Programación, juegos de mesa y Open Source, las pasiones de Antonio Soler

Los juegos de mesa viven una segunda juventud y han dado el salto a internet

Antonio Soler Asenci, en Almería. En estos momentos trabaja en la EUIPO
Antonio Soler Asenci, en Almería. En estos momentos trabaja en la EUIPO Remedios Fernández
Remedios Fernández
12:00 • 16 dic. 2018

Antonio Soler estaba trabajando en Inglaterra. Había estudiado Ingeniería Técnico Informática de Sistemas en la Universidad de Almería, y después de trabajar en varias empresas, había conocido a la gente de Alfresco, que hacen un software de gestión documental y son “uno de los referentes del Open Source en Europa”, dice. Eso está en línea con sus ideas, de modo que se fue a trabajar con ellos a Londres.



El trabajo le gustaba, el ambiente era “muy chulo”, y ya tele-trabajaba el 50% del tiempo desde Almería. Pero... “Me faltaba un poco el componente social”, sonríe. Y decidió retomar un hobby de sus tiempos de la Universidad: los juegos de mesa.



Siempre le han gustado. Antonio fue, por ejemplo, uno de los fundadores de Ludere Aude, la asociación que organiza las jornadas Ex Mundi. Así que se unió a un grupo de juegos de mesa en Londres, y descubrió que “están viviendo una segunda juventud”, afirma. “Gente de 30, 40 años están volviendo a ellos, pues es una actividad muy chula para reunirte con los amiguetes, o la familia, sin salir a la calle y gastar dinero. Una pizza, una litrona, y echas la noche”. Incluso para los niños, que aprenden cosas como estrategia, planificación…



Libre y abierto



Entonces conoció BoardGameArena, una plataforma de juegos de mesa online que da la posibilidad de jugar por intermedio de una interfaz web. “Por supuesto, todo es legal y con permisos de los editores originales de los juegos, y de los autores”, explica Antonio. “Y, sobre todo, con el espíritu del Open Source y la colaboración, de contribución a la comunidad”. 



Empezó a colaborar, y ya lleva hechos seis juegos para esta plataforma. Ha trabajado en clásicos como Incan Gold, y el último ha sido Taluva, otro superventas. Y está feliz. “Una de las cosas que estoy orgulloso es que, cuando llegué, los juegos eran planos. Veías las fotos del tablero y las fichas se iban moviendo, pero... Y le di una revuelta al código... ¡Y consigo moverlo todo en 3D solo usando CSS y HTML5!”.



Game Arena tiene usuarios y desarrolladores en todo el mundo. Sus adaptaciones de los juegos están traducidas a cientos de idiomas. “Se puede apuntar cualquiera”, explica. “Hay que crearse una cuenta, pero la puedes enlazar a una cuenta de Facebook. Para algunos juegos tienes que tener una cuenta Premium, pero es muy barata. Pero lo interesante es que son juegos que todo el código está también publicado en Github, y eso ayuda a otros programadores que están también desarrollando juegos para esta plataforma”.




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