Este mes de enero va a pasar a la historia como uno de los más peculiares e inestables de la historia meteorológica almeriense. Si la borrasca Filomena y los días que la siguieron ya supusieron que la provincia viviera uno de los eneros más fríos que se recuerdan, la llegada ahora de una masa de aire cálido, originada por una masa de aire cálido, arrastrado por una borrasca subtropical, hará subir los termómetros de una forma inusual para esta época del año.
Las previsiones que maneja Eduardo Romay, del colectivo almeriense de analistas climáticos Cazatormentas, apuntan que a partir de hoy miércoles, pero sobre todo durante las jornadas del jueves y viernes, se producirá una subida importante de las temperaturas máximas que, en gran parte de la provincia estarán incluso por encima de los 25 grados, con picos que podrían acercarse a unos insólitos 30 grados en pleno invierno.
La previsión señala que jueves y viernes los 20 a 25 grados centígrados van ser generalizados en toda la provincia, incluso localmente el mercurio podría subir por encima de esos registros, aunque “acercarse a los 30 grados en esta época del año sería excepcional, sobre todo si tenemos en cuenta que los récords de temperaturas máximas en enero fueron los 22’6 grados del 26 de enero de 1959 en la estación de Ciudad Jardín (operativa de 1933 a 1980), y de 24,4 en la de Almería-Aeropuerto el día 26 de enero de 2013.
Así que se podrían batir máximas históricas a poco que los pronósticos se cumplan. El episodio de altas temperaturas invernales no será muy duradero ya que, según señala Romay en su informe, este mismo fin de semana las temperaturas bajarán de nuevo, aunque de forma más acusada en el interior provincial.
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