“Los invernaderos de Almería son un sistema supereficiente y sostenible”

Entrevista a Francisco Manzano, doctor ingeniero agrónomo, catedrático e investigador de la UAL

Francisco Manzano, catedrático e investigador de la Universidad de Almería.
Francisco Manzano, catedrático e investigador de la Universidad de Almería. La Voz
La Voz
19:29 • 16 dic. 2020

Francisco Manzano Agugliaro (Casablanca, 1970) es ingeniero agrónomo, doctor, profesor de la Universidad de Almería desde 1996 y catedrático desde 2016.  Actualmente es director general de Infraestructuras de la UAL. Ha participado en relevantes investigaciones sobre energía, cartografía, agronomía, tecnologías limpias y sostenibilidad, sobre las que ha realizado más de 160 publicaciones. Además ha dirigido una treintena de tesis. 



¿Cuándo inició su faceta como investigador?



Al finalizar mis estudios de ingeniero agrónomo me incorporé a trabajar en una empresa pública, trabajo que compatibilizaba con mis estudios de doctorado. Al año ya gané una plaza a tiempo completo en la Universidad de Almería. Luego desde muy joven lo considero una parte esencial de mi trabajo.



Respecto a la vocación, creo que es importante destacar el papel que la ingeniería puede tener en la investigación, sobre todo la investigación aplicada para mejorar la sociedad. Si se observa la investigación que se realiza en la universidad española, se puede ver que gran parte de ella es investigación básica, y que las patentes en las que se basan estás investigaciones suelen tardar una media de unos 10 años en absorber esta investigación. Los ingenieros que se dedican a la investigación pueden tener un papel clave en hacer de puente o acelerar esta transferencia de la ciencia a la empresa. 



¿Cuál es la situación y el nivel de la investigación en la UAL? 



Considero que se han dado grandes avances en los últimos años. Por ofrecer un dato objetivo, en 2010 los investigadores de la universidad de Almería publicaron unos 450 trabajos científicos indexados, en lo que llevamos de 2020 ya se han superado los 1.000. Es decir, se ha doblado la producción científica. En esencia la plantilla es la misma en número de PDI, luego está claro el gran avance existente.



¿Hacia dónde debe dirigirse la universidad en el campo de la investigación? ¿Son suficientes los recursos y los medios de que se disponen en la actualidad?



Creo que todos los campos científicos tienen cabida, y la universidad debe apoyarlos todos. Pero lógicamente nuestro entorno más cercano es la provincia de Almería y nos debemos a ella. Los sectores importantes en nuestra provincia son los de la agricultura que se debería extender a la agroalimentación. La industria del mármol y la piedra artificial que goza de prestigio internacional y sé que la universidad tiene buenas colaboraciones en este campo. Y el turismo, donde se puede todavía poner en valor gran parte de nuestro patrimonio histórico y cultural al servicio de este. Si se me permite la expresión valorizar el turismo de interior de nuestra provincia. 


Decía recientemente un compañero suyo en este diario que la investigación debería ser obligatoria para los docentes universitarios, ¿está de acuerdo? 

No es que esté de acuerdo, ¡¡es que lo es!!. Nuestro trabajo es docente e investigador, somos por definición PDI, personal docente e investigador. 

Creo que este punto no tiene discusión. Véase que lo habitual hoy en día para acceder a un puesto docente en la universidad es realizar primero una tesis doctoral. Esto viene definido en el BOE: “El nivel de Doctor se constituye en el nivel 4 del MECES, en el que se incluyen aquellas cualificaciones que tienen como finalidad la formación avanzada del estudiante en las técnicas de investigación”. En resumen, todos los doctores adquieren la competencia de ser capaces de llevar a cabo una investigación..


Dentro de sus líneas de investigación, cual es la que más le apasiona?

Trabajo en varias. La más reconocida desde el punto de vista internacional es la investigación energética, sobre la evaluación de energías renovables como la energía solar o eólica, el aprovechamiento de la biomasa, o la arquitectura bioclimática. 

Pero como catedrático de Expresión Gráfica en la Ingeniería, disfruto mucho con estudios de tipo histórico y de geometría. Por ejemplo, demostramos que el diseño urbano de Washington D.C. capital de USA se basó en el diseño de la ciudad de Aranjuez. Esto, para mi sorpresa, tuvo bastante repercusión mediática.

Como curiosidades geométricas hemos podido comprobar como el diseño óptimo teórico de arcos construidos en piedra, por ejemplo, el arco rampante que es el que se usa de arbotante de las catedrales para transmitir el peso de una estructura tan esbelta, a lo largo de los siglos ha evolucionado por ensayo y error para alcanzar este optimo teórico definido geométricamente.


Usted pertenece al grupo de investigación sobre ingeniería rural de la UAL, con líneas de investigación muy importantes para Almería y la agricultura...

Sí que colaboro con miembros del grupo de investigación, en concreto con un compañero de Ingeniería Hidráulica, Antonio Zapata. Lo último en lo que estamos trabajando en este sentido es en la distribución de las raíces del tomate y del pimiento en suelos estratificados, los conocidos enarenados, con el riego por goteo. Estos trabajos los tenemos actualmente en evaluación en revistas. Nuestros resultados son muy alentadores, y creo que tenemos todavía margen de mejora en la eficiencia del riego. Y por supuesto se aplicarán a la agricultura almeriense, pues una vez conocida la distribución de las raíces en el suelo puede programarse mejor el riego por goteo.

Soy un gran defensor de la agricultura en general, no en vano mi padre es agricultor. Respecto a la sostenibilidad de los invernaderos, quiero hacer esta reflexión: imaginemos que a toda la superficie de invernaderos le quitamos el plástico, ¿Qué veríamos? una superficie verde de 40.000 hectáreas, y tres metros de altura, sería como un entorno “de selva amazónica”, y estamos en un clima semi árido y con limitados recursos hídricos. Pues entonces es un sistema supereficiente, y la sostenibilidad no deja de ser eficiencia, al fin y al cabo.


Entre sus deseos científicos están la mejora de la calidad de vida y el acceso universal a los alimentos y a la energía. ¿Puede explicarnos cómo se puede conseguir?

Si se ofrece el dato de la superficie cultivable mundial, no existen grandes diferencias entre todos los países del mundo. La media mundial es de 0.2 hectáreas de tierra cultivable por persona. Sólo tres países del mundo tienen más de una hectárea de cultivo por habitante, Australia, Kazajistán y Canadá. El gran reto es hacer que con esa superficie seamos capaces de producir alimentos para toda la humanidad. Luego no parece un problema de falta de recursos sino de gestión de los mismos. La FAO y el banco mundial tienen magníficos estudios que abordan el problema de la tenencia de la tierra como elemento para fijar la población en sus sitios de origen y con capacidad para cubrir sus necesidades.

Respecto a la energía, los recursos renovables son parte de la solución, pero no el único factor a tener en cuenta. Deberíamos tener en cuenta el diseño de las casas y de las ciudades para conseguir una mayor eficiencia energética sin perder el denominado confort térmico. Soy consciente de que no es fácil.


¿Vamos por buen camino en el uso de energías renovables y el aprovechamiento de residuos? 

En las energías renovables se están dando grandes pasos. El aprovechamiento de residuos lo veo aun bajo, y mucho camino por recorrer. Por ejemplo, con el aceite usado se puede hacer biodiésel, dejo una pregunta: ¿se recoge de algún modo o se tira y contamina?


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