Energía solar y química para limpiar y reutilizar el agua que necesitamos

La unidad de Tratamientos Solares de Aguas de la PSA realizan investigaciones de primera línea

Isabel Oller, en la Plataforma Solar
Isabel Oller, en la Plataforma Solar Remedios Fernández
Remedios Fernández
11:59 • 02 abr. 2019

“A diferencia de lo que la gente piensa, en la unidad de Tratamientos Solares de Agua no aplicamos la energía térmica del sol para depurarla”, sonríe Isabel Oller Alberola. “Nosotros utilizamos los fotones de la radiación solar para promover reacciones químicas dentro del agua, y favorecer la degradación y eliminación de contaminantes y patógenos. El objetivo es limpiar el agua residual de todo lo que puede ser dañino para el hombre y el medio ambiente”.



“Hace unos años, la investigación en tratamientos de agua no era considerada de primera necesidad”, añade. “Pero desde que el cambio climático es una realidad, el stress hídrico es cada vez mas acuciante y, en un lugar como Almería, la necesidad de reutilizar el agua es mayor. Ya hay tecnología para ello, y se sigue desarrollando. Ahora se trata de afrontar aplicaciones prácticas”.



Isabel nació en Gerona, pero con diez años ya se vino a Almería, pues sus raíces están aquí. Estudió Ingeniería Química en la Universidad de Granada, y cuando terminó hizo el doctorado en la Plataforma Solar de Almería, perteneciente al CIEMAT. Hoy es responsable allí de la unidad de Tratamientos Solares de Aguas, un grupo de una docena de personas, entre investigadores, doctorandos y técnicos de laboratorio.



Cadena



Se dedican a una investigación de primera línea. “Cada vez es mas apremiante el problema del déficit hídrico. Con el ritmo de crecimiento de población mundial... Y es alarmante: para alimentar a esa población creciente hay que producir mas alimentos, y eso aumenta el consumo de agua. El 70% ya va a la agricultura. Y si no llueve, y los acuíferos se salinizan, pues terminamos abusando de ellos…”.



Ellos se centran en una solución: reutilizar. “Nosotros eliminamos la contaminación del agua”, dice. “No solo con lo que consumimos, también antibióticos, antidepresivos, cafeína, patógenos... Y también está lo que sale de algunas industrias cuyas aguas van a las depuradoras de nuestras ciudades”.



La idea, entonces, es limpiar esos contaminantes que la depuradora no elimina del todo, para que esa agua tenga una calidad que nos permita usarla de nuevo. Incluso para beber. “La tecnología que existe, aunque no siempre sea comercial, nos permite llegar hasta tener agua de alta calidad”, afirma. “La reutilización de las aguas salidas de depuradoras, o subterráneas, tras ser tratadas, junto con la desalación, nos puede llevar a tener una fuente alternativa de agua muy interesante”.





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