones en la córnea y la conjuntiva. Por tanto y a pesar de que su nombre pueda llevar a equívoco, consiste en mucho más que, simplemente, “no tener lágrima”. 

 

Se trata de un síndrome crónico, que afecta a cerca del 30% de la población, y que requiere un diagnóstico y tratamiento personalizados. Existen varias causas y tipos de ojo seco en función de los cuales varia el grado de severidad y la estrategia terapéutica para obtener los mejores resultados en cada paciente.

 


Temas relacionados

para ti

en destaque