La Almunya del Sur, un vergel andalusí en medio del mar de plástico

El uso de la tecnología como herramienta en un jardín botánico de El Ejido

Carlos Collado y Manuel Sánchez
Carlos Collado y Manuel Sánchez Remedios Fernández
Remedios Fernández
01:06 • 21 oct. 2018

“Es que, como siempre estamos hablando de sostenibilidad, tenemos que dar ejemplo”, dice Carlos Collado Pérez. Camina por un sendero flanqueado a ambos lados por una exuberante vegetación que, a veces, deja escuchar el ruido del agua en algún estanque. “Incluso en el empleo de la tecnología. Las luces que utilizamos son de bajo consumo, pero queremos que las fuentes sean solares. Teniendo el sol que tenemos aquí…”. 



El jardín botánico andalusí La Almunya del Sur es un oasis verde a cielo abierto, en medio de un campo de El Ejido cubierto de plástico. Carlos es arquitecto técnico, y junto a Manuel Sánchez Robles, técnico en Medio Ambiente, ha levantado este paraíso vegetal “con mucho cariño y amor”, a lo largo de veinte años, sobre lo que ya era  una finca de cítricos.



Tiene 2.500 metros cuadrados de superficie, y lleva tres años abierto al público, pero ha sido una labor de tiempo, dice Carlos. “Nunca se pensó en abrirlo al público, lo hacíamos porque nos gustaba. La mayoría de los árboles son de semillas que vamos cogiendo,  comprando, trocitos de plantas...”.



Variedad



Situado en una zona semiárida, rodeado por 12.000 hectáreas de invernaderos, el jardín tiene una gran colección de plantas. “Es un ente vivo, el diseño va cambiando, y la variedad de plantas también”, afirma Manuel. “Tenemos mas de 1.400 variedades de todo tipo, exóticas, autóctonas, aromáticas, culinarias… Tenemos plantas de los cinco continentes”.



Muchas están marcadas con carteles, “y otras colecciones, que hemos llamado plantas de Al Ándalus, tienen un código QR, que deriva al visitante a un blog que tenemos, donde se explican todas sus características, y la importancia que tuvieron en aquella época. Viene muy bien para los colegios que nos visitan, para hacer trabajos... La tecnología, para nosotros es una herramienta de gran ayuda”.



Tienen sensores de luz para la iluminación, y programadores de riego para aprovechar el agua. Además, están trabajando “en las cubiertas verdes”, dice Manuel. “Es una cubierta con vegetación que da aislamiento térmico y acústico, mejora el confort interior de los edificios, y es un reservorio de fauna”, explican. “Se está estudiando y aplicando ya en varias ciudades del mundo. Desde hace dos años colaboramos con este tema en los cursos de verano de la Universidad de Almería. Somos subsede, la principal está en Dalías. Y, además, hemos participado en la Noche de los Investigadores”.




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