Marga López, el principio del cambio climático

“Si ignoramos las grandes señales, en 2050 este planeta será otro muy diferente”

La doctora López Rivas ante el edificio central de la UAL, institución donde ejerce docencia.
La doctora López Rivas ante el edificio central de la UAL, institución donde ejerce docencia. La Voz
Mar de los Ríos
07:00 • 15 feb. 2020

Científica marina



Margarita López Rivas (Málaga, 1978) “Yo ya estaba salvando a todo bicho viviente desde muy chica.” Vivió su infancia en El Ejido donde su familia sigue radicada. Estudia biología en la Universidad de Granada y finaliza la especialidad de marina en la Laguna de Tenerife (Canarias) en 2006. Después de trabajar en el Instituto Español de Oceanografía, hace un Máster en Biodiversidad y Biología de la Conservación  en la Universidad de Sevilla. Coordina proyectos de manejo y conservación de tortugas marinas en Costa Rica y Panamá y de donde surge su tesis doctoral. En la actualidad sigue compaginando sus investigaciones con su labor docente impartiendo un Máster en la Universidad de Cuba y siendo profesora visitante en la Universidad de Almería.



Mujer y cambio climático



“Somos más empáticas y horizontales. Mejora ostensiblemente el medio ambiente en países con parlamentos feminizados.  El norte de Europa es prueba de ello.”  Volver a casa (Homeward bound), así se llama la atractiva próxima meta de la doctora López y que está programada para noviembre de este año. Una prioridad que aún pende del hilo del dinero. Ha sido seleccionada como representante de nuestro país para formar parte de una apasionante aventura científica en femenino a la Antártida que se producirá en su 5ª edición,  con la asistencia de 79 científicas de 35 nacionalidades, y  que nacen de una red de 1000 científicas.  El objetivo  de este proyecto se basa en observar de primera mano el impacto del cambio climático en el laboratorio más adecuado del planeta para ello, el continente de la Antártida,  además de promover el liderazgo femenino. Atraer las miradas de todos los dirigentes políticos al mundo científico, con la finalidad de propiciar acciones concretas para revertir la tendencia climática actual, debida a la acción humana. Además, el proyecto eleva el protagonismo de las científicas, con objeto de acentuar la importancia de fomentar el liderazgo femenino. No en vano la realidad es que, a pesar de que las mujeres poseen el 60 % de las licenciaturas, solo ocupan un 16 % de puestos de alto nivel, lo que implica una insuficiente representación en la toma de decisión medioambiental.  La doctora López nos explica que ella siempre ha llevado su activismo de género y de conservación de la mano. Empoderar a las mujeres es una asignatura pendiente y urgente. Nace en una familia que siempre le incitó a volar, cita a su madre. Sigue teniendo que lidiar con el hecho  de ser científica. “Hay que creérselo y batallar  todos los días para romper la dinámica desde dentro del sistema.”  Tocar en la puerta inapropiada, donde priman los prejuicios sobre su liderazgo en femenino, sigue siendo el auténtico techo de cristal.  “Los presupuestos de investigación y quién los lidere en este país  es algo muy arbitrario.” Reconoce que ella está obteniendo resultados, peleándolo, y también porque no tiene cargas familiares: “Sería imposible llevar mi vida con hijos. El poder está en la alianza de mujeres concienciadas.”



Apoyo almeriense



Y la cruzada comienza en la sensibilización que supone el apoyo del viaje a la Antártida por empresas y/o particulares, ya  que está subvencionado en parte, pero hay unos 20.000 € que cada científica debe de aportar, se supone que con el soporte de su entorno. Y hasta ahora solo ha obtenido respuesta positiva de Koppert Biological Systems (empresa holandesa) y de Diputación de Almería. Todas las demás puertas a las que ha tocado, ayuntamientos e instituciones incluidos, simplemente no le han abierto. Todavía. Desde aquí les animamos a volver a  replantearse esta manera sencilla de contribuir de forma activa al freno del cambio climático con ojos de mujer y con sabor almeriense, a encarar el presente.



Los microplásticos



Acaba de ser elegida por el Ministerio para la Transición Ecológica para liderar un proyecto de estudio sobre los microplásticos en nuestro litoral mediterráneo con una subvención de 150.000 €. “Vamos en dirección mar muerto.” Y entonces las dos evocamos nuestros días de niñas en las playas de Almería, disfrutando de una biodiversidad que ha dejado de existir. “Aún es tiempo de recuperar entornos naturales. Pero, si ignoramos las grandes señales del cambio climático, en 2050 este planeta será otro muy diferente, donde habrá cosas que no tengan remedio. Cada día desaparecen miles de especies. Está demostrado que en zonas, como por ejemplo Mozambique, la repoblación está siendo todo un éxito. Pero hay que echar dinero y estructura para revertir los malos hábitos.”


Somos lo que comemos

“Hay que comer en verde, con garantías del origen ecológico de los productos y de que sean de procedencia local. Yo como huevos de gallinas criadas en libertad por mis padres y solo consumo pescado cuando no tengo más remedio. Carne, nada desde hace 10 años. Una regla de oro es no tomar sal marina. España es el 2º país del mundo con más plástico en la sal (detrás de EE. UU.) Habría que consumir sal de minería, la sal rosa.”  


La petición de esta científica almeriense: “La educación medioambiental y humanista es la base del cambio. Pacto de estado ya.”


Para quien quiera colaborar con esta  primera científica almeriense en la expedición a la Antártida, Volver a casa (Homeward bound), contactar con la doctora en su correo de la Universidad [email protected], hay una página de crowdfunding para tal fin. Porque el método horizontal es el que funciona en el siglo XXI. El tradicional, sinceramente, apesta a caduco.  


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