“Una influencer con muchos seguidores no sabe defender la prenda en pasarela”

Rosalía Navarro con tan sólo quince años participó por primera vez en una pasarela

Rosalía Navarro, gerente de la agencia de modelos Navarro Pasarela, muestra su Premio de la ONCE.
Rosalía Navarro, gerente de la agencia de modelos Navarro Pasarela, muestra su Premio de la ONCE. JA Barrios
Juan Antonio Barrios
07:00 • 01 sept. 2020

La empresaria almeriense Rosalía Navarro es gerente de la agencia de modelos Navarro Pasarela. Con tan sólo quince años participó por primera vez en una pasarela y fue con la diseñadora María Barragán. Su salto profesional lo hizo con el gremio de Sastres y Modistas de Almería, que tenía gran prestigio a nivel nacional, y de la mano de la diseñadora almeriense Susana Lirola.



¿Cuándo se inició Rosalía en el mundo de la moda?



Mi primer desfile profesional lo hice con 15 años y fue con la diseñadora María Barragán. Montó una escuela de Patronaje Industrial y con ocasión del proyecto fin de curso buscó a unas niñas de Almería. Ese fue mi inicio.  



¿Ese fue el instante en el que decidió que la moda sería su profesión?



Yo tenía muy claro desde los cinco años que la moda sería mi profesión. Mi madre y mi tía Encarna se reunían los fines de semana, cogían las revistas Patrones o Burdas y se hacían sus propios vestidos y me los hacían a mí. Siempre he tenido muy buenas ropas hechas por mi madre. Yo veía a esas mujeres tan guapas en las revistas y pensaba que  de mayor una de ellas quería ser yo. Tuve la suerte de que la genética me dio altura y lo pude conseguir. Mido 1,75 de altura, no soy muy alta. De hecho tengo niñas en la agencia con más de 1,80.



 



¿Dónde fue el salto profesional definitivo?



Mi salto definitivo fue con la Asociación de Sastres y Modistas, de la mano de Susana Lirola, que me ayudó muchísimo. Este gremio de Sastres y Modistas de Almería tenía mucho prestigio a nivel nacional. El almeriense Agustín Rodríguez Hita era el presidente Nacional del gremio de Sastres y Modistas, por lo cual yo tenía una ventaja espectacular y, gracias a ellos, me he movido por toda España y eso me ha proporcionado poder comprobar lo queridos y admirados que han sido nuestros sastres en todo el territorio español. Te hablo no sólo de sastres y modistas de la capital, te hablo de Berja, Roquetas, de Serón... Había tantos sastres y tan buenos que tenían muchísimo peso a nivel nacional. 

  

¿De todas las pasarelas donde ha participado cuáles destacaría?

Aparte de las pasarelas de los sastres, las que más destacaría, pasarelas de quince desfiles diarios, de no comer ni dormir, eran las pasarelas Costa del Sol. Los ayuntamientos costasoleños de la provincia de Málaga destinaban una partida económica muy importante a la moda y apoyaban muchísimo a sus diseñadores. Ahí trabajábamos muchísimas chicas. Ahí conocí a Ana Torres, con la que ahora nos une una amistad muy especial, José María Soler, Montesco. Había muchos diseñadores muy buenos, con los que yo he trabajado y eso sirvió para forjar grandes amistades que me recuerdan como la ‘niña de Almería’.  




¿Cómo surgió su paso de la pasarela a montar su propia agencia?

Susana Lirola era la que más me animaba. Tenía su primera hija muy pequeña, pero cada vez ella iba creciendo más. Susana fue la primera que nos inculcó que alguien desde el minuto uno nos diseñase viendo nuestra morfología y fisonomía, entonces no lo hacía nadie.  En aquellos entonces algunas emisoras organizaban en Navidad  lo que hoy puede ser la Noche en Blanco. Cada emisora cogía a sus clientes y organizaban los desfiles. A mí me contrataban como coordinadora, para buscar los modelos y organizar el desfile en general. Tenía que coger amigos y gente amateur y después tenía que enseñarles a desfilar y al final decidí que esta sería mi profesión.     


¿Antes de decidirse por trabajar en el mundo de la moda tenía otro distinto?

Si, en la empresa de mi padre de maquinaria y frío industrial. Un trabajo que hecho muchísimo de menos. No puedes imaginarte lo que me gustan las máquinas, los engranajes, los despieces de las máquinas. Ver las tripas de las máquinas me encantan. Durante nueve años lleve todo lo relacionado del servicio técnico. Ahora, la empresa la lleva mi hermano.   


¿Cómo está siendo, para la escuela de modelos Navarro Pasarela, este atípico año de 2020?

Este ha sido el año más raro que la humanidad recuerda y para nosotros también. He tenido un curso muy bonito con once alumnos. Lo empezamos en enero con muchísima ilusión y tuvimos que parar sin poder concluir el curso por el tema del estado de alarma provocado por la pandemia del coronavirus. Para poder concluirlo, las clases de protocolo tuvimos que hacerlas de forma telemática y después tuve que dividir el grupo para poder llevar a cabo las presenciales de pasarela. Ahora estamos deseando poder sacar la moda a la calle. Lo que me provoca tristeza es ver el cierre de muchas, que me quedo sin comercios, sin recursos para poder sacar la pasarela. 


¿Ver a sus alumnos en pasarela, qué siente?

Cuándo veo a mis chicas y chicos tan guapos y espectaculares supone para mí ver la realización total de mi persona. Disfruto tanto teniendo en pasarela a los que han pasado por mi escuela porque es mi proyección. El nivel de las modelos, hombres y mujeres de Almería, es muy importante.Otra cosa es lo que vemos en Instagram. Pueden ser chicas con muchos seguidores pero para una pasarela se necesita la profesionalidad, la elegancia, el saber estar y saber vender una prenda en movimiento y eso sólo saben defenderlo unos modelos profesionales.  


¿Qué supuso para usted el Premio que le otorgo la ONCE, a nivel andaluz?

Ese Premio al Proyecto Empresarial de Micropasarela supuso para mí el Óscar o el Goya de la moda. Fue espectacular la gala que tuvo lugar en Granada. Qué una organización tan importante como la ONCE premie a una empresa pequeña como la mía por mi proyecto de la Micropasarela Solidaria y como reconocimiento personal me sigue emocionando mucho.


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