Investigan a un empresario por usar sus camiones para transportar droga

Guardia Civil y Aduanas conectan a un transportista de Roquetas con una red de tráfico

Registro de la nave. GC-SVA
Registro de la nave. GC-SVA
Javier Pajarón
10:01 • 10 ene. 2021

Como el testimonio de la crecida de la marea, una lancha semirrígida amaneció varada en la Playa de las Azucenas de Motril  (Granada) la mañana del 27 de diciembre de 2019. El bote salía, no llegaba. Tres potentes motores y una carga generosa de garrafas de gasolina anunciaban los planes para cruzar el Mar de Alborán en la aventura del tráfico de hachís.



El hallazgo desató una investigación de la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera contra el narcotráfico, coordinada por un juzgado de Motril y conectado presuntamente con un transportista radicado en la localidad de Roquetas de Mar (Almería).



La tesis es la utilización de infraestructuras y recursos del transporte convencional de mercancías para la distribución de resina de hachís procedentes de Marruecos e, incluso, cargamentos locales  de marihuana.



Los investigadores conectan a este ciudadano almeriense con dos hermanos, también dedicados al negocio de los transportes y con empresas en el área metropolitana de Granada, según las diligencias del Juzgado de Instrucción numero Cinco de Motril.



Tras el descubrimiento de la planeadora en la Playa de  las Azucenas, los agentes siguieron el rastro hasta los sospechosos. Las escuchas telefónicas y los seguimientos confirmaron, al menos, dos presuntas operaciones de narcotráfico.



Entre el 19 y el 22 de mayo de 2020, el sospechoso tomó un autobús y viajó hasta Granada para verse con los hermanos, según el procedimiento. Los investigadores captaron el encuentro y el desplazamiento hasta una explanada de estos transportistas en el Jau, donde se realizó supuestamente la entrega de una cargamento de 19 kilos de marihuana.



Los presentes no sabían que los agentes estaban acechándoles y que rastrearon el alijo de cannabis sátiva hasta su aprehensión, horas más tarde, en una carretera de la localidad de Guadix.



La investigación no esperó más. El 22 de mayo los agentes irrumpieron en una nave industrial del Polígono Juncaril de Albolote donde “por seguimientos y escuchas telefónicas se tenía la sospecha de que la organización ocultaba las embarcaciones”. El inmueble había sido alquilada por el empresario almeriense, según la instrucción (el arrendador le identificó como tal).


El registro ofreció resultados. Los agentes hallaron dos embarcaciones semirrígidas de alta velocidad provista una de tres motores y la otra de cuatro, con gran cantidad de garrafas y depósitos llenos de gasolina. 


La investigación cree que eran algo así como los boxes de una carrera, el lugar donde poner a punto motos y vehículos para viajes exprés hasta las costas de Marruecos.  Y a los acusados se les describe como toda una red logística para la exportación de droga.


Lanchas prohibidas Así lo refleja un auto de la Audiencia Provincial de Granada fechado  el 16 de octubre. “Se les reputa como cabecillas de la organización de bienes, medios y personas que crearon entre los tres para aportar a otras organizaciones criminales productoras, intermediarias o destinatarias, el transporte de grandes partidas de hachís desde Marruecos hasta España (...) y después transportar los alijos por carretera hasta otros puntos indeterminados de España o Europa valiéndose de la flota de camiones de que disponen las empresas de transporte de estos tres investigados”. 


El caso permanece abierto. Los tres empresarios fueron arrestados y enviados a prisión provisional por presuntos delitos de pertenencia a organización criminal y contra la salud pública. Se añade un tercer cargo por un delito de contrabando por la posesión de estas barcas específicamente prohibidas por su extensión entre los narcos, desde el Estrecho a Almería.


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