“Luis Rogelio y yo tuvimos grandes broncas, pero nunca trascendió”

Juan Megino, médico y exalcalde, repasa sus recuerdos políticos y el momento actual

Juan Megino presidió el COJMA durante la celebración de los Juegos en 2005
Juan Megino presidió el COJMA durante la celebración de los Juegos en 2005 Juan Antonio Barrios
Antonia Sánchez Villanueva
07:00 • 17 feb. 2019

Como médico, Juan Megino atesora más de 20.000 historiales clínicos en 40 años de ejercicio. Como político, más de 20 de dedicación, cuatro como alcalde del PP, cuatro en la oposición tras perder la mayoría absoluta y ocho más al frente de GIAL, que creó tras dejarle el PP fuera como candidato. Forjado dialécticamente en el siempre difícil cuadrilátero político, Juan Megino es persona de buena dicción y ágil diálogo. Con un café delante, el mar de fondo, el poso de la experiencia y la frescura de la memoria, la conversación arranca casi sola, con vida propia, como en aquella película....   



 Yo tuve muchas deslealtades en política, muchas, más de lo deseable.... 






 ¿En el PP o en GIAL?



 En ambos sitios. En política, en definitiva. 



 ¿Ha perdonado?



 Yo sí, pero no olvido, jamás. El disco duro me funciona perfectamente (risas). 



 ¿Se habla con su entorno de entonces?

 Me sigo reuniendo todos los viernes con una especie de permanente de GIAL. Por cierto, que GIAL sigue vivo en el Ministerio. Cualquiera podría recuperar esas siglas. El otro día me dio una alegría especial cuando en tu periódico vi una foto del Pilindro con su camiseta de GIAL. Quiere decir que alguna siembra dejamos. 


 ¿Por qué dejarlo latente y no extinguirlo?

 Nadie dio un paso adelante para tomar el relevo. Hicimos entonces lo que parecía razonable, resolver el tema de gente que quería seguir en política, y por ideología el lugar natural era el PP. Por eso hicimos dentro de GIAL la elección para aquellas personas que podían incorporarse a las listas del PP. 


 ¿Pensaba que alguien lo puede recuperar? 

 Bueno, ahí está. Pero es muy difícil. Yo sé las dificultades tremendas que tuvimos para organizar un partido en tan poco tiempo y los resultados tan extraordinarios que tuvimos, cinco concejales. Eso pasaría a los anales de la historia de la política local. 


 Eso no lo ha conseguido Ciudadanos, por ejemplo. 

 No lo ha conseguido nadie. Y hemos proyectado mucha gente en política que estuvieron en GIAL. Empezando por la presidenta del Parlamento andaluz, que era nuestra asesora jurídica y miembro de la directiva de GIAL. 


 ¿Si estuviera ahora en política activa habría vuelto al PP, estaría en Ciudadanos, o quizá en Vox?

 Probablemente en el PP, porque ha habido desde mi punto de vista un giro importante . Se identifica en este momento con las ideas que he tenido siempre en política. Cuando las primarias del PP, hablando con algunos miembros del partido muy significados que dudaban si Cospedal, Soraya o Casado, tuve oportunidad de decirles que la orientación razonable era Casado, por juventud, por ideología, por modo de presentarse. 


 ¿Si fuera del PP sería entonces casadista?

 Sin duda. Bueno, sería del PP pero con unas ideas muy claras sobre el tema. Yo creo en las ideas y en los programas mucho más que en las personas, porque las personas te dan muchas puñaladas. 


¿La mayor deslealtad hacia su persona fue cuando le descabalgaron de la candidatura a la alcaldía en 2003?

Sin duda. Y eso no se puede olvidar. Gente con la que yo había vivido, convivido, peleado, de repente empieza a poner zancadillas, gente con los cuales sin embargo tengo todavía una relación personal importante, empezando por el propio presidente del partido. A mí Gabriel Amat no me ayudó absolutamente nada, sin embargo yo mantengo una relación personal adecuada. Creo que conmigo no se portaron adecuadamente. 


 A toro pasado, ¿por qué cree que se apoyó a Luis Rogelio en detrimento suyo?

 Hombre, yo no estuve en el intríngulis, pero sí hubo sorpresas tremendas. Unos días antes de nombrar candidato yo creía todavía que iba a serlo. En una reunión de intermunicipal en Córdoba estuve defendiendo las posiciones del PP, entendiendo que había unas expectativas razonables para mi persona. Y al día siguiente me entero de que esa misma noche, cuando yo me había ido del sitio donde se celebraba la convención, se había ya brindado por la persona que iba a ser mi sustituto. Conmigo faltó claridad y también lealtad. Y eso es imposible olvidarlo, porque para mí lo más fácil hubiera sido irme cuando perdimos la mayoría absoluta [en el 99], y me quedé porque entendía que había que dar la cara. 


¿No sospechó nada?

No. Ya te digo, una hora después de que a mí me dijeran que estaba por ver la candidatura, se estaba brindando con el próximo candidato, con la presencia de Javier Arenas. 




¿Y alguna vez Luis Rogelio le ha reconocido algo?

No, nosotros no hemos hablado de este tema en absoluto. Ahora, yo sé que perdimos la mayoría absoluta en el 99 por la mala gestión del PP en apoyo de la candidatura. Había mucha gente dentro del partido que no quería que Juan Megino fuera de nuevo alcalde, porque a los pocos meses iba a haber elecciones para la presidencia del partido y había gente que pensaba que yo iba a tener ambiciones. Nunca he ambicionado yo eso, nunca. 


¿Vendetta interna?

Sin duda. La noche electoral, cuando algunos estábamos sufriendo, hubo gente que brindaba porque se había ganado la Diputación. Pero ni dudas ni penas por haber perdido la alcaldía. 


¿Cómo pasó esa noche?

Lo pasé mal, porque además me quedé absolutamente solo, con mi mujer. Hay alguna foto de la época donde se nos ve saliendo de la sede electoral solos. Cuando estás arriba todo el mundo te da, pero cuando vuelas bajo, todo el mundo te pega tiros. 


¿Crear más tarde GIAL fue una revancha?

Revancha no sería la palabra, era un modo de demostrar a mucha gente que se habían equivocado conmigo y con otras personas que habíamos estado dando la cara y defendiendo unas ideas desde el PP. El resultado fue espléndido. Con una sorpresa. Y es que encargamos una encuesta y la conclusión era que la gente me quería pero no me iba a votar y el consejo era que no me presentara. Pero ya íbamos lanzados. 


¿A Luis Rogelio lo ha perdonado?

Bueno, esa no es tampoco la palabra. Yo con Luis he tenido una relación razonable. Hace un tiempo tuve un problema de salud y estuvo muy atento conmigo. No guardo rencor a nadie, simplemente me acuerdo de muchas cosas y de muchas deslealtades, pero  con Luis, en absoluto, y si me necesitara, ahí estaría. 


¿Y de Javier Arenas qué recuerdo tiene?

 Pésimo. 


¿Y qué concepto?

Mal concepto. 


 ¿Fue la mano que meció su cuna?

Sin duda. Javier no movió un dedo. Y en ese momento tenía capacidad para haber convencido a algunos de que yo podía haber sido un razonable candidato. 


¿Cómo ve el PP actual en Almería?

Lo veo muy fuerte todavía. A pesar de la irrupción de nuevos partidos tiene una fidelidad muy importante, ahí están los resultados de las autonómicas. Y eso tiene mucho que ver con la trayectoria que estos últimos años ha llevado el PP con una línea muy coherente, a pesar de que el Gobierno central no ha ayudado para responder a lo que siempre el PP de Almería ha aportado. 


Antiguos componentes de GIAL han recalado en Ciudadanos, ¿Por qué en su caso no iría a Ciudadanos?

Bueno, cuando se empezó a hablar de que Ciudadanos se estableciera en Almería, conmigo hablaron, y renuncié porque me parecía que era una aventura. Pensaba que iba a ser un fracaso tremendo y no me veía como un saltimbanqui. 


¿Por qué cree que parte de su gente significada, como Marta Bosquet y Miguel Cazorla, dieron el paso?

Las situaciones son muy distintas. A mí Marta me parece una persona perfectamente preparada y con una idea clara de lo que quiere ser y lo que puede aportar en política. Yo sé seguro que lo va a hacer muy bien. De Miguel tengo otra idea distinta, Miguel me parece una persona muy oportunista y, desde luego, con algunas limitaciones más importantes. De hecho, yo creo que su partido lo va a dejar un poquito en la estacada. 


¿Si estuviera en su mano Cazorla sería candidato a la alcaldía por Cs?

Probablemente no. Podía ser miembro de una lista, porque Miguel es un gran trabajador. Para integrar una lista bien conducido es una persona muy válida. Ahora, para ser alcalde, tengo mis dudas. 


¿Que fuera candidato la primera vez fue fruto de la inexperiencia de Cs?

Cuando GIAL se crea teníamos un problema muy importante de banquillo, que es lo que está sucediendo con Ciudadanos. Estoy viendo las dificultades que están teniendo para poder elegir a gente. Yo tuve muchos candidatos de aluvión. En unas ocasiones acertamos y en otras nos equivocamos gravísimamente. 




¿Hay mucho profesional de la política?

Muchísimo. Yo siempre entendí la política como una dedicación temporal. Cuando tuve la oportunidad de hacer listas me preocupaba de elegir gente que supiera que al margen de la política pudieran tener alguna dedicación.   


Hubo gente que no entendió que compatibilizara la Medicina con la alcaldía.

Bueno, pero yo estoy encantado de haberlo hecho. La Medicina es una actividad no solamente vocacional, sino muy complicada, y si estás apartado de ella veinte años, hubiera supuesto terminar completamente y haber cogido la política como solución. 


¿Le ofrecieron otros cargos?

Sin duda. Otra cuestión es que yo lo hubiera creído. En las siguientes elecciones de mi defenestración me ofrecieron ir en las listas a unas generales, pero no les creí. Si me habían engañado en una cosa, ¿qué garantías me daban de que en lo siguiente no me engañarían?


En política hay mucho juego de señuelos, veo. 

 Muchísimo. Tienes que tener los pies muy en el suelo. A mí la Medicina me ha dado todas las grandes satisfacciones que un ser humano puede tener. La política me dio algunas, pero no comparable. 


Después de estar dentro y haber visto, ¿la tentación de la corrupción es fácil?

Es fácil y muy tentadora. Yo tuve tentaciones, pero las puedes vencer, y las vences si sabes cuál es tu lugar. 


¿Vinieron a ofrecerle?

Sin duda. Pero no te obliga, puedes estar en política perfectamente sin corromperte. Y muchísima gente, la inmensa mayoría, está en política con una voluntad clara de servicio público. 


¿Y a su alrededor gente ha cedido a la tentación?

Rumores, siempre; realidades, no. No lo hubiera permitido de ninguna manera. 


¿Qué futuro le ve a Ana Martínez Labella, que era persona de su confianza?

Yo creo que ha sido el gran descubrimiento de la política. Ha demostrado suficientemente su capacidad, volando sola. Yo espero que en la lista futura, el PP la tenga en cuenta no solo para ser concejala, sino para algo más de futuro. 


¿Puede ser así?

Creo que puede ser alcaldesa de futuro. Conoce el Ayuntamiento mejor que casi nadie.


¿Ramón Fernández Pacheco necesita renovar mucho la lista?

Sí. Estoy seguro. Y lo va a hacer. Porque, entre otras cosas, no es su lista. Ramón no era el candidato del alcalde, si no, no hubiera ido de 8. 


¿Cómo cree que lo está haciendo?

Lo está haciendo bien.  Con dos hándicaps. Uno, el desconocimiento de la realidad de una ciudad. Y, en segundo lugar, no tener mayoría absoluta. Convivir con un grupo que te condiciona el gobierno no es deseable. La administración más ágil son los ayuntamientos, y no puedes perder un solo día en las discusiones. Se necesitan gobiernos estables y eso es lo que hizo GIAL con el PP en los años que nos tocó gobernar, y no fue fácil. 


¿Cómo fue la bicefalia?

Complicada. Nosotros tuvimos amplísimas broncas, pero lo hacíamos en privado Luis y yo. Y nunca trascendió. Pero hubo momentos donde parecía que aquello se iba a romper. Sin embargo, entendíamos que el objetivo fundamental era el ayuntamiento, desde el reparto de funciones. Yo intenté sacar para mi grupo lo mejor que podía. De hecho, hubo presupuestos donde GIAL gestionaba más de la mitad del presupuesto, aunque no teníamos más que cinco concejales. 


¿Cuál fue la mayor bronca que recuerda?

Ninguna en concreto. Muchas con amenaza de decir tú no eres capaz de quitarme, o de cesarme… hasta esos niveles. Pero siempre desde la lealtad. Nunca tomábamos, desde áreas de nuestra competencia, ninguna decisión que no estuviera consensuada con él. Y ese es el reto que tiene ese gobierno de circunstancias que se va a dar en Andalucía. 




¿Cómo ve la entrada electoral de Vox?

Complicada, va a dificultar aún más los gobiernos mayoritarios. 


¿Al PP le va a ayudar o le va a restar?

Yo creo que Vox le va a quitar muchos votos al PP. Otra cuestión, y eso dependerá del candidato local, es qué disposición va a tener para poder lograr estabilidad de gobierno. Yo creo que esa estabilidad se la puede dar más Vox que Ciudadanos, porque es gente que va a provenir fundamentalmente del PP que, por una serie de razones, muchas de ellas por la mala gestión política de Rajoy, dio lugar a que se creara.


¿Rajoy fue un presidente blando?

Blandísimo. Tuvo la oportunidad, cuando los españoles le dimos diez millones de votos, para haber cambiado mucho de la realidad de este país en muchos aspectos, como la Ley del aborto, la Ley de memoria histórica, y no tuvo valor. Hizo una buena labor en la economía pero en el aspecto político de su ideología, estuvo muy tibio y yo diría que traicionó al electorado. Creo que fue un mal presidente. 


¿Y Pedro Sánchez? ¿Qué presidente ha sido?

El peor de la democracia. Empezó mintiendo, y un político que miente ya no tiene ninguna credibilidad. 


¿De qué está más orgulloso en el ámbito político?

De la siembra que he dejado. Hace unos días se inauguraba una magnífica sede de la Gerencia de Urbanismo, y ver el recibimiento que me hicieron los funcionarios o la despedida que me hicieron cuando me fui del ayuntamiento, fue espléndido. Desde el punto de vista de consecuciones, bueno, la gente ahí lo tiene. No voy a decir el tema de los Juegos, no fue una consecución solo mía. 


¿Almería ha dilapidado el patrimonio social de los Juegos Mediterráneos?

No, lo que pasa es que no lo hemos aprovechado suficientemente. No las instalaciones deportivas, ahí están todas, sino el haber intentado aprovechar la inercia para que el recuerdo del 2005 se hubiera mantenido latente. Pero, por otra parte, después ha habido tres nuevas ediciones y ninguna ha igualado la de Almería. Es algo que nos debe hacer sentir orgullosos. 


Entró en política porque le preocupaba la sanidad, ¿cómo ve ahora la Medicina?

Con mucha preocupación porque hay un enorme paro profesional, muchísimos médicos se están yendo fuera cuando aquí hay graves carencias. Probablemente porque no ha habido una planificación suficiente. Leí lo que decía el presidente del Colegio de Médicos respecto a la Facultad de Medicina. Yo estoy absolutamente de acuerdo con él. 


¿No es necesaria?

En absoluto. Estamos creando médicos para el paro. Lo que tiene que hacer la Administración es crear más plazas MIR. 


Desde el PP se ha utilizado las deficiencias de la sanidad andaluza como argumento político, ¿en nuestra sanidad no se puede confiar?

No, no, la sanidad pública es excelente. La gran lacra son las listas de espera. Se ha politizado y burocratizado excesivamente, y yo espero que sea una de las correcciones que se hagan. Hay más jefes que indios, y lo que necesita la sanidad pública es mucho indio y menos  jefes politizados. 


¿Y cree que el PP despolitizará la sanidad?

Yo lo deseo, no le va a ser fácil, porque derribar el aparato administrativo va a ser muy difícil. Es por ahí por donde el PP puede de alguna manera arreglar la economía andaluza. Hay demasiadas empresas públicas, con criterios de selección del personal no suficientemente objetivos. 


¿De sus oponentes políticos con quién se tomaría un café o una cerveza?

Posiblemente con la persona con la que más discutía y tenía más controversia. Con Diego Cervantes [IU].  


Sus debates en los plenos eran memorables. 

Pero no nos descalificábamos. Y hoy hay demasiadas descalificaciones y demasiada visceralidad. Nosotros nos respetábamos muchísimo, éramos muy duros, pero siempre desde la formación y el conocimiento de los temas. Ese café me lo tomaría con Diego. 


¿Se ha planteado escribir sus memorias?

No, alguien podría pensar que se hacía desde el rencor. Pero para escribir un libro, claro que tendría. 


Probablemente sería un libro con éxito. 

Sí, pero probablemente habría gente que no se creería lo que contara.  


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