El día en que Camilo Sesto cantó en el Club Náutico de Almería

Hacía la mili en Viator, aún no era famoso y compartió escenario con los Teddy Boys

Camilo Sexto, vestido de soldado durante su servicio militar en Almería
Camilo Sexto, vestido de soldado durante su servicio militar en Almería La Voz
Antonia Sánchez Villanueva
21:34 • 08 sept. 2019 / actualizado a las 23:44 • 08 sept. 2019

Aún hay gente en Almería, gente que ya peinará muchas canas, que recuerda el episodio con la misma claridad de lo que ocurrió ayer, pese a que entonces no existían los selfies ni móviles que inmortalizaran cada minuto en vídeo. Corría un domingo de verano de uno de los últimos 60 y el entonces Club Náutico de Almería -lo que hoy es el Centro de Actividades Náuticas, frente al Catamarán- celebraba uno de aquellos bailes de jóvenes que se pusieron de moda. Allí se reunían chicos y chicas en su primera juventud, veían a otros y se dejaban ver, tomaban algo, escuchaban música y bailaban al son de la orquesta Teddy Boys



Entre los que asistían a aquellos bailes, junto a los hijos de las familias de la sociedad almeriense, estaban los soldados del campamento de Viator que hacían la mili. Esa tarde -porque los bailes llegaban como mucho hasta las diez de la noche- uno de esos soldados vestidos de civil fue animado por otro compañero a que se subiera al escenario para cantar con la orquesta. El aludido era reticente, pero su colega, mucho más animoso, explicó a los miembros de los Teddy Boys que su amigo, de nombre Camilo , era el cantante de una orquesta de su provincia, Los Botines.



Cuando finalmente el tal Camilo se subió al escenario, Juan Morata le preguntó cómo lo presentaba, si como Camilo, cantante de Los Botines. "No, como Camilo Blanes", fue su respuesta. Y cuando el jovencísimo soldado comenzó a interpretar Please, release me, el popular tema de Engelbert Humperdinck, a Juan Morata le quedó claro que estaba ante alguien único. "Fue un impacto, ese vozarrón, una voz fuerte, yo no había oido nada así", cuenta el cantante de los míticos Teddy Boys. 






Después de aquello, Camilo Blanes, que pocos años después se convertiría en Camilo Sesto y en uno de los mayores fenómenos que ha dado la música en España, volvió a cantar otras tres o cuatro veces en el Club Náutico de Almería con aquella orquesta en tardes dominicales de permiso en el cuartel. Y cuando su fama empezó a crecer y a hacerse gigante, los testigos de aquella primera actuación en el baile juvenil, que muy bien podían ser varios centenares de almerienses de esa generación, la anécdota se quedó fijada en sus memorias y en sus conversaciones, casi como si acabara de pasar. 



Camilo Sesto nunca perdió el contacto con Almería, aunque no fue por la música. En su etapa de mili recibía las visitas de Laura Casale, una cantante italiana que tuvo notoriedad en los 60, grabó varios discos y de la que las crónicas dan por cierto que fue su novia, quizá su primera novia. Casale, a la que también dan por mentora artística del entonces desconocido joven de Alcoy, se quedó a vivir en Almería, montó un chiringuito en la playa de Aguadulce y vivió allí hasta su muerte, en 2010. Durante todos estos años, Camilo Sesto viajó con frecuencia hasta Almería para visitar a Casale, con la que mantuvo una estrechísima amistad. 





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