“Almería no se merece tener una competencia desleal de Marruecos en Europa”

El eurodiputado Juan I. Zoido (PP) duda de la capacidad del Gobierno de gestionar el fondo UE

Juan Ignacio Zoido posa para el fotógrafo Juan Sánchez en la sede del PP de Roquetas de Mar
Juan Ignacio Zoido posa para el fotógrafo Juan Sánchez en la sede del PP de Roquetas de Mar Juan Sánchez
Antonia Sánchez Villanueva
07:00 • 22 feb. 2021

Con muchas horas de vuelo político, Juan Ignacio Zoido ha ocupado altas responsabilidades institucionales y orgánicas con el Partido Popular. Ex ministro de Interior, ex delegado del Gobierno en Andalucía, ex alcalde de Sevilla, ex diputado, ahora ocupa escaño en el Parlamento Europeo, donde, entre otras, forma parte de la comisión de Agricultura y Desarrollo Rural. Esta última semana, una de las más intensas en la vida política de su partido, ha estado en Almería como parte de su agenda de eurodiputado, contactando con el sector hortofrutícola para conocer de primera mano sus inquietudes y peticiones a las instituciones europeas. 



Después de los resultados en las elecciones catalanas, ¿hacia dónde se encamina el PP? 



Bueno, yo creo que los resultados de Cataluña no son extrapolables y que el Partido Popular se va encaminar a liderar el centro derecha en España. El camino marcado después del discurso de Pablo Casado en la moción de censura de Vox es donde hay que seguir profundizando. Hay que defender esa España que ha sido capaz de liderar el PP a lo largo de los últimos años, en creación de empleo, en generación de confianza, de prestigio a nivel internacional. Y de una gran seguridad jurídica, que es lo que nos ha permitido crecer política, económica y socialmente. 



Pero no ha habido demasiada autocrítica. ¿Habría que hacer más reflexión? 



Es verdad que al Partido Popular siempre se le exige un nivel de crítica superior al de otros partidos, pero tenemos la capacidad para haberlo hecho a lo largo de muchísimos años y hemos sido siempre capaces de salir fortalecidos. Muchas veces se ha intentado bajo otras siglas suplantar al Partido Popular y nunca lo han conseguido, debido precisamente a la fortaleza de las estructuras, pero, sobre todo, del convencimiento de unos militantes de un partido que ha sabido dar lo máximo de sí siempre por España. Yo creo que tenemos un nivel de autocrítica, pero que no hay que estar exhibiéndola, sino llevarla desde dentro para corregir las disfunciones que ha habido. 



¿Quien intenta suplantar al PP? ¿Es Vox?



Ahora es evidente que lo quiere hacer Vox, lo quiso hacer en su día UpyD, lo quiso hacer Ciudadanos y ninguno lo ha conseguido, ni lo va a conseguir. Estoy seguro. 



¿Tampoco después del sorpasso en Cataluña?

Una cosa es Cataluña y otra cosa el resto de España. La implantación territorial del Partido Popular, un centro derecha moderado, pero sobre todo firme en sus convicciones políticas, muy liberal en los aspectos económicos, profundamente europeo, es por lo que volveremos más pronto que tarde a liderar desde España un cambio más fuerte en Europa. 


¿Usted diría que hay dos sensibilidades a día de hoy el Partido Popular, que después de las primarias no se ha cerrado la brecha?

En un partido profundamente democrático es normal que haya diferencias, pero son sobre aspectos accesorios, y no sobre temas fundamentales. Yo creo que siempre se ha sabido imponer en el partido la coherencia, la cordura, la sensatez velando por el interés de España. Eso ha pasado antes y eso pasa ahora. Y es verdad que es muy difícil estar en la oposición, sobre todo para el Partido Popular. Pero al final siempre hemos conseguido el objetivo que queríamos para España, que no es otro que la creación de empleo y la recuperación económica. Siempre en esos momentos es cuando nos han llamado los españoles.


¿Abandonar la sede de Génova es lo fundamental para mejorar las expectativas? 

No es lo fundamental, pero pienso que el presidente nacional debe estar muy cansado de tener que estar respondiendo todos los días sobre las mismas preguntas y siempre basadas en una persona que ha sido condenada, como es el señor Bárcenas, que le ha dado muchos quebraderos de cabeza al PP desde hace ya muchos años y que sigue amenazando permanentemente. Creo que el grado de hartazgo al presidente nacional le habrá hecho decir hasta aquí hemos llegado. Y no hay por qué ver en sus palabras que vaya a poner en entredicho al Partido Popular de antes, ni al del presidente Aznar, ni al del presidente Rajoy, pero sí poner fin a esta historia del señor Bárcenas. 


¿Qué horizonte judicial le espera en los próximos tiempos al PP? 

El horizonte es largo, porque después vendrán los recursos. Creo que ya cansa mucho el daño que ha hecho el señor Bárcenas. Ha tenido oportunidades de hablar a lo largo de los últimos diez años. Por eso ahí es donde hay que buscar la decisión que ha tomado el presidente de zanjar ya esta historia. 




¿Qué imagen tiene en el exterior la democracia española?

Sin duda de credibilidad. Ha habido grandes presidentes del Gobierno en España. Felipe González al principio con nuestro ingreso en la Unión Europea, Aznar con la Europa del euro y Rajoy con la recuperación española sin necesidad del rescate, han demostrado la fortaleza de España, y eso no lo puede cambiar un presidente como Sánchez y un vicepresidente como Iglesias. Es verdad que ahora mismo quizás haya una cierta sorpresa de que en España por primera vez haya un vicepresidente populista, que siempre está poniendo como ejemplo Venezuela, Bolivia, Nicaragua. Por tanto, fortaleza, sí, como España nación, pero hay una honda preocupación y una sorpresa por la deriva que está tomando España. 


¿Y qué impacto tienen las manifestaciones por el encarcelamiento del rapero en nombre de la libertad de expresión?

Bueno, es que yo creo que la libertad de expresión está muy protegida en España…


¿No cree que haya que cambiar las leyes?

Yo creo que no. Enaltecer el terrorismo, señalar a periodistas, atacar y señalar a adversarios politicos, creo que eso debe estar reñido con la libertad de expresión, no hay democracia donde ese tema esté avalado. Si eso está mal y hay un tribunal que, después de unas pruebas y de ejercerse el derecho de defensa, condena, lo que me parece fuera de toda lógica es que haya un vicepresidente de gobierno y el partido político en el que milita, siga criticando al Poder Judicial por esa sentencia, llamando al desacato, incluso alentando esos desórdenes públicos. Yo estoy muy preocupado porque en España se le esté dando ahora mismo carta de naturaleza a estas revueltas y se esté defendiendo lo que ellos llaman una lucha antifascista y yo llamaría alteraciones del orden público. 


¿En su opinion, detrás está el debate sobre la libertad de expresión? 

No, está el que un grupo político que no comparte todos los valores de la democracia quiere mantenerse en el poder y quiere llamar a una revuelta social. No lo entiendo de otra manera. Creo que la libertad de expresión, insisto, es otra cosa. Hay que defenderla, pero otra muy distinta. Y si piensan que eso en Europa va a ser bien visto, está muy equivocados, porque el orden constitucional es el orden constitucional y la ley y la división de poderes están para algo.


¿Sería deseable que el PP y el PSOE aparcaran sus diferencias y llegaran a un acuerdo para renovar órganos como el Consejo del Poder Judicial? 

Yo soy de los que creo que hay que renovar cuanto antes los órganos constitucionales. Y así también lo ha dicho Pablo Casado, que está ofreciendo la colaboración para renovarlos. Lo que es cierto es que también pone una condición que es fundamental, aquellos que están alentando estas algarabías, que no respetan las decisiones judiciales, que están continuamente criticando una sentencia o una investigación, esos no pueden estar bajo ningún concepto en la negociación para renovar un Consejo General del Poder Judicial que tendrá que nombrar a jueces y magistrados para determinados cargos. Coincido plenamente con la postura del presidente Casado y que si no interviene ese grupo seguro que se va a llegar a una renovación de los órganos, que buena falta hace.


¿Cómo se está defendiendo en las instituciones europeas los intereses de una provincia como Almería?

Hay que romper una lanza en favor de esta agricultura, los agricultores almerienses han sabido encontrar un modelo muy sostenible, donde cada día son más competitivos y donde no reciben ayudas por ello. Y lo que piden es que el Gobierno de España no les ponga más trabas administrativas. El sector agroalimentario almeriense es puntero en toda Europa y todavía tiene un potencial exportador enorme. Proyectos como el del polo agroindustrial que está impulsando el presidente Juanma Moreno van a ser fundamentales para que pueda seguir innovando y modernizándose, haciendo de la calidad y de la tecnología su marca de identidad. Hoy Almería y su agricultura cuentan con el apoyo de la Junta de Andalucía que merecen, y que no habían tenido hasta hace muy poco.


Aquí inquieta mucho la competencia de Marruecos, y siempre se señala a la permisividad de Europa con respecto a los cupos. ¿Eso es así?

Es verdad que tienen una competencia, yo me atrevería a decir que desleal, con los productos de Marruecos. Los productos que se están consiguiendo en Almería son medioambientalmente mucho más sostenibles, ellos cumplen todas las exigencias con creces de la Unión Europea. Muchas de ellas no se les exige después a los productos que vienen de Marruecos. El salario que se paga en Almería es hasta 9 veces por encima de lo que se paga en Marruecos. Son todos estos criterios los que hay que tener en cuenta para que se controle mejor. Yo creo que los agricultores almerienses, que han dado prueba de saberse adaptar, no merecen tener una competencia desleal. Nosotros queremos desde el Parlamento Europeo establecer una serie de controles para que los agricultores en Almería y en cualquier otra región de la Unión Europea tengan la tranquilidad moral de que todos los productos que entran son igual en cuanto calidad y que entren en el cupo. 


¿Significaeso que hay laxitud en la entrada?

No es laxitud, sino que buscan otras vías, y por tanto, desde la Unión Europea, y yo así lo he pedido, tenemos que incrementar los controles. Los controles son una competencia de los Estados miembros y las instrucciones que tiene que impartir la Comisión Europea tienen que ser claras y determinantes. 


¿O sea, más firmeza?

Más firmeza, y más controles. 




¿La agricultura almeriense realmente es conocida en las instituciones europeas?

Muchísimo. Yo creo que Almería ahora mismo puede tener el orgullo de estar situada en el mapa de la Unión Europea, en una posición en cuanto a modernidad en sus empresas. Es una auténtica vanguardia y, por eso, me causó una gran tristeza escuchar la declaración de la ministra de Trabajo actual cuando hablaba de que había agricultores que esclavizaban a los inmigrantes. Permitió que en aquella época en la que se estaba negociando el Brexit, en el Reino Unido salieran inmediatamente noticias diciendo no consuma productos españoles que tienen esclavos en sus instalaciones. Yo creo que Almería ha dado muestra de solidaridad, de saber integrar. 


Ese papel relevante de la agricultura en los meses más duros del confinamiento, ¿se ha puesto lo suficiente de relieve?

Yo creo que el Partido Popular lo ha valorado desde el primer momento. Hemos calificado y definido el sector de la agricultura como un sector estratégico, y por tanto, había que cuidarlo, protegerlo. Los agricultores están cansados de que en el momento de la crisis todo el mundo aplaudiera y agradeciera y que después no se concrete en hechos. Ahora tenemos que desarrollar una estrategia tan importante como de la granja a la mesa, que para la agricultura almeriense tendrá sin duda, una repercusión importante. Y lo único que pido es que vengan, que comprueben cómo el agricultor almeriense ha sabido adaptarse, cómo está cumpliendo con la normativa y cómo está dispuesto a seguir siendo ejemplo de sostenibilidad. Ya está bien de dar palmadas en la espalda y no financiar aquellos requisitos que ahora se les vaya a exigir. 


Desde las instituciones europeas ¿qué horizonte de salida de la crisis se ve para España y para un territorio como el nuestro?

Afortunadamente, gracias a la Unión Europea y a las políticas que ha impulsado el Partido Popular Europeo, se adoptó el acuerdo de dotar de un fondo de 750.000 millones de euros, de los cuales 140.000 millones van a venir a España. A partir de ahí la responsabilidad es del señor Sánchez y del señor Iglesias, de cómo van a ser capaces de canalizar 140.000 millones de euros para que lleguen, con proyectos renovadores y al mayor número de pymes posible. 


¿Tiene dudas de la capacidad de gestión? 

Tengo dudas, sí, desgraciadamente tengo dudas. Me encantaría decirle que se han seguido unos parámetros similares a otros Gobiernos, donde han buscado a personas con responsabilidad en la empresa, a Premios Nobel de Economía para que lideraran la selección e impulsaran la redacción de proyectos. Aquí se ha dejado en manos de un comunicador, que es el director del gabinete. Dudo de que lo vayan a hacer bien. No va a haber segundas oportunidades y tenemos la oportunidad de salir fortalecidos de una crisis o de fracasar como sociedad. Y termino con una reflexión que el otro día hice en un artículo, que el gobierno del italiano Conti no ha caído porque gestionara la pandemia mal, ha caído por la distribución de los fondos europeos. Sánchez todavía está en condiciones de poder modificar cómo quiere distribuir los fondos, porque que cayera su gobierno….


No me dirá que le daría mucha pena… ¿no?

No, porque no está siendo bueno para España, pero sí lo siento por España porque creo que no hay segundas oportunidades. Por tanto, yo lo que quiero es que rectifique. Y yo creo que si va por el camino que Sánchez ha decidido ir, se va a equivocar con un gravísimo perjuicio para la economía y la sociedad española.  



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