La startup con la que Jesús siguió un augurio, y enfrentó sus miedos

Augury diseña y fabrica hardware y periféricos para simuladores de coches

Jesús Sebastián Pérez, en Almería
Jesús Sebastián Pérez, en Almería Remedios Fernández
Remedios Fernández
11:30 • 27 ene. 2019

Era 2012, y Jesús Sebastián Pérez Segura tenía una buena vida. Trabajo, familia, incluso tiempo para su pasión por los coches y los circuitos. “Pero sentía que no me estaba desarrollando como persona”, recuerda. “Tenía un augurio, un presagio que no dejaba de venirme. Y decidí enfrentar mis miedos, hacer lo que me gustaba”.



Jesús es de Almería, y había hecho la FP de ciclo superior de Topografía y Delineación, en el instituto Alhamilla. “Siempre se me ha dado bien el dibujo, tanto el técnico como el artístico”, dice, “la creación, el diseño...”. Entró a trabajar en un estudio de arquitectura, y luego en una empresa familiar.



Un día encontró el mundo de la simulación, “donde podía hacer lo que no conseguía en el circuito”. Pero, en lugar de jugar, pasaba mas tiempo intentando calibrar bien los volantes, “llevar la vida real a la simulación”, dice. “Y vi que a los periféricos, al hardware, se le podía sacar mas capacidades”.



Empezó con un amigo haciendo una cabina de movimiento profesional. Luego tomaron caminos distintos, pero Jesús siguió “creyendo en esto, luchando, trabajando, y formando un equipo, gente que creyera en mi idea”. 



Demanda



En esa etapa, “dio la casualidad de que en la comunidad internacional de estos temas sacaron un hardware para que la gente se montase un volante, y lo pudiera vender. Y se nos ocurrió una idea: con mis diseños hacer algo para facilitárselo a los demás”. La sorpresa fue que la demanda hizo que tuvieran que parar todo lo que hacían. “La gente quería nuestros volantes, y fue a mas, a mas…”.



En 2016 fundó Augury, una empresa en la que ya trabajan siete personas, y produce “un hardware que te transmite la fuerza del simulador”, explica, “y, además, unos aros, como de Fórmula 1”. Pero, sobre todo, “tenemos nuestro departamento de I+D, y esperamos, en este año y el siguiente, sacar nuevos productos...”.



Su reto: hacer que algo que se comporta robóticamente, lo haga de forma natural. Darle el toque humano, esa sensibilidad, dice. “No es solo diseño estético, sino que cuando un piloto profesional esté en ese simulador, tenga la sensación de que es verdad, que se está comportando como debe”. Y ya trabajan con equipos y pilotos profesionales de todo el mundo, como el MSI de Teo Martín MotorSport.


“Pero, sobre todo, creo que lo importante es afrontar los miedos”, afirma Jesús. Nosotros nos ponemos los límites, pero la vida da esas oportunidades... Es mucho mas importante la actitud que la aptitud”.


Temas relacionados

para ti

en destaque