Manolo Ortega: adiós a un profesional del mundo de la comunicación

Fallece con 51 años tras años de lucha

Manolo Ortega fallece a los 51 años.
Manolo Ortega fallece a los 51 años. La Voz
Álvaro Hernández
22:08 • 23 jun. 2019 / actualizado a las 22:29 • 23 jun. 2019

En el día de ayer, nos dejaba Manolo Ortega, conocido profesional del mundo de la comunicación e histórico cofrade de la Semana Santa de Almería.



Radiofónico



Ortega fue, mientras que su salud se lo permitió, uno de los hombres de las ondas radiofónicas de Almería. Su voz, quizás, no sonaría a los amantes de la radio de la ciudad, pero sin él pocas transmisiones en directo habrían sido posibles: Ortega fue técnico de sonido en la radio, siendo su última casa Onda Cero. Hoy, compañeros de los micrófonos le recuerdan con emoción como “aquel chico con el pelo claro que estaba siempre con algún cable en las manos”.



Y con 51 años, Ortega nos ha dejado y ahora andará probando el sonido, ojalá, para alguna tertulia cofrade hecha con lo mejor de cada hermandad (quizás, con su tocayo Manolo Guerrero, histórico cofrade y antiguo hermano mayor de la Santa Cena que se ha ido apenas unas horas antes que Ortega, puede que a fichar tertulianos en el estudio radiofónico del cielo) y rodeado de un público celestial de excepción.



Cofrade



Porque sí, además de un profesional del mundo de la comunicación por la vía de las ondas radiofónicas, Manolo Ortega también era un histórico cofrade de la Semana Santa de Almería.



Tanto es así que él y solo él podía presumir de ser el hermano número 5 de la Hermandad del Silencio, que desde ayer le llora como cuando se pierde a un hermano, nada más y nada menos.



Cómo no iba a ser del Silencio, claro. Ortega se crió a escasísimos metros de la iglesia de San Agustín, donde sus hermanos cofrades buscarán en estos días el Consuelo que solo puede hallarse en Alfareros y que en estos días se hará más imprescindible que nunca.


Hoy le recuerdan sus amigos de infancia, aquellos con los que jugó a la pelota allí, en Alfareros, y a los que convenció para hacerse hermanos de una hermandad que, muy a su pesar, pasó de tener cinco pasos a tener dos. Pero volvió, porque a casa uno siempre vuelve.


En aquellos años de infancia, pasos como el del Camino o el de la Columna se convertían en lugares que escalar para los más pillos del barrio en las noches de Semana Santa.

Y allí estaba él, Manolo Ortega, con sus amigos y hermanos de un barrio que hoy le llora.


En el triste día de hoy, festividad de San Juan Bautista, tendrá lugar la misa corpore in sepulto en el Tanatorio Portocarrero, a las 9.30 de la mañana.


Tras tanto luchar junto a tu mujer y tus dos hijos, descansa en paz, Manolo. 


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