Una ruta por los solares históricos

Los solares abandonados son heridas abiertas en la ciudad

Solar de la Calle Arráez, sin ningún tipo de mantenimiento a pesar de ser propiedad del Ayuntamiento de Almería.
Solar de la Calle Arráez, sin ningún tipo de mantenimiento a pesar de ser propiedad del Ayuntamiento de Almería.
Eduardo de Vicente
07:00 • 12 jul. 2020

Un solar abandonado es una herida abierta en la ciudad que acaba contaminando todo el entorno, mucho más si el solar se encuentra en el casco histórico, en ese escenario que tendría que ser el más cuidado y el más respetado porque es el único que tenemos para mostrar a los que nos visitan un trozo de nuestro pasado.



Un solar abandonado nos cuenta siempre una historia, la de una ciudad a la que le sigue costando respetar su patrimonio y que prefiere disimular sus heridas antes de curarlas. No tiene sentido que sea el propio Ayuntamiento de Almería el que mire para otro lado en el caso de un solar de su propiedad que lleva  casi diez años dando guerra a los vecinos en la calle Arráez. No tiene explicación que los responsables del área de Urbanismo mantengan este espacio en un lamentable estado de abandono. Cómo le va a exigir el ayuntamiento a ningún propietario particular que mantenga en buen estado un solar cuando es el propio ayuntamiento el que no predica con el ejemplo. 



A lo largo de los últimos años el solar de calle Arráez ha sido motivo de numerosos titulares en los periódicos. En la primavera de 2013, el entonces concejal de Urbanismo, Pablo Venzal, comunicaba que el Pleno había aprobado la construcción de viviendas protegidas, tipo dúplex, en el solar y que los bajos iban a servir para oficinas municipales. Llegaron a colgar un cartel gigante anunciando esa promoción, un reclamo que lo mismo que el solar fue deteriorándose con el paso del tiempo hasta quedarse en nada. Dos meses después del anuncio del señor Venzal, concretamente en junio de 2013, los periódicos daban la buena noticia de que la empresa municipal ‘Almería XXI’ iba a reactivar sus trabajos con esos diez dúplex prometidos en la calle Arráez, y que el proyecto estaba tan avanzado que incluso ya se había solicitado la correspondiente licencia de obras.



Pasó otra vez el tiempo y estuvimos dos años sin oir hablar del solar hasta que en el año 2015, se hizo oficial que que la empresa tenía en su poder siete millones y medio de euros para grandes proyectos urbanísticos, entre ellos el de los dúplex de la calle Arráez. Volvieron a pasar los años, hasta que en 2018, empezó a sonar una copla que ya nos conocíamos de carrerilla: “‘Almería XXI’ prevé gastar doce millones este año”, y en esa cantidad se incluía, como no, el dinero destinado para que de una vez por todas entraran las máquinas en el solar de la calle Arráez. Nos contaron entonces que iban a ser nueve viviendas en régimen de alquiler con opción a compra, destinadas a familias jóvenes que ayudaran a rejuvenecer el casco histórico.



Cuando los vecinos, hartos de pulgas y de mosquitos, se frotaban las manos porque parecía que esta vez iba en serio, volvimos a quedarnos sin noticias mientras que el solar seguía acumulando miseria. En septiembre de 2019, hace menos de un año, nos enteramos de que la entonces concejala delegada de la empresa municipal, Ana Martínez Labella, había decidido sacar del listado de prioridades la promoción prevista en la calle Arráez, argumentando que se debía a la falta de demanda.



Al final, el solar se ha convertido en un trozo más de historia por el tiempo que ha pasado y lleva el mismo camino que el solar de la Plaza de Careaga, que ya forma parte del paisaje y podría ser declarado patrimonio de la ciudad. 



La asociación de vecinos del Casco Histórico lleva tiempo denunciando la situación de estos solares, entre los que hay que incluir también el de la calle Aurora, en la subida que va de la Almedina a la Alcazaba. Los vecinos reclaman que el ayuntamiento tome medidas y acabe con esta situación de abandono que está manchando gravemente la imagen de la ciudad.



Las ordenanzas municipales son claras en el tema de los solares y subrayan que el ayuntamiento tiene que velar para que los propietarios de los solares los tengan en perfecto estado de revista. El problema surge cuando comprobamos que es el propio ayuntamiento el que no cumple las normas. Cómo van a obligar nuestras autoridades a los dueños del solar de la Plaza de Careaga que lo dignifiquen cuando el solar municipal de la calle Arráez se encuentra en la misma situación. 


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