La futbolista almeriense que se lleva a su bebé a los partidos

Ruth Ruano es deportista y madre sin que esto le genere ningún conflico, “aunque parezca raro”

Fotograma del reportaje emitido por Jugones sobre la almeriense Ruth Ruano
Fotograma del reportaje emitido por Jugones sobre la almeriense Ruth Ruano La Voz
M. R. Cárdenas
07:00 • 09 nov. 2019

Su móvil no deja de sonar. Recibe llamadas desde todo los puntos del planeta de habla hispana para que cuente su historia. Lleva así más de una semana y aún se sorprende porque, dice Ruth Ruano, una almeriense que es tan madre como futbolista, que ella lo único que ha hecho es "actuar normal". Pero, parece, la normalidad no es lo mismo para esta aspirante a piloto que para el resto de los mortales.



Para esta almeriense de 37 años, que dejó la capital hace casi dos décadas, lo normal es compaginar a la perfección su vida laboral, su reciente maternidad y su mayor pasión, el fútbol, que practica en el equipo Sporting Son Ferrer, de la Liga Autonómica de Mallorca. Para el resto, esto supone un acontecimiento sin parangón que le ha valido ser portada de medios en su ciudad actual, Mallorca, y aparecer en los principales programas de la televisión española, como Jugones, de Josep Pedrerol. 



Pero Ruth huye de cualquier halago porque, dice, llevar a su hija Julia, de dos meses de edad, al campo cuando a ella le toca partido es algo "normal". Una situación que la vida le ha puesto por delante y ante la que ella actúa con total naturalidad y, sobre todo, con organización. Y todo ello supone convertirse en un ejemplo, algo de lo que huye, a pesar de que "sea verdad".



"Tenía que ser lo habitual"



"Es cierto que soy un ejemplo porque no son muchas las ocasiones en las que se ve a una madre que compagina sus hobbys y sus hijos, y para mi compaginar es llevarme a Julia a los partidos. Pero esto debería de dejar de ser ejemplo y ser algo habitual", explica Ruano, quien no tiene problema en que su hija la acompañe a los encuentros y le "obligue" a tener que parar para atenderla.



Porque si llora porque tiene hambre, entonces mamá tiene que darle el pecho. Y eso, "por raro que pueda parecerle a mucha gente", dice, es algo a lo que están más que acostumbrados en su club. "Ya lo hacía con mi anterior hijo, Xesc, cuando nació hace dos años y nadie lo veía raro. En ningún momento me han puesto impedimento alguno".



Ese nadie incluye a sus compañeras de equipo, su presidente y a su entrenador, para quienes que Ruth y Julia tengan que juntarse en el banquillo para alimentarse en algún momento del encuentro ("siempre intento que sea en el descanso, porque si no me matan mis compañeras", cuenta Ruano entre risas) no supone inconveniente alguno, tal y como explicaron en Jugones: "Ella para de entrenar y le da de comer. Es algo natural. Y el que vea otras cosas.. ve fatal". 



Siempre fútbol

Y es que Ruth tuvo claro siempre que nada la iba a separar del balón, solo la obligación de los meses de embarazo: "Tuve que parar unos meses por el embarazo pero a las pocas semanas de dar a luz a Julia ya sentía que tenía que volver a jugar al fútbol y así lo hice. Como, además, tenía el apoyo de todos y la experiencia con mi anterior hijo, sabía que, como ha ocurrido, no iba a haber problema alguno".


Porque nada la iba a separar de un deporte que comenzó a practicar en su juventud en Almería, aunque no tenía equipo femenino en el que jugar, y que luego la ha acompañado en sus mil y un viajes por el mundo gracias a su profesión de azafata. Así, ha jugado "siempre en amateur", remarca, en equipos de Estados Unidos, Suiza, Australia... así hasta llegar a Mallorca, donde familia y pasión se unieron y Ruth aprovechó para dar su particular lección al mundo: "Con organizarse vale para conciliar nuestra vida de madres con nuestra vida de mujer. No hay nada que se me haga difícil y ahí está la gracia".


Tanto, que ahora no solo es madre y futbolista, sino que también se encuentra en plenos proceso para convertirse en piloto. "Tengo el examen en un par de semanas y ahora dedico las mañanas a los niños y, cuando los acuesto, me pongo a estudiar", relata Ruth Ruano, quien junto con eso también entrena las tardes de los lunes, miércoles y viernes. "Y los fines de semana, partido", sentencia con una sonrisa que deja claro que nada puede anteponerse a ella y sus deseos, aunque ahora aún se le resistan algunas cuestiones: "Tenemos que hacer que amamantar a un hijo o conciliar ser mamá con jugar al fútbol debe ser algo de lo más normal". Y seguirá luchando, con el ejemplo, para que así sea.


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