“No vengo a descubrir América. Los problemas de Almería los sabemos todos”

Joaquín Pérez de la Blanca, candidato a la Alcaldía de Almería por Vox

Joaquín Pérez de la Blanca.
Joaquín Pérez de la Blanca. La Voz
Rosenda Mirón
07:00 • 15 may. 2019

De la noche a la mañana, este abogado de 37 años ha pasado del anonimato a ser uno de los otros donde ponen el foco analistas, formaciones políticas y vecinos. Aspirar al bastón de mando de la capital no es baladí y lo sabe. Ríe a la pregunta de cómo tiene de ocupada la agenda y habla continuamente de su mujer. Será padre en junio



Joaquín Pérez sigue trabajando en el despacho de abogados que fundó hace diez años, proyecto por el que volvió de Madrid, donde cursó sus estudios universitarios y de post-grado. Llega a la entrevista con su jefe de prensa y con puntualidad británica.



¿Almería es un poco pueblo?¿Se la imagina como una gran urbe algún día?



Como una urbe moderna pero ordenada. Gran urbe tecnológica y moderna si es para aportar y sumar, ¿por qué no?. Hace falta hacer un plan sobre qué queremos que sea Almería, sería interesante llegar a un consenso con la mayoría de formaciones sobre qué tenemos que hacer y hacerlo ya. Ver por dónde tenemos que crecer.



¿Qué tipo de alcalde querría ser?



Sirviendo a los demás. Más de despacho, pero sirviendo a los demás. haciendo cosas de verdad. Yo soy autónomo, así que no me importa trabajar las horas que haga falta, llevo 10 años con mi despacho trabajando días enteros, viendo la calle vacía al entrar y salir. Si uno no viene con el convencimiento que viene a servir yo aquí no hago nada.



Comparta con nosotros un sueño para Almería. 



Me encantaría exprimir el potencial que tiene, sería interesantísimo. Me la imagino con muchísima gente en las calles, muchísimo comercio, la luz entrando por los edificios…sería precioso. Y mucho más turismo, que es algo importantísimo y no se le da toda la importancia que merece. Es fundamental para la riqueza, pero un turismo bien enfocado, saber qué tipo de persona le interesa a esta ciudad. 


¿Qué importaría de otras ciudades para Almería?

Hay ciudades en Andalucía que me encantan: Granada, Córdoba, Sevilla…voy cogiendo cosas de otras ciudades, sí.


Independientemente de eso yo le pregunto a la gente qué harías tú en esta ciudad me dicen todos lo mismo, y son cosas que deberían haberse hecho hace muchísimo tiempo: el puerto, el soterramiento, el tren de Alta Velocidad AVE, dignificar la Alcazaba…


¿Cómo se definiría a sí mismo?

Leal. Hasta la muerte. Siempre que no vaya contra mis principios.


¿Cómo lleva estos días, esta nueva situación para usted?

(Ríe) Una locura. Yo no pensaba que iba a ser tanto. Yo no he estado expuesto a la vida pública y para mí ha supuesto un cambio un poco grande. No soy ninguna estrella del rock ni del deporte, soy consciente de ello pero para una persona que hace vida de barrio que tiene su despacho, su mujer, su familia.  Ha sido un salto muy grande. Pero tengo que decir que mi mujer me está echando una mano y estoy cada día más enamorado.


¿De qué adolecen los almerienses?

El defecto no es un defecto, es haber consentido la situación que llevamos sufriendo 20 años, no es justo para esta ciudad. Hay falta de actividad y de inquietud sobre todo en la clase política por no moverse, hay que ser valiente y tener carácter en la vida.


Después de Almería, ¿qué ciudad es importante para usted?

Viví cuando era pequeño aquí muchos años porque mi padre tiene plaza aquí desde hace bastantes años. Estudié en el Colegio Nuestra Señora del Milagro al lado de la Plaza Virgen del Mar y Almería es mi ciudad favorita sin lugar a dudas. 


No es una ciudad española mi segunda preferida, aunque quede mal decirlo. Fue un viaje al que me invitó mi mujer, a Roma, en un momento de mi vida en el que yo estaba un poquito bajo y me hizo ese regalo.


Fueron cuatro días espectaculares en mi vida y cuando me pregunta a dónde quiero viajar siempre respondo a Roma.



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