La Junta quitó un bebé a sus padres tras detectar “graves maltratos prenatales”

La Junta de Andalucía se llevó a un bebé de pocos días de vida del Hospital Torrecárdenas el pasado jueves, 5 de diciembre, para acogerlo bajo su tutela al considerar que se encuentra en situación de desamparo y tras detectar "graves maltratos prenatales", según el informe del Servicio de Protección al Menor entregado a sus padres ese mismo día.

El documento habla también, como justificación de la medida, de una posible negligencia o abandono físico o cognitivo hacia el bebé, y enumera una larga lista de factores de riesgo, como un embarazo mal controlado; sospecha de violencia de género del padre respecto a la madre; soledad y aislamiento social; falta de ingresos de ningún tipo; relaciones sociales en ambientes marginales y de exclusión; dificultad de la madre para el autocuidado y autoprotección; falta de vivienda y de apoyo familiar, entre otros.

Sin embargo, la madre del pequeño ha desmentido a LA VOZ los motivos expuestos por la Junta, y se muestra dispuesta a luchar por su hijo. “Me han arrancado a mi niño de los brazos, de forma injusta y con falsedades. Quiero que me lo devuelvan porque no puedo vivir sin él”. Este es el desesperado mensaje de S.F., marroquí de 22 años, aunque vive en Almería desde pequeña. Ella llega a asegurar que la Administración ha recurrido a “falsedades” para tomar esta grave decisión.

Por este motivo, S. y su pareja, J.C., de nacionalidad española, no solo van a presentar alegaciones, sino que también están dispuestos a recurrir a la vía penal, frente a estas supuestas falsedades a las que aluden, tal y como ha confirmado a este diario el bufete de abogados CFM de la capital, al que han recurrido.

El pequeño nació el pasado 20 de noviembre en el Hospital Torrecárdenas. Pronto se detectó que tenía un bulto en la cabeza y pocos días después tuvo que ser ingresado en la unidad de Neonatología, donde son atendidos, normalmente en una incubadora -como fue el caso -, los recién nacidos en los que se detecta algún tipo de problema.

“En principio me dijeron que era un bulto de grasa, pero yo insistí para que le hicieran más pruebas. Luego aseguraron que tenía el cráneo abierto”, explica la madre, quien se negó a dejar solo a su niño y durmió en la sala de espera mientras estuvo ingresado, hasta el jueves pasado, 5 de diciembre.

Hasta ese día no tenía ni la más remota sospecha de que le pudieran quitar a su bebé. Pero sobre las 10,00 de la mañana le llamó un asistente social para decirle que un representante del Servicio de Protección de Menores quería hablar con ella. Este, que venía acompañado por dos mujeres, agentes de la Policía Autonómica, le entregó un papel, el acuerdo de desamparo provisional, y le informó de que el niño quedaba desde ese momento bajo la custodia de la Junta por encontrarse en desamparo.

“¿Qué he hecho yo? Soy una buena madre, no bebo, no me drogo, mi único vicio es el tabaco”, exclama S., quien afirma no dar crédito todavía a lo sucedido. La joven expone que según el informe de desamparo, su pequeño habría sido víctima de un “maltrato prenatal en nivel grave”, lo que podría estar relacionado con los daños en su cabeza.

Pero ella niega con rotundidad que ni por su parte ni por la de su pareja se haya hecho cualquier daño físico al feto durante el embarazo, ni que se pueda haber registrado algún daño causado por drogas o alcohol. Sus abogados exponen, en todo caso, que si el niño presenta daños físicos puede deberse a los golpes propinados durante el embarazo por la ex mujer del padre del bebé, quien ha mantenido un fuerte enfrentamiento con S.F. desde que el hombre decidió abandonarla. De hecho, el propio informe del Servicio de Protección de Menores se refiere a este hecho, a las agresiones que ha sufrido en varias ocasiones por parte de la ex mujer de su actual pareja.

S.F. ha desgranado una a una lo que ella entiende como falsedades recogidas en el informe por el que su hijo ha sido acogido por la Junta. Entre las más graves se encuentra el hecho de que, según dicho informe, existe una “sospecha de violencia de género por parte de su pareja”. “Es absurdo, mi pareja jamás me ha puesto la mano encima, me quiere y yo le quiero, y de hecho cuidamos a otro hijo de un año en común. Es más, si me pegara sería la primera en denunciarle”, señala visiblemente airada.

En torno a este otro hijo en común, de un año, la joven también se muestra indignada por el hecho de que, según el informe, esté a cargo de su suegra. “El niño ha estado siempre con nosotros, aunque ha sido ahora, después de que nos hayan quitado al bebé, cuando mi suegra se ha hecho cargo de él temporalmente, debido a la situación que tenemos estos días en la casa”, dice la madre. También apunta a otro dato erróneo del informe en este aspecto: “Dicen que mi primera hija está en Marruecos con mi madre, pero mi madre vive en Campohermoso”. En realidad, la niña sí está en Marruecos, pero con su hermana, que la visita periódicamente en Almería para que pueda ver a la pequeña, afirma.

El informe también asegura que S. ha pasado por un embarazo mal controlado. “Es cierto que no fui al último control de la Seguridad Social, porque siempre se equivocaban y nos atendían mal. Por eso decidimos ir a una clínica de pago, que nos cuesta 120 euros por sesión”, expone mostrando el último informe de dicha clínica.

El informe del Servicio de Protección de Menores expone como otro de los “factores de riesgo” el hecho de que S.F. no cuente con “apoyo familiar”, y que mantenga una escasa y mala relación con su madre”. “Mira si tengo mala relación con mi madre que estuvo junto a mí en Torrecárdenas cuando nació el niño”, responde la joven, quien además muestra su teléfono móvil con un gran número de mensajes de texto y de voz intercambiados con su progenitora.

Aunque reconoce que ni ella ni su marido -si bien aclara que este trabaja “en lo que le va saliendo"- tienen un trabajo fijo ni vivienda en propiedad, S.F. se lamenta de que la Junta haya llegado a “inventarse” varias graves acusaciones para llevarse a su bebé, como el hecho de que ella y su pareja hayan llegado a dormir en la calle en alguna ocasión - “es una absoluta mentira”, dice ella- o que su pareja haya simultaneado la relación con su ex mujer española -con la que tiene varios hijos- y con ella misma.

Este hecho no solo lo desmiente la joven, sino también sus abogados, puesto que entre ellos se encuentra Carlos Ferre, quien conoce desde hace muchos años al padre de los niños, y considera “absurdo” que se le acuse de ello, puesto que desde que se separó de su mujer, ambos se encuentran totalmente enfrentados. De hecho, tanto S.F. como J.C., el padre del niño, tienen una orden de alejamiento respecto a la ex mujer de este último.

Respecto a estas supuestas “invenciones” del informe, la madre del pequeño sospecha que puedan haberse debido a “denuncias falsas y malintencionadas” de terceras personas muy cercanas en el pasado a su pareja.

El informe de la Junta, en el lado opuesto, aprecia una clara “situación de desamparo, que se produce a causa del incumplimiento, del imposible o inadecuado ejercicio de los deberes de protección establecidos por las leyes para la guarda de los menores”.

Y resalta la “vulnerabilidad del menor, los numerosos indicadores de riesgo que se han detectado en la madre, en los otros hermanos cuando han estado con ella y en el entorno sociofamiliar en general, la falta de asunción del rol parental y capacidad detectada en la madre, que ha delegado el cuidado de sus hijos en terceras personas antes de intentar modificar su situación personal y social, y la falta de colaboración y aceptación de alternativas que se le han ofrecido”.

Por todo ello concluye que “el bebé se encuentra en situación de desprotección por parte de sus progenitores y se valora necesario la asunción de medidas”.